Y justo cuando ella entre-abrió los
labios ora protestar, él simplemente
la callóLa calló como en las películas
románticas, teniendo ese momento tan
necesitado pero tan lleno de enfadoLa castaña siquiera fué capaz de negarse,
ya que, él tenía tanta fuerza sobre ella
que, no fué capaz de negarseY así, como si fuese un cuento de
hadas previamente narrado, las
lagrimas de ella caían al compás de
sus movimientos, ¿quién lo diría?,
toda esa tristeza y esa decepción
por enmedio de un beso tan dulce
y apasionado.