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El día estaba llegando a su fin, el calor era tan intenso que había llevado a que gran parte de los habitantes de Privet Drive se resguardarán dentro de sus hogares y los que en algún momento fueron brillantes jardines hacía tiempo que se habían reducido a un paisaje desolado cubierto de hojas amarillentas carentes de vida, una suave brisa movía las pocas hojas que aún colgaban de los árboles generando un ligero murmullo.

Harry se encontraba acostado detrás de una línea de arbustos, justo debajo de la ventana de la casa de sus tíos. Vestía ropa demasiado ancha para su cuerpo, misma que parecía haber perdido su color original hace bastante tiempo y que solo lograba destacar aún más su delgado cuerpo; la suela de sus zapatos había comenzado a despegarse en la parte delantera y su varita se encontraba en su bolsillo dándole una falsa sensación de seguridad. A simple vista su atuendo desencajaría con la "implacable" apariencia de sus tíos y su primo, un motivo más para que los vecinos decidieran que era alguna especie de delincuente, pensamientos que lejos de ser corregidos por su tía, eran alentados, inventando un sinfín de fechorías que solo lograrían que los vecinos lo miraran aún peor cuando lo encontraran por la calle o que alguno se atreviera a soltar algún desagradable comentario cuando pasaba a su lado, incluso a empujarlo disimuladamente por los hombros, cosa que normalmente no le importaría, sin embargo parecía que últimamente cada comentario o desprecio se quedaban grabados en su mente para que esta pudiera repetirlos una y otra vez.

Su mirada estaba perdida en el cielo y mientras su cuerpo agradecía un poco de descanso después de todas las tareas que había realizado durante el día, su mente parecía encontrar en ese tiempo la oportunidad para rememorar cada uno de los pensamientos desagradables que últimamente rondaban por su cabeza. Era como si pudiera sentir la desesperanza, que tan frecuentemente lo había acompañado durante ese verano, envolverlo y recordarle cada una de las cosas en que había fallado. A pesar del desastre que era su cerebro, intentaba concentrarse en el leve sonido de la televisión que escapaba por la ventana, atento a cualquier noticia que le diera un indicio, por pequeño que fuera, de que lo ocurrido en el mundo mágico estaba alcanzando al mundo muggle, cualquier cosa que le confirmara que lo ocurrido a final del curso no había sido un simple juego de su mente.

No le emocionaba la idea de escuchar la desaparición de alguien o algún inusual accidente, pero necesitaba algo que le dijera que no se estaba volviendo loco, algo en que centrarse y aferrarse; los sucesos después de el final de el torneo de los 3 magos habían pasado en una rápida sucesión que ahora parecía algo tan lejano y borroso que por momentos se dejaba creer que solo había sido una especie de sueño.

Al inicio había intentado hablar con Ron y Hermione, pero no importaba cuantas cartas enviara a sus amigos, simplemente le responderían brevemente desviando el tema y sin prestar la mayor atención, casi era como si no hubiera ocurrido nada, como si todas las demás personas tuvieran razón y el estuviera inventando todo, incluso estaba comenzando a creer que estaba exagerando sobre la forma en que se sentía con todo lo ocurrido, al final, el no se había llevado la peor parte, no debería tener derecho a sentirse mal, ojalá pudiera evitarlo.

También había mandado un par de cartas a su padrino, pensando egoístamente que obtendría un poco más de apoyo, sin embargo quedó muy claro que se había equivocado cuando la respuesta a su segunda carta fue que solo debería de tener paciencia, que la situación era demasiado complicada en este momento y que Dumbledore estaba asignando a todos tareas bastante importantes, era claro que su padrino tendría cosas más importantes que hacer que hablar con él, se sintió bastante estúpido de no haberlo notado antes y aún más egoísta al ver que mientras el no podía controlar un par de pesadillas y un poco de nerviosismo, las demás personas estaban lidiando con las consecuencias de haber permitido que Voldemort volviera.

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