💛💛UN NUEVO AMOR❤️❤️ FREEXSHU

FASCINANTE

Ya habían pasado días desde el encuentro amoroso con Rantaro, estaba nervioso y algo temeroso por lo que sus padres dirían, tal vez lo tomarían como Silas..

"Silas: ¡¿Dónde estuviste Wakiya?! Te estuve buscando y pedir tu rastro

Wakiya: yo, ah, Silas – tocaba su pecho para que se calmara

Rantaro: Estuvo conmigo – contesto seguro de si mismo

Wakiya: Rantaro..

Silas: ¡¿Ha?! – volteo a ver el rubio menor, frunció el entrecejo aún más cuando descubrió la marca roja en el cuello de su amor prohibido– ¡¿Que demonios le hiciste idiota?!

Wakiya: ¡Silas!

Rantaro: Algo que debí hacer hace mucho tiempo – tomo a su novio entre los brazos– Él ahora es mi novio

Silas: ¿Que? – volteo a ver a Murasaki

Wakiya: Es cierto – soltó un gran suspiro y con seguridad habló – Me he enamorado de Rantaro

Silas: ¿En verdad? ¿Estás seguro de lo que dices?

Wakiya: Se que mi padre no lo aceptará, pero pretendo decírselo yo mismo, así que Silas, por favor

Silas: Te arrepentirás de esto Wakiya – chisto molesto, se dió la vuelta y camino como si su enemigo fuera todo lo que pisará

Wakiya: ¿Estará... Bien?

Rantaro: Él está enamorado de ti – tomo su mano

Wakiya: Si ..

Rantaro: Mañana iremos con tu padre – le sonrió– y también habla con Silas

Wakiya: ¿Estás seguro? No quiero que tengas desconfianza sobre mi

Rantaro: Porque tengo confianza en ti, es por eso razón que te pido esto– beso su mano– Así que tranquilo, estaremos bien" 

Estaba ya frente a Silas, estaba nervioso ya que no sabía cómo elegir las palabras correctas.

Wakiya: Silas

Silas: ¿Estás enamorado de él?

Wakiya: Completamente

Silas: Desde hace mucho me gustas, eso se convirtió en amor pero veo que no puedo hacer nada con este sentimiento que se formó – tocó su hombro– Al querer que estés con ese tipo no quiere decir que me haya rendido, lo vigilare y si te hace daño no perderé oportunidad

Wakiya: Gracias Silas – lo abrazo–

Rantaro los vio, estaba feliz por ver qué se reconciliaron, pero estaba celoso por no recibir ese abrazo, pero en el fondo sabía que el rubio menor lo amaba.

Daigo esperaba en la esquina de una calle, sus jeans azul marino y la camisa con rayas lo hacía ver como un joven apuesto y con autoridad. Ken apareció a su lado muy feliz, imaginando una vida de nuevo con su celular.

Ken: Bien, ya estoy aquí

Daigo: ¿Bien que? Tu rostro me dice que te gusta como me veo

Ken: No digas babosadas – le golpeó en el hombro– Si te llame fue para que me devuelvas el celular

Daigo: Au – se sobó– ¿Devolverte? Obvio no, iremos a una tienda para comprarte uno nuevo

Ken: ¡¿Ha?! – se quedó un momento en blanco