Parte única

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Era medianoche en Okinawa y el hombre que iba montado en su lujoso carro a su destino, lo sabía claramente. Aquel sujeto pa un costoso traje azul marino hecho a su medida pues quería tener como fin lucirse esa noche, como todas las demás.

- Tadashi, ¿se me está haciendo tarde para mi encuentro? – Interrogó el apuesto peliazul que se encontraba atrás del mencionado – Porque no me quiero ver en la necesidad de tener que contemplar a mi dulce pellirrojo triste.

- No, Ainosuke-sama. Está en la hora precisa para verlo – Respondió el pelinegro en lo que lo miraba por el retrovisor – Disculpe, yo no quería incomodarlo, pero... tengo una duda con respecto a su relación.

- Suéltala – Dijo el otro desinteresado mientras presenciaba el paisaje que se ilustraba en su ventana.

- ¿No le incomoda que ese chico trabaje ahí? – El camino hacia el lugar se estaba acortando – Usted lo llegó a aludir con anterioridad en su "relación".

- Lo sé y no te equivocas. Me incomoda como no tienes idea – Giró su mirada para confrontarla con la de Tadashi en el retrovisor – Pero ese idiota siempre persiste en que no es por necesidad y es más su gusto por eso.

El ojiverde quiso preguntarle el "¿Por qué?" de ese gusto tan extraño que tenía de laborar en ese tipo de lugares, mas fue impedido cuando llegaron al establecimiento. El local mostraba en su parte superior, con luces de color neón, su nombre en letra cursiva: "Royalty".

Otro detalle a conocer era el guardia que vigilaba en la puerta, tal inspeccionaba al hombre que bajaba de su automóvil dado que al instante de reconocerlo, no titubeó ni en segundo en saludarlo cortésmente.

- Buenas noches, señor Shindo – Se estrecharon las manos como saludo – Su asiento es el mismo de siempre, en la primera fila. Disfrute del espectáculo.

Citó el hombre robusto, posteriormente pasó a entregarle una máscara que cubriría la mitad de su rostro y ocultaría su identidad.

- Gracias, eso es lo que haré – Sostuvo el objeto y antes de entrar se volteó un momento a ver al  "perro" situado a un lado del carro – Tadashi, ¿no vienes?

- No, Ainosuke-sama – Se flexionó un poco para disculparse – Me quedaré en el auto y si necesita de mi ayuda, solo llámeme.

- Está bien – Aconteciéndole eso, transcurrió a entrar al club de striptease, habiéndose anteriormente despeinado el cabello con el propósito de dejar caer sus hermosos mechones azules sobre su atractivo rostro.

Dentro del lugar, una atmósfera caliente lo rodeó y pudo comenzar a ver muchas mujeres y hombres semidesnudos alrededor de personajes igual de distinguidos que él, empresarios y políticos que miraban con lujuria a los strippers, estos portaban una máscara similar a la suya.

Caminó entre todos ellos a su lugar VIP, que se situaba frente al escenario. Alcanzando su respectivo asiento, se sentó a hacer tiempo en lo que iniciaba el show de su príncipe.

En lo que aguardaba, una linda rubia que lucía un vestido que apenas escondía sus atributos hacia el ojo público, se le acercó con unas bebidas.

- Deseas que te sirva, cariño – Preguntó con un tono de voz de sensual.

- Claro, ¿por qué no? – Aceptó su ofrecimiento con una sonrisa de lado.

- ¿Te gustaría que te acompañe? – La mujer empezó a acariciarle su pecho, sin embargo, fue retirada con brusquedad por Ainosuke.

- No, gracias. Vine a disfrutar el show, nada más – Se lo garantizó con un matiz de irritación en su vocablo, apartó a la chica con un movimiento de su mano derecha – Así que vete.

My Stripper (SK∞ the Infinity)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora