No podía creer que solo faltaran unas horas para que el avión saliera del aeropuerto.
Sólo apenas unos días antes, Alicia se había enterado de que el campamento estaba en Calonge, Girona bastante lejos de donde ella vivía.
La verdad es que a ella no le daba miedo volar, es más, le parecía una buena oportunidad para sacar fotos con su nueva cámara, ya que esa era su pasión. La fotografía le había gustado desde muy pequeña, le gustaba ver el mundo con su propio "filtro" pero lo que no le hacía mucha gracia era que la gente viese sus fotos, sentía como si violasen su intimidad.
A la que si le daba miedo volar era a Mili, la que cuanto más cerca veía la hora del vuelo más aumentaba su ataque de ansiedad. Alicia y Álvaro intentaban calmarla, lo que resultaba difícil , ya que cuando ellos conseguían desmentir una de sus paranollas ella ya tenía otra en mente, aún peor que la anterior.
- Noo!! Yo no pienso subir ahí - repitió por centésima vez Mili.
- Tranquila, seguro que no va ha pasar nada. Espero... - intentó tranquilizarla Álvaro.
- Álvaro así no ayudas! - le gritó Alicia.
- Es que, Mili me esta metiendo miedo con tanta historia - se quejó él.
Finalmente entre los dos consiguieron calmarla, esta, cogió el móvil y se puso a mirar el instagram. La verdad es que Mili tenía un gran problema con instagram. Se pasaba cada minuto que podía mirando la aplicación, por lo que sus amigos a veces se preocupaban mucho.
Cuando llegó la hora de entrar en el avión Alicia se tuvo que separar de sus amigos, ya que su billete lo había comprado mucho antes y le había tocado un asiento alejado al de ellos. Se sentó en su lugar esperando impaciente a que el avión despegara.