La vida no es fácil

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Yo siempre había crecido entre todo tipo de "gente" si es que se les puede llamar así, no entiendo bien la razón, pero sólo sé que todos me parecían iguales, mientras que los demás me veían como espécimen raro al que no sabían por qué llamaban "persona". Por ese ilógico motivo y otras razones, (entre ellas, que no tuve unos padres que se diga, "padres", ni nadie en el que apoyarme cuando estaba caído o un hombro en el que llorar cuando estaba triste, ya os imagináis), yo fuí un niño solitario, aprendiendo de lo que veía a mi alrededor, pero como la mayoría de las veces, no había nadie en casa, (por suerte), no llegué a parecerme a mis padres, bien, ahora os estaréis preguntando: ¿a dónde quiero llegar?, bien pues es una historia ni muy larga, ni muy corta, aunque es algo complicada de entender, eso no lo cambia nada, pero espero que alguien llegue a creer en estas palabras, que para mí fueron mi apoyo durante mucho tiempo:

Hasta los 10 años de edad, no llegué a conocer a nadie que fuese para mí, alguien realmente bueno conmigo, aunque fuese sólo un poco (aparte de mi abuela, a la que aprecio mucho, ya que me ayudó en todo lo que pudo, a pesar de lo tonto que soy), era una niña de mi edad, mona, no muy alta, era normalita, pero yo de aquella todavía (y sigo pensando) que no me merecía tanta amabilidad, ni de su parte, ni de la de cualquier persona buena realmente, lo que quiero decir, es que con ella llegué a ver que tenía que cambiar, tenía que aprender a ignorar a los demás, aunque me costase. La cosa, es que hasta los trece años no llegué a cambiar a mejor, cuando un grupo de gente, me vio tirado por la calle, bebiendo una bebida de limón que dudo que llegue a tener algo de limón, el caso, que hasta el punto en el que estoy hoy, no había comprendido lo que era realmente ser querido por alguien, o admitirlo, así que desde hoy, pienso que algún día, llegaré a ser alguien que en vez de ser ayudado, conseguirá las fuerzas para ayudar, (hago todo lo que puedo) y por eso, escribiendo estas líneas, te digo, a tí, que tienes que pensar realmente lo que quieres ser, y a quién quieres ayudar.

Un saludo,

Carlos

No es fácil, ni bonito, pero alguien tenía que contarlo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora