Flashback 1.2

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Corrí de regreso a la mansión donde mi madre me esperaba en la puerta trasera, con esa ropa de trabajo que utilizaba los días que podía tener la tarde libre, ese vestido largo con el mandil blanco y la orilla de encaje que solo significaba que estaría más con ella y que iríamos al pueblo. Llegué hasta ella y me abracé a sus faldas, ella bajó a mi estatura me abrazó, me besó y me levantó en sus brazos

-Pequeño Soo ya estás muy grande, ¿qué será de mí el día que te conviertas en un gran hombre? De seguro conseguirás una esposa, casa eh hijos y me dejaras sola.

-¡NUNCA! No se te ocurra pensar eso de nuevo, no te dejare sola jamás, cuando sea un hombre cuidaré de ti, te compraré vestidos y zapatos y perfumes, muchos de ellos, uno para cada día del mes.

-Que hermoso mi hijo, pero yo no puedo estar siempre dependiendo de ti y consumiendo tu tiempo, llegara el día en que encuentres a una persona que robará tu corazón y lo demás del mundo no existirá, solo tendrás ojos para esa personita, pero por ahora, creo que solo es tiempo de desayunar, vamos.

Entramos en la cocina donde estaban las demás personas del servicio. En la mesa había varios platos con el desayuno, mi madre me dejó en una silla y se sentó a un lado, me sirvió un gran vaso de leche y puso fruta en mi plato, tomé un tenedor del centro de la mesa y comencé a desayunar.

Cuando termine mi mama me dijo que saliera a jugar un rato más, ella terminaría sus labores y saldríamos eh iríamos al pueblo, me dio la orden de no alejarme demasiado, asentí con la cabeza y le di un beso en la mejilla. Como iríamos al pueblo fui a nuestro pequeño cuarto en la zona de la servidumbre a cambiarme de ropa, estoy muy emocionado.

A mi mamá todavía le falta un rato, así que creo que lo mejor sería sacar mi pelota. En el cuarto, buscaba mi pelota por todos lados pero no aparecía, tendría que salir y entretenerme con otra cosa, esperaba que los patitos siguieran ahí.

Salí por una puerta lateral de junto la casa que casi no se utilizaba, a la salida estaba llena de maleza y algunos instrumentos de jardinería y limpieza que no servían ya, una cubeta desfondada y una recamara de llanta inservible. Sorteando entre todo aquello, después de un rato logré llegar a la pradera, me encantaba, las florecillas y la hierba me llegaba a las rodillas, a lo lejos estaba el árbol, decidí ir a el, me encantaba.
Después de correr y estar a unos metros empece a ir más despacio observando cada detalle de mi árbol, sus ramas, sus hojas, algunas se caían otras eran verdes y grandes, pero una voz me llamó de atrás sobresaltandome.
-Buenas tardes joven Lee
-Hola Kyungsoo, ¿que haces pequeño ?
-Nada, mi madre me dejo salir mientras termina con sus tareas y salimos el resto del día
-Que conveniente, y dime ¿que harás en este tiempo?
-Quería ir al lago, en la mañana había una familia de patitos
-No creo que a tu madre le guste esa idea, podrías caer al lago y ahogarte por perseguir unos patos. Mejor quédate aqui con migo y jugamos un rato ¿te apetece?
-Está bien, pero solo un rato, ya que mi madre terminara pronto
- Excelente, ¿que deseas jugar?
-¿Que te parece atrapadas?
-Pues atrapadas será, yo empiezo tienes 10 segundos de ventaja
Salí corriendo lo mas rápido que podía mientras el hacia su cuenta regresiva, cuando anunció el cero emprendió carrera tras de mi, corrí más rápido y en círculos, pero por más que intente logró atraparme
-Bien kyungsoo, tengo 5 segundos de ventaja
-5... 4... 3... 2... 1... ¡voy por ti!
Corrí atrás de él, pero era difícil de atrapar, estuve tan cerca dos veces, pero no puedo, es muy escurridizo, ya al tercer intento logre atraparlo. Y así pasamos un rato, turnandonos para atrapar al otro. Era su turno de atraparme, corrí al rededor del árbol pensando que le sacaría ventaja, pero apareció del otro lado y me atrapó sosteniendome de la cadera, me levanto y dio vueltas, me estaba mareando y agradecí que se sentara bajo el árbol, me tenia sentado en su regazo con una pierna a cada lado, apoyé mi frente en su pecho por que tenia la sensación de que todo daba vueltas y no hacia que me sintiera bien, se dio cuenta y me pidió perdón mientras sus manos de bajaban a frotar mis piernas, empezando a oler mi cabello, metió una de sus manís bajo mi camiseta y con la otra me apegaba mas de la cadera, su respirar ahora estaba en mi cuello, en eso mi madre me llamaba a lo lejos, estiré mis brazos intentando separarme de él pero era inútil, no me soltaba, cuando logre separarme mi madre estaba a unos metros y al llegar a nuestra altura habló
-¿Que hacen Kyungsoo?
-Nada señora Do, solo, jugar un rato
-No estoy en desacuerdo joven Lee, pero con lo que si estoy en desacuerdo es que tenga a mi hijo en esa posición
-A usted no le importa, si no lo sabe jugábamos
-Pues si me importa, y ahora mismo nos vamos
Tomo de mi y me jaló con fuerza, para alejarnos rápidamente, ambos se veían bastante molestos y no quise decir no hacer nada en contra de mi madre.
Estábamos camino al pueblo, iba en la parte de atrás de una caleta donde iba el en encargado de las compras al pueblo y mi Mamá consiguió que amablemente nos deje ir en ella, si no tendríamos que caminar una hora, no es que me moleste, pero asi es mas rápido y divertido.
Apenas llegamos al pueblo mi mamá se puso de acuerdo con el encargado de las compras para ir de regreso juntos de la misma manera, ya que estábamos solos ella y yo, me dedico una de sus hermosas y radiantes sonrisas que la hacían la mami más bella del mundo, tendió su mano y al agarrarla me dio un caroñoso apretón
-Vamos hermoso Soo, tenemos el día para ti y para mi, hermoso bebe.

La desdicha de ser sirviente [Kaisoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora