Me gustai po, feo culiao | Kiribaku chilensis

14. El hermano narco

Narra Uraraka

Cuando pensamos que el carrete ya estaba terminando y nada más podía pasar en esa noche culiá, de la nada salió una rubia con dos tomates, quedé tiesa cuando me di cuenta de que era la mina que casi me asalta la otra vez, y venía con un weon terrible alto que daba caleta de miedo. Subieron la música y llegó Ashido a ofrecerles algo pa tomar.

Después de eso la Mina sacó a bailar a todos los cabros, se agarró a la Toru y a los primeros que se le cruzaran y yo me uní piolita, de la nada sentí que me agarraron de la cintura y cuando me di vuelta a cachar quien era me di cuenta de que era la Toga.

-Mich, que chico el mundo, no pensé que te fuera a encontrar aquí –Me dijo acercándose a mí con una mueca.

Yo asentí nomás, decidí dejar de preocuparme y le seguí la corriente. Estuvimos un rato bailando y nos empezamos a acercar cada vez más hasta que quedamos mirándonos frente a frente.

- ¿Oe por si acaso tai en algo? No es de sapa, pero a veces te veía con un mino de pelo verde cuando ibai saliendo del colegio. –Me preguntó.

-No. Me gustaría, pero no. –Le respondí riendo. Era medio preocupante que me viera al salir del colegio, pero decidí ignorarlo.

-Wena, digo... puta oh. –La weona estaba terrible colorá y mientras más hablábamos más nos acercábamos, hasta que la conversación terminó en un piquito que me robó.

- ¿Y eso? –Le pregunté mirándola, no me molestó pero me dio vergüenza.

- Na po, pa que te distraigas un rato. –Me dijo sonriéndome coqueta.

Busqué al Deku con la mirada por unos segundos y me di cuenta de que estaba conversando con el Todoroki y el Aoyama en un grupo. "Que la chupe el Deku, tengo a la media mina al frente mío y sí, trató de robarme pero de que está rica está rica" –Pensé para luego agarrarle los cachetes y chantarle el medio beso, la Toga me lo siguió al tiro y me acercó a ella posando su mano en mi nuca y la otra en mi cintura. Me puse más roja que toallita usada y mis calzones de Hello Kitty volaron a la punta del cerro.

Narra Kirishima

Estaba la música a todo hocico cuando de repente escuchamos a los pacos y vimos las balizas de colores por las ventanas.

-¡GUARDEN LA MOTA CONCHETUMARE! –Escuché al Sero gritarle al grupo de volaos que estaba en el sillón, entre ellos un weon flaite que llegó, tenía el pelo negro y andaba con una mascarilla.

-¿Quién chucha va a ir a hablar con ellos? Todos tienen cara de pico. –Preguntó Sero, el culiao con más cara de pico que nadie.

-Yo digo que vaya la Yaomomo, es la más lúcida y por lo menos no huele a pichí ni a yerba. –Añadió Jirou.

Yaoyorozu salió y atendió a los pacos, nos advirtieron que bajáramos el volumen de la música y toda la weaita.

-Ya cabros vamos a acostarnos, estoy echa pico. –Dijo Mina mientras bostezaba y se rascaba la nuca.

-YA MUEVAN LA RAJA PERKINES, VÁYANSE QUE YA SE ACABÓ EL CARRETE. –Gritó Denki mientras se subía a una mesa y se desmayaba. Nadie lo infló.

-Ayúdenme a acostar a este weon porfa. –Dijo Sero mientras lo agarraba en el aire para evitar que se rompiera la cabeza en el piso.

Después de ir a dejar al Kaminari a su pieza, salí y vi al mismo loco de pelo negro que estaba fumando con las manos en la masa, estaba abriendo el bolso del Todoroki y vi que de la nada sacó una pistola del boslillo, no sabía si era real o no pero no me iba a quedar como embarao para averiguarlo.