Capítulo I

1.7K 53 7
                                    


¿Nunca han escuchado ese dicho muy típico de las mamás?, ¿ese que aman usar cuando una está triste y con el corazón destrozado por un hombre? La mía me lo dijo solo una vez, pero nunca lo olvidé: "Tranquila mi niña, un clavo saca a otro clavo", no es por justificarme, pero se transformo en mi lema, y del por qué no logro mantener una relación por más de dos semanas.

Bueno, a decir verdad no es solo por eso, soy lo que se llama comúnmente como una chica enamoradiza, con la leve diferencia de que yo soy Fácil de Enamorar, Difícil de Mantener, por lo tanto o me aburro con facilidad de la monotonía de la relación, o me doy cuenta que el tipo no valía la pena para salir ni si quiera a una cita, porque simplemente me llenó de cuernos al cuarto día – si tengo suerte obviamente.

Y así es como ahora voy caminando a la cafetería para intentar llenar de cafeína mi cuerpo y retomar las clases hasta las ocho de la noche, e ir nuevamente por un café para soportar las horas de estudio a última hora por una prueba mañana, si, lo normal, excepto por qué debo agregar a los efectos que tendrá el café en mí, el intentar sacar de mi cabeza por un par de minutos a mi ex novio con las manos en el cuerpo de la que ahora es mi ex mejor amiga ¡Iugh! esa horrenda imagen en mi cabeza de nuevo, ya pase por la etapa de sorpresa, llanto y enojo solo me tomo dos semanas, claro que es la mitad de lo que estuvimos juntos, pero fue lo suficiente como para que me traicionara. Ahora solo repito una y otra vez las sabias palabras de mi madre, con el leve intervalo de la frase de mi mejor amiga: "A veces es mejor estar sola que mal acompañada". Definitivamente creo que me tomaré un tiempo para mí, sin cuernos o amigas quita novios.

-... por eso te decía que es mejor el rojo que el celeste – no me di cuenta de cuánto rato llevaba hablándome una de las pocas amigas que hice en la universidad. – Tania! ¿Me estas escuchando? – mmmm no.

- ¡Claro que sí! – Mentí – rojo, blanco y celeste que lindos colores, definitivamente los indicados para mí.

- Ja-Ja ¿Qué tanto piensas eh? ¿Qué distrae tu grandiosa atención de mi majestuosa y luminosa presencia en...

-¡Hey! Tania, ¿viste al chico de allá mirándote? ¡Es tan guapo! – Si esa también es mi amiga, y no, no es hueca, solo es demasiado optimista y motivada por la gran cantidad de azúcar que debe tomar para mantener esa energía, lo que obviamente solo le da más – Él lleva mínimo diez minutos observándote – ¿A mí? Ui que emoción, no necesito otro hombre más – Si, si ¿cierto Cloe?

Al fin llega mi mejor amiga para salvarme de la locura a la que me estaban sometiendo, la más cuerda y madura del grupo, con muchas relaciones en su historial como para saber que decir en el momento preciso, sin olvidar que me conoce lo suficiente para no dejar que vuelva a caer en los brazos de otro infiel.

- Si es verdad - ¿Qué? ¿Dónde quedo mi amiga? – lo vimos mientras comprábamos, y jamás quitó sus ojos de ti.

Oh mierda, esto era justo lo que necesitaba mis amigas confabuladas para buscarme otro chico - ¡Estoy bien así gracias! – grité lo suficientemente fuerte como para hacerlas cambiar de tema mientras nos sentábamos a llenar de cafeína nuestros cuerpo, pero mientras bebía mi cappuccino especial, sentí un calor y electricidad muy fuerte detrás, me volteé con miedo de lo que podría encontrar, sin embargo eso se evaporó al darme cuenta del origen, la sensación se intensificó dentro de mi pecho al ver en la entrada a un chico alto con un hermoso rostro y pelo negro, con un pollerón oscuro que se le ajustaba a su bien mantenido cuerpo, y una mirada tan intensa que todo el campus se podría haber congelado al recibirla, exactamente lo que me paso a mí, estaba congelada bajo su mirada sin poder quitar mi vista tampoco, es que es tan severa, oscura y profunda, chocando contra la mía completamente derretida y haciéndome sentir especial y única por eso, pero también vislumbraba un deje de sorpresa y reconocimiento en ellos, vi como se acercaba sin quitarme la vista, hasta que una muchacha con el pelo rojo y bien maquillada, tanto que parecía una barbie de Holliwood, se cruzó en mi camino y lo perdí. No tuve tiempo de buscarlo más ya que las chicas se pararon rápido ¡Dios! Un desliz de solo cinco segundos y estábamos llegando diez minutos tarde a clases.

La Semilla del AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora