Corriendo de las grandes tropas estaba, a punto de llegar en donde tuvo que estar desde un principio. Alejado del mundo que lo rodeaba, en tierras lejanas y despobladas, así estaba el. Se escondió detrás de un denso arbusto espinoso, el sol pegaba con fuerza en su cabeza. No se percibían fuentes de agua cercanas, ni un lago, laguna, arroyo, rio, ni siquiera unpequeño charco de agua. Se asomo por encima del arbusto, y no vio nada, parecía que aquellos seres que lo perseguían, habían desaparecido. Se evaporaron, y no había huellas de ellos. Salió de su pequeño, pero audaz escondite, y comenzó a caminar por el terreno desierto. Era un terreno completamente seco. La tierra se desquebrajaba, a tal punto de dar la impresión de que tenia vida propia. Caminando por los montes, bajo un sol de media tarde. Se veía venir que no aguantaría. Pero él no se rendiría, llego hasta allí por sus propios medios, y no dejaría que un poco de falta de agua lo desanime. Decidió luego de unos varios metros, descansar, se sentó en el piso, y apoyó su espalda, en una gran roca que se encontraba ahí, cerró los ojos y recordó, como llegó allí?, a ese lugar?
Estas preguntas lo invadían, pero la falta de agua, y el calor, no dejaba recordarle que había sucedido. Cuando intentaba recordar, sus dolores de pies, por los enormes cayos, se volvían punzantes e insoportables. Finalmente se durmió.
Despertó en un lugar oscuro y en movimiento, no sabía que estaba pasando. Inspeccionó a sus alrededores, y se dio cuenta, de que estaba en un carruaje. Con todas sus fuerzas se arrastro a la salida, y se tiró, al instante paró el carruaje, y bajó una mujer. Era una mujer de piernas grandes, cabellos oscuros, y tez morena, de unos 40 a 50 años. Bajó, se acercó, y con un arma blanca en mano, amenazándolo, le preguntó.
- Que hacías en el medio del desierto? Estás loco?, andan esos ladrones desérticos y tú te tiras ahí, como si fuera una cama – dijo la mujer con voz de regaño –
Confundido aun, el hombre le mira, y no le contesta.
- Quieres agua? O quieres morir tirado en el suelo del desierto como un infeliz? – volvió a regañarle la mujer –
El hombre, la mira fijo y le dice.
- Puedes decirme que hago yo aquí? Dónde me encontraste? Y porqué me levantaste? – Dijo confundido el hombre-
- Estabas tirado como mula, apoyado en una roca, parecías medio muerto, no voy a mentirte. Me acerque con cuidado, y aun respirabas, así que decidí levantarte como pude, y acostarte en el carruaje – comentaba la mujer-
- Viste algo a mí alrededor? Alguna huella? O algún movimiento extraño? – le pregunta el hombre-
- Realmente no, eras la única cosa que había ahí- contesta la mujer
Se acerca temeraria, baja el arma y lo levanta, lo sienta en el carruaje y le da agua.
- Me llamo Lía - se presenta- me di cuenta de que no sos de acá, de dóndesos?
- No recuerdo de donde soy la verdad, y ni mi nombre, solo recuerdo que escapaba de unos tipos que me seguían-
- Mira, no séqué es lo que estás haciendo acá, pero tu historia es muy rara, porque no te acuestas, y descansas hasta que vuelva tu memoria?, yo voy a estar en la parte de adelante conduciendo al carruaje hasta el pueblo. – le recomienda Lía-
Y así arranco el viaje hacia el pueblo, atravesando ese desierto caluroso y seco. Al llegar al pueblo, Lía se dirige a su casa, que quedaba a 2 manzanas del centro. Al parar, baja y abre la pequeña tranquera de su casa, para ingresar el carruaje, entra, y cierra nuevamente esa tranquera. Baja sus cosas y las lleva dentro de su casa. Levanta al hombre, y lo lleva a su cama a recostarse, hasta el otro día...
Con dolores de todo tipo, se levanta a las 11am, sale de la habitación y se dirige lentamente a la cocina, donde se escuchaba a Lia cantando. Desde la puerta del pasillo, que conectaba las habitaciones del comedor y la cocina, la saluda amablemente.
- Gracias por haberme traído hasta aquí, y brindarme asilo, comida, agua, yo no sé como podré pagarle todos estos favores que usted me está haciendo – le dice el hombre.
Lia lo mira, de arriba abajo, y le dice...
- Tiene un buen porte físico, podría serme útil como un buen jardinero – Habla Lia.
- Al menos por el tiempo que me quedare aquí, porque necesito recordar que es lo que sucede y como llegué al desierto – comenta el.
Lia saca del horno de barro, una sopa campestre que hizo con ingredientes que consiguió en su ida al pueblo de comerciantes, se sientan juntos en la mesa, enfrentados, y comienzan a comer de ese gran manjar. Luego del almuerzo, Lia decide llevar al hombre a conocer el pueblo.
Ya en el centro, caminaban por la calle principal. La verdad que no había mucho, una cantina, un pequeño mercado, un santuario, una barbería, y pequeños comercios de más que no tenían gran importancia.
- Vamos a la cantina, a beber algo, y luego me tendré que ir a vender unos tejidos que tengo en mi rancho- dice Lia.
El hombre simplemente asintió, y se metieron dentro de la cantina. Pidieron 2 shots de whisky, que luego fueron otros 2, y otros, y otros más, hasta llegar a un estado de ebriedad muy alto, perdieron la noción del tiempo y el cantinero los tuvo que echar del lugar porque estaban por cerrar.Lia estaba en muy malas condiciones y el hombre un poco mas consiente, la lleva hacia afuera.
La noche se torno oscura, tan oscura que daba miedo, no había nadie en la calle, calles despobladas de un pueblo desértico.El frío entraba por las botamangas de sus pantalones, y se hacia tan presente que los llevaba a estremecerse. El hombre ya en el medio de la calle, sin ver nada, decide caminar en dirección a la casa de Lia, abrazándola fuerte para que no se caiga.
Con los ojos medio cerrados, ve en frente de ellos, una luz blanca, y una sombra negra que surgía de ella. Se les acerca, y con una voz muy fuerte, como gritando, les pide que se arrodillen y no se muevan. Parecía tener una gran escopeta en sus manos, el hombre ebrio, se levanta como puede y trata de acercarse.
La sombra finalmente toma represalias y mata de un balazo en la cabeza a Lia, que queda tirada en la calle, como si fuera una mísera basura. El hombre lleno del lagrimas en sus ojos, mira al tipo de la sombra nuevamente, grata sorpresa se llevó, al ver a su mismísimo reflejo, un reflejo asesino, de un ladrón que no conoce límites. Pero que por dentro estaba asustado, pues pronto debería de salir a correr por el desierto, y escapar de la policía. Inmediatamente cae tendido en el piso.Al abrir los ojos, se encuentra donde comenzó, en aquella piedra desértica a rayos del sol.
Seca las lágrimas en sus ojos, se mira a si mismo, y en su cabeza, sus preguntas se respondieron automáticamente. Rendido de dolor al darse cuenta, tira su cabeza para atrás, cierra sus ojos nuevamente, y sus escasos latidos, que aun seguían esperanzados en encontrar agua, cesan.
FIN
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SOLOS
General FictionEsta es una saga de relatos fantásticos, que te invita a comprender el mundo de los solos, a imaginarte que se siente ser el apartado de la sociedad. Te invito a reflexionar y crear un mundo de preguntas en tu cerebro.