i want to fuck ➵ ʙᴛs;; pjm [✔]

EPÍLOGO

—¿Entonces te ató?—Hoseok me escuchaba atentamente mientras, esta vez, come un emparedado.

Asenti tragando el mío, estábamos en el sofá de mi departamento, le había contado como Jimin anoche me ató en la cama simulando ser esposas y jugó con cada parte de mi pequeño cuerpo. Mis mejillas se sonrojan con solo recordar sus labios sobre mi maltratada piel llena de azotes.

—Diablos, lo convertiste en una bestia imparable.—negó.

—Es muy complaciente en la cama, pero fuera de esta es el mismo Jimin de siempre, tal dulce que me empalaga.—comenté.

—Bueno, pero yo creo que...—la puerta fue abierta tras ser colocado el código de acceso— creo que tu amado ángel ya llego.

Jimin atravesó el corto pasillo de la entrada para hacer acto de presencia en la sala-comedor de mi pequeño departamento, dejo las bolsas de compras en la mesa y saludo a mi amigo con una mueca de desagrado. Si, nunca se quisieron mucho. Hoseok termino de comer y se levango tomando sus cosas.

—¿Ya te vas?—pregunté sorprendida— Pero Jimin hara pasta...

—Yoongi hyung tiene un postre para mi.—me guiño un ojo coqueto antes de salir de casa, suspire desanimada, quería que se quedara más tiempo.

—Al final el gay resultó ser otro.—murmuró Jimim con burla.

—¡Hey!

Me acerque a el para golpearlo, pero tampoco pude evitar reír. Tenia razón, mi rubio amigo se había esmerado en llamarlo homosexual solo por ser algo más delicado que el resto de los hombres, pero a fin de cuentas resultó ser el otro quien tenia una inclinación diferente, a mi amigo le costo aceptar su sexualidad y mucho más su amor hacia el tan conocido Yoongi Hyung, su jefe en el trabajo, pero hacen una buena pareja, se llevan bien e incluso tienen planes de vivir juntos.

Revise lo que Jimin trajo en las bolsas, comida y más comida.

Sus brazos me rodearon desde atrás, sonreí cuando beso mi cuello.

—Traje fresas y crema.

—Mi favorito.—chille con emoción, amo las fresas.

—El mio también.—susurró.

Oh, ya entiendo.