|· Day 4 ·|

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Akaashi estaba trabajando en la cocina de su apartamento

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Akaashi estaba trabajando en la cocina de su apartamento. Pero, ¿la ubicación era importante? No lo creo. Bueno... tal vez si...

Bokuto, en cambio, estaba a punto de llegar a casa después de haber tenido un entrenamiento con los chacales.

Un suave portazo dio a entender a Akaashi que Bokuto había llegado. No se levantó de la silla porque sabía que Bokuto iría directo a el. A darle un abrazo, o un besito. Pero vendría donde Akaashi se encontrara. Se conocían demasiado bien. Incluso mejor que a la palma de su propia mano.

Y como Akaashi dedujo, Bokuto entró a la cocina. Primero asomó la cabeza por el marco de la puerta para saber si estaba allí. Y cuando vio que si lo estaba, entró en dirección a Akaashi. Pero una mención suya por parte de Bokuto (que salió más en forma de quejido que en forma de mención) lo alertó un poco.

- ¡Keiji! ¡Estás robándome cosas otra vez!

- ¿A qué te refieres Kou? - Akaashi frunció el ceño y ladeó un poco la cabeza.

- Primero robas mi corazón, ahora mis ropas. ¿Qué será lo próximo? ¿Mi apellido? - Claro. Akaashi llevaba puesto uno de los jerseys de Bokuto. A Akaashi le gustaban mucho. Eran anchos, y le llegaban hasta un poco más arriba de las rodillas. Y eran cómodos para estar trabajando en casa.

- Bueno, si quieres.

- ¿Que?

- Que. - Los dos se quedaron mirándose mientras Bokuto parpadeaba varias veces recordando lo que había pasado, hasta que un portazo, causado por el viento, les interrumpió - Mierda. - Esa palabra solo pudo escucharla Akaashi, ya que salió en forma de un susurro. Se levantó de la silla y se dirigió a la puerta de la cocina.

- ¿Que pasa Keiji? - Bale, puede que ahora el sitio en el que estaba trabajando Akaashi si fuera importante. En este instante, Akaashi estaba intentando abrir la puerta de la cocina, pero no lo conseguía. Bokuto se acercó a Akaashi y vio que no conseguía abrir la puerta. - Haber dejame, yo te ayudo.

- No se puede Kou. No se puede abrir la puerta. Está rota. Y ahora estamos encerrados en la cocina. No, no podemos salir. - Akaashi se quedó mirando el pomo de la puerta.

- Pero, ¿Porque no?

- Pues porque del otro lado, el pomo está roto, y desde dentro no se puede abrir. Por eso no he cerrado la puerta.

- Ouh... - Los dos se quedaron en un incómodo silencio, en el que Akaashi pensaba que hacer, y Bokuto simplemente miraba la puerta como si fuera a abrirla con la mirada. Entonces, ha Akaashi se le vino una idea que podría salvarlos.

- ¿Tienes tu móvil?

- Pues... - Bokuto se rascó la nuca con nerviosismo. - No... Osea, si lo tengo, pero no aquí.

- ¿Y donde lo tienes?

- En la mochila. - Akaashi echó un suspiro bastante largo. - ¿Y tu no tienes el tuyo?

BokuAka Week 2021 - [ HAIKYUU ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora