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Realmente me sentía mal viendo el cielo aquel día bajo tan lindo árbol.
Desde la punta de mis dedos todo se volvió negro como el carbón, todo se alejó y sabía que era mi culpa, yo era una mierda con todo y me daba cuenta de su valor hasta que lo veía lejos, inalcanzable.
"Él es Soobin, el que dejó morir a su mejor amigo" "Los rumores dicen que lo mató él" "A mi me contaron que lo dejó solo cuando más lo necesitaba" "Ni siquiera se ve arrepentido, yo ni siquiera me dignaría a salir de mi casa" Tantos rumores a mi alrededor y gracias a ellos lo perdí todo.
Sin embargo, alguien vino tapando la luz del sol reemplazándola con su propio brillo; en este oscuro mundo, la única que brilla como oro eres tu.
Desde el momento en que tomé tu mano para levantarme, me sentí aliviado, había encontrado la calidez del mundo en tí y ahora cuando me estoy hundiendo, sólo hay una sola regla en este mundo "toma mi mano y sálvame"
-- ¡Soobin, aquí!
Fuí sonriendo hacia tí entre todas las miradas de repugnancia a nuestro alrededor y te levanté en brazos sonriendo, como siempre hacía contigo.
-- Vamos a casa, está comenzando a refrescar el clima.
-- Claro, vamos.
Tomaste mi mano de camino a nuestra casa, bajo las calles de Seúl alumbradas de manera tenue.
-- ¿Estás bien sin aclarar las cosas sobre... Él?
-- Yo, tu y la policía conocemos lo que pasó, con eso me basta para ser feliz y mantenerme tranquilo.
-- Pero la gente no deja de hablar de ti, y tu familia te alejó.
-- No voy a lograrlo, amor. -voltee a verla-
-- ¿Qué cosa?
Al momento se dió a vuelta a tomar mis brazos, con el miedo de que me fuera o me rindiera. Pero sus ojos, que ya comenzaban a aguarse, me hicieron abrazarla bajo un bello farol cerca de nuestra casa.
-- Llegar al cielo, no hay lugar para mi allá ¿Pero sabes dónde si lo hay? -negó moviendo su cabeza- En tus brazos, en tu corazón; eso es mejor que el mismo cielo para mi.
-- Soobin. -una pequeña lágrima resbaló por su mejilla-
-- Me encontraste hecho un desastre, mi vida era un desastre antes de ti. Realmente me sentía perdido y me encontraste, fuiste mi camino y lo alumbraste.
