Desencuentros

Capitulo I

Era un día como cualquier otro en el set de grabación. Me levanté muy temprano, me preparé el café, serví dos tazas y me senté a la mesa a disfrutarlo antes de comenzar con el pesado día que nos esperaba por delante. Algunos minutos más tarde llegó Ana María a hacerme compañía.

-Gracias, no tenías que haberte molestado. -dijo esta al tiempo que se sentaba a la mesa y tomaba un sorbo del café.

-Me sorprendió no verte despierta como siempre así que decidí preparar el café yo. Tu siempre lo haces, a veces me debe tocar a mí. -dije dedicándole una gran sonrisa.

De pronto el brillo en los ojos de Ana María desapareció. Su expresión parecía preocupada y eso solo significaba una cosa, las tomas del día de hoy le preocupan tanto o más que a mí.

- ¿Estas bien? – dije como para mí. Era claro que ella no estaba bien. Pero Ana María era tan reserva, tan callada, que no me gustaba asumir y entrometerme en su vida. Al final de cuentas, había sido muy afortunada de pasar de fan a guionista y directora a su amiga. Desde que comenzamos las grabaciones de Betty, 25 años después, Ana María y yo compartíamos casa en Bogotá. Así que, sin quererlo, éramos la única compañía que teníamos y en las largas noches de insomnio habíamos compartido gran parte de nuestra vida íntima y no tan intima. Aunque yo sabía que ella todavía guardaba un gran secreto que no quería contarle al mundo.

- ¿Por qué eres tan perceptiva? A veces desearía que no lo fueras... me evitarías hablar de cosas que no deseo hacerlo. - dijo esta pensativa.

-Sino quieres hablar está bien. No te voy a obligar a hacerlo. Pero solo quiero estar segura de que estas bien antes de llegar al set. Hoy grabaremos las escenas... y no podemos postergarlo más. -dije yo observándola detenidamente.

-No te preocupes. Estaré bien. Trabajo es trabajo y hay que hacerlo. -dijo Ana mirándome fijamente a los ojos.

En su mirada entendí que no iba a hablar al respecto y que definitivamente no estaba bien. Llevábamos aproximadamente un mes grabando y habíamos postergado todas las escenas de amor entre Betty y Armando porque así Ana María lo había pedido. Lo hizo con la excusa de que quería primero experimentar nuevamente el personaje antes de tener que pasar a dramatizaciones más profundas. Durante este tiempo, también había evitado a toda costa encontrarse a solas con Jorge Enrique. A pesar de los múltiples intentos de este de invitarla a salir o a ensayar con la excusa de retomar la química que deberían de tener ambos personajes. Yo sabía bien lo que sucedía entre ellos, pero eran ellos, especialmente Ana María, quien no quería darse cuenta. Todos estábamos expectantes con lo que había pasaría hoy. En ese instante mi celular sonó, Ana María se levantó de la mesa para darme privacidad y dijo, -te espero en el auto- y se fue.

-Hello- conteste yo con esa costumbre americana que me cargo.

- ¿Cómo se encuentra Anita? -dijo la voz al otro lado del teléfono. Voz difícil de no reconocer. Era Jorge.

-Jorge Enrique, buenos días. ¿Ya estás en el set? -pregunte yo evadiéndole la pregunta.

-A ver, porque no me respondes la pregunta. Hoy es un día muy importante y necesito estar preparado. Yo solo quiero que se sienta cómoda. -dijo este entre impaciente y preocupado.

-Jorge, mira, tú sabes que esto para ella no es fácil. Pero esta serena. No te preocupes, todo va a salir bien. -dije yo tratando de tranquilizarlo.

-Es que... Bel dijo que quería acompañarme hoy al set. Hoy sobre todos los días. -dijo este. Podía notar el nudo en la garganta,

-Bueno... ya lo haremos funcionar. No te preocupes. -dije yo colgando la llamada. Mis esperanzas por ver a estos dos seres juntos se estaban esfumando.

Al llegar al set comenzamos a grabar inmediatamente. Bel había llegado con Jorge como este había mencionado en su llamada. La primera escena que se grabaría ese día sería en EcoModa. El contexto de la escena es como sigue a continuación: Armando llegaba de viaje de negocios que había durado un mes junto con Mario Calderón que seguía trabajando en EcoModa. Durante ese tiempo, Beatriz había estado un poco inquieta dado que aún no confiaba del todo en Mario a pesar de los años. Extrañaba mucho a Armando y este la tomó por sorpresa llegando un día antes de lo acordado. Entraría a presidencia y casi de inmediato se fundirían en un largo y apasionado beso.

Comenzamos a grabar la escena, todos estábamos expectantes. Yo más que nadie, dado que como fan no tan solo de la novela, sino del shipp de estos dos seres, era la más interesada en ver como daría este primer encuentro íntimo. Betty estaba en su oficina, trabajando en su escritorio. Vestía un traje color rojo con una blusa blanca y tacones. Se le veía el pelo más corto y ahora lo traía un poco ondulado. Su oficina había cambiado mucho, los 25 años no habían pasado en vano. Ahora estaba mucho más modernizada y colorida. En el escritorio se podía ver fotos familiares. Betty y Armando en la boda. Betty y sus hijos. Foto de la familia completa incluyendo a los abuelos Pinzón y Mendoza. Mientras Betty trabajaba Aura María debía llamar a informarle que había alguien que la buscaba con urgencia y esos momentos pasaría Armando a presidencia.

Todo iba quedando bien. La primera toma salió a pedir de boca. Ahora iba la segunda. Ana María se notaba nerviosa. Jorge Enrique no podía dejar de buscar con la mirada a Bel. Se notaba la tensión. Desde que había llegado Bel no había sonreído ni un segundo.

Entra Armando a escena.

-Sorpresa! -dice este con una gran sonrisa en los labios.

-Mi amor, pero, y ¿qué haces aquí? ¿No que llegabas mañana? -dijo Betty aun sin levantarse del escritorio. ¿Por qué no se levantaba? ¿Qué esperaba? Armando se acercó lentamente al escritorio de esta y le extendió la mano. Ana María la tomo sin pensarlo. Jorge Enrique la acerco lentamente hacia si hasta quedar muy cerca. Cabeza con cabeza. Ambos podían sentir la respiración del otro.

-Quería sorprenderte. No me aguantaba las ganas de verte y como logre cerrar los negocios un día antes, me regrese lo más pronto posible. -dijo Jorge colocando su brazo izquierdo por la espalda de Ana y acariciando su rostro con la mano derecha. Ana María estaba jadeando. Acto seguido Jorge buscó los labios de Ana. Ana lo miró a los ojos y luego a sus carnosos labios. Lo dudó por un microsegundo, que pasó desapercibido por las cámaras, pero yo conocía muy bien a Anita a estas alturas. Tres meses de convivencia no habían pasado en vano. Jorge le sonrió como para convencerla de que todo estaría bien y Ana se dejó llevar. Fue maravilloso. La escena quedó mejor de lo esperado. Jorge y Ana se fundieron en un largo y apasionado beso. Sus lenguas se encontraron y danzaban juntas. Sus manos se acariciaban mutuamente. Sus cuerpos estaban tan unidos que parecían uno. El beso duró más de lo propuesto. Todos estábamos anonadados. No sabíamos que hacer. Hasta que Bel comenzó a carraspear y eso trajo a Jorge de vuelta a la realidad. Ana y Jorge se separaron lentamente y miraron fijamente a los ojos juntando sus cabezas. Ambos rieron.

-No sabes cuánto había esperado este momento, mi amor. -dijo Jorge sonriendo.

-Me ha parecido un siglo sin ti. -dijo Ana acariciando el rostro de Jorge. -jamás te vuelvas a ir de mi lado. -continuo esta.

-Si tú me lo permites, aquí siempre estaré, mi vida. Estás preciosa como siempre. -dijo Jorge devolviéndole la caricia a Ana. Se separaron y Jorge le tomo las manos a Ana.

Todos estaban tan perplejos que nadie se dio cuenta que estas no eran las líneas que habíamos ensayado, y que ya no eran Betty y Armando hablando, sino Ana y Jorge. No fue hasta que Jorge dijo -25 años han sido la espera, para este momento, no te vuelvas a ir mi Anita. – que yo grité-CORTE. Vamos a tomarnos un receso y luego continuamos. – Jorge volvió a la realidad y me miró, luego miro a Ana, una Ana llena de lágrimas y confusión en los ojos. Y luego a Bel. Bel no tenía ninguna expresión en su cara. Sus ojos estaban idos. En ese momento Jorge dijo -Bel- y salió detrás de esta quien al escucharlo había salido corriendo. Ana salió disparada para los camerinos y yo detrás de ella.