Los tíos abuelos Kang

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Muy temprano al día siguiente, y con un Dowoon y Wonpil molestos por haber dejado tan antes la cama, la pequeña familia se despedía de los Lim, quienes dijeron irían pronto a Seúl de visita. Sungjin y Younghyun se despidieron como de costumbre, enternecidos al ver como Dasom y Siwan abrazaban a sus hijos con tanto cariño, en especial a Hoshi, quien se había hecho bastante cercano a Dasom que le había entregado una bolsa llena de galletas para el viaje de retorno a casa.

Luego de terminar con los apapachos y de haber subido las maletas se metieron al taxi que los llevaría a su nuevo destino, despidiéndose con la mano de la pareja de adultos que seguían en la puerta, ya una vez los habían perdido de vista, los pequeños dormilones se acomodaron encima de su padre menor para cerrar los ojos junto al mismo que no había dormido por culpa de un pelirrojo inquieto, mientras que Soonyoung iba mirando por la ventana las calles y Younghyun hablaba animadamente con el conductor. Cuando ya iban a tomar la desviación para ir a la estación de trenes, el de ojos pequeños miró que el taxista tomaba el otro carril, llamando a su padre con confusión.

- Papá.

- ¿Sí, Hoshi? - respondió volteando para ver al niño mayor.

- ¿La estación de trenes no era para allá? - señaló al otro carril.

- Sí, hijo. Pero vamos a ir a visitar a alguien que quiere conocerlos, y además vamos a desayunar, ¿no tienes hambre? - le contestó risueño, su hijo asintió dándole la razón.

- Tardaremos un poco en llegar, ¿por qué no duermes al igual que tus hermanos? Yo los despierto tan pronto lleguemos. - sonrió, Soon le regresó el gesto para luego acomodarse sobre Sungjin, que al sentir el peso instintivamente le abrazó para calentarlo.

Younghyun miró aquello con ternura, sus hijos eran como una pequeña camada de gatitos encimosos mientras que su esposo era el pobre gato con agotamiento físico, quien a fin de cuentas siempre cedía a los caprichos de sus bebés.

Eran padres jóvenes y agradecían ello, además de que sus hijos ya tenían la autonomía suficiente como para realizar actividades sin tener que tenerlos ahí detrás, Dowoon era tal vez la excepción, pero ya no era un bebé al que cambiarle los pañales, e internamente, estaba agradecido por ello, mucha experiencia ya fueron los mellizos Lim. Aún así, ese trío parecían tener energía infinita, lo comprobaba cada que los iba a recoger de la escuela y en vez de estar cansados venían con más energía, incluso Soonyoung que ya hablaba hasta por los codos con él, aunque quién se llevaba la parte difícil era Sungjin, ya que él los cuidaba por las tardes y según lo que le contaba, esos tres bien merecido tenían el apodo de "Trío dinamita".

Como sea, un vez el taxi llegó se encargó de despertar a Sungjin y Soon (este último siendo el único que atendió sus llamados), los menores seguían durmiendo por lo que no hubo de otra que cargar a Wonpil y Dowoon, Hoshi a duras penas podía con la maleta pero finalmente cuando tocaron el timbre una simpática pelinaranja salió a recibirlos.

- Brian, Bob, que gusto verlos, pasen, pasen, aun hace frío y esos niños se van a enfermar. Oh cariño, déjame ayudarte con ésto - la pelinaranja tomó la maleta de la mano del adolescente la maleta como si nada, invitándolo a pasar con una sonrisa, los mayores pasaron después con sus hijos en brazos y se fueron a sentar al sillón en donde acomodaron a los menores.

- Seul, ¿no estabas en Toronto? - preguntó Brian una vez había acomodado a Wonpil sobre sus piernas.

- Estaba. Regresé hace unos días a visitar a mis papás pero me regreso en unos días. - dijo la pelinaranja en un puchero.

- ¿Muy ocupada, Ulgi? - ahora fue Sungjin que también tenía sobre él a Dowoon, Soonyoung en medio de ambos miraba a la mujer frente a él con curiosidad.

La Familia Kang [SungK] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora