2021
El sonido del agua aturde levemente sus oídos. El silencio alrededor permite resaltar hasta la mínima respiración. El agua cae de la canilla sobre sus manos, sintiendo el frío del líquido y un poco de ardor por ello. Emiliano coloca su rostro cerca para lavarlo y luego cierra la canilla. Levanta su cabeza hacia el espejo y se observa detenidamente, respirando profundo. Luego saca del bolsillo derecho su celular para revisar la hora: 3:45. "Mierda" piensa, recordando que no puede dormir, paseando en su mente por tantos sentimientos y pensamientos que le roban su sueño. Generalmente es un chico optimista, o intenta serlo. Pero eso no significa que no sufra. Y vaya que sufre aunque intenta apaciguar ese dolor. Piensa en el gran año que tuvo, piensa en que finalmente tuvo su chance soñada. Y luego, se angustia ante el hecho de que recién a sus 27 años pudo jugar en el Arsenal. Siempre rondando por el ascenso inglés, siempre suplente donde iba. "Tal vez no soy bueno" se cuestiona, afligido por sentirse insuficiente. "Tuve que esperar una maldita lesión del titular y encima luego me desecharon" se repite, no ha podido dejar de pensar en eso, menos cuando la situación se repite. Odia que no es el titular porque lo ganó, odia saber que es el titular porque Franco Armani no puede jugar. Y el miedo le apresa, las dudas suben y juegan con su percepción de si mismo y de todo: "¿Y si vuelven a desecharme?" Se siente atemorizado de sus compañeros, siente que no puede estar a la altura de ellos. "¿Como puedo ser suficiente en un plantel donde está Messi?"
Trata de calmarse, trata de no llorar. Se cansó de llorar tanto, se cansó se sentirse menos, de sentir que su esfuerzo no sirve. Ya no es ese chico de 20 años que perdió un ascenso para la 3era división y por eso no le contrataron. O al menos quiere confiar en que ya no es ese chico, en que ahora puede hacer que sea feliz. Quiere que su esfuerzo tenga valor, que confíen en él; quiere ser suficiente. Quiere ganarse el puesto de arquero titular.
Esbozó una pequeña sonrisa y salió del baño para regresar a su habitación. Caminaba con sigilo, tratando que sus pies caigan con suavidad sobre el piso, evitando el mínimo sonido. Por suerte, estaba solo en medias, algo que facilita la tarea. Se pasea por el pasillo y de reojo capta una figura. "Que sea uno de los pibes" ruega y voltea curioso para suspirar de alivio, luego sorprenderse al encontrarse con Lionel Messi allí, quien igualmente se desplazaba con cuidado.
No supo reaccionar rápido, no pudo pronunciar alguna palabra. Aún no se acostumbra a compartir plantel con quien considera el mejor del mundo, aún se encuentra entumecido por la admiración que siente; se siente privilegiado. Lo observó en silencio, luchando por expresar algo. Y entonces, el 10 lo notó, generando un sobresalto que soltó un pequeño "La puta madre" cuidando que su voz no resuene en todo el pasillo. Eso despertó del trance al Dibu, quien se acercó rápidamente para disculparse murmurando.—Perdona, no te quise asustar.
—No pasa nada, no pensé que alguien más estaba sin dormir —confiesa tímidamente, sonriendo avergonzado—. ¿Estás bien? Tenes la cara mojada.
—Ah, si, si, estoy bien —intenta disimular pero no puede, siente una enorme culpa al instante en que trataba de mentirle al capitán—. Bueno, no tanto y se nota porque hasta me olvidé de secarme la cara.
Martinez suelta un suspiro frustrado, odia mostrarse tan vulnerable. Odia ser vulnerable. No cree que está mal pero no soporta los recuerdos, pensamientos y sentimientos que generan su malestar. Baja la mirada, siente algo de culpa, ¿por qué le está contando sus problemas a Messi? Si ya sufre demasiado por la selección, no quiere sumarle preocupaciones. Piensa que Scaloni le comentó que deben confiar en cada uno. Y el arquero recuerda que internamente, sintió el miedo sembrado de sus experiencias pasadas, de sentirse tan desplazado, tan inútil. Las críticas que ha leído estos días tampoco le han ayudado, fueron como un disparador de su inseguridad.
—¿Que pasa?
La suave voz de Messi resuena en su cabeza, quebrando ese remolino de pensamientos en el que se estaba encerrando. Levanta la mirada apenado, suspirando un poco y tratando de articular sus palabras, controlando su volúmen de voz y buscando la mejor manera de ordenar el desastre en su interior. Quiere intentar confiar, quiere abrazar esta nueva oportunidad.
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every you, every me // Dibu x Messi
FanfictionEl Dibu descubre lo complicado que puede ser el amor, y más aún si la persona a quien ama no solo es su compañero, sino que es Lionel Messi. [Esto es un fanfic hombre x hombre, si no te interesa este contenido, mejor ignoralo]