Capitulo #2

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"La fiesta de bienvenida"

Maia.

Y cuando pensé que la vida no me podía joder más, tengo a un chico entrando por mi balcón temblando como perrito asustado.

Me le acerco cada vez más sin bajar la navaja pero al verla se pone aún más nervioso.

<Nerviosa debería de estar yo, no el>

—P-puedes b-bajar e-eso por favor — tartamudea el chico que está al frente mío.

—¿Quien eres?, ¿Porque entras así por mi habitación?

—R-respondere todas tus preguntas si bajas eso—señala la navaja y yo elevo una ceja.

<Invade mi habitación y quiere ponerme condiciones, quien se cree este rarito>

—Responderas todas mis preguntas, pero no bajaré esto—señaló la navaja con la cabeza.

—Esta bien—me mira y se queda quieto esperando mis preguntas.

—Nombre.

—T-Tyler Hossler.

—Edad.

—Acabo de cumplir 17 años.

—¿Eres de aquí?

—D-de Londres, señorita.

—No me digas señorita y deja también de tartamudear, me estresas.

Respira hondo y deja de temblar un poco. Debe de tener frío.

—Mi nombre es Maia Lennox.

—Que lindo nombre tiene—dice mirándose los zapatos.

—Gracias. Ahora quiero saber qué haces aqui en Oregón.

—Mis padres y yo nos mudamos a California con la esperanza de construir una vida mejor, pero estaban cargados de deudas. Un día, unos prestamistas llegaron a nuestra casa y les quitaron la vida a mis padres —suspira con lamento—. Perderlos fue un golpe durísimo, y sabía que vendrían por mí, ya que sus deudas ahora eran mi responsabilidad. No podía ignorar la situación, así que decidí huir a Oregón para escapar de los prestamistas.

Vale, no me esperaba todo eso.

—Y como se me había acabado el dinero y moría de hambre, robé unos panecitos de una tienda, PERO TE JURO QUE NO SOY UN LADRÓN, solo tenía mucha hambre —continúa el— y el de la tienda me está persiguiendo con un cuchillo de cocina, entonces vi tu ventana y decidí entrar a ver si me podía quedar por lo menos en el balcón, pero me viste y aquí estamos.

<Es invasor y ladrón, increíble>

—En conclusión, le robaste unos panes a un señor y el señor te esta persiguiendo para hacerte pagar lo que le quitaste y tu única opción fue venir a mi balcón a quedarte, por lo menos una noche.

—Si lo dices asi si suena un poco mal, pero estoy dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de poder quedarme al menos esta noche, por favor—propuso y yo analizo la situación.

Es muy ingenuo como para lograr hacerme algo y se nota que a pasado por cosas fuertes y dolorosas, no quiero ser una razón para más sufrimiento.

—Esta bien, te dejare quedarte pero si haces o robas algo yo misma te mato, entendido?

—S-si-sonrie un poco y yo lo miro de arriba a abajo.

—¿Quieres ducharte?. No te ves muy limpio que digamos.

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⏰ Última actualización: Nov 02 ⏰

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