Ahí estaba el mensaje tan esperado, todo empezaría a moverse, ahora si las cosas se pondrían interesantes. Mire la hora, debía dormir así que no le conteste a Issei, quizás durante la noche me mande al menos diez mensajes antes de dormir, en fin el será parte del sequito de Gremory, bueno vámonos al mundo de los sueños.
Al siguiente día mi alarma me despertó, bueno esta vez ya no estaba enojado así que la apague tranquilamente, fui al baño a hacer mis necesidades y al salir mis padres ya se levantaron, los salude y fui a prepararme.
El desayuno fue tranquilo como siempre, mi madre hablando de las cosas que haría, mi padre sobre una reunión que le esperaba hoy, yo solo hablando de la escuela y de mis planes después de terminar las clases de hoy.
Nos despedimos y nos pusimos en marcha cada quien por su lado, no había nada fuera de lo normal en el camino, aunque a los minutos me encontré a Matsuda y Motohama, estuvimos charlando un buen rato, ellos me invitaban a espiar a las chicas del club de kendo, aunque sabia como ellos terminarían. De la nada me perdí en mis pensamientos.
Estaba con la idea de que haría ahora Rías o Sona, la pelirroja enviara a alguien a llevarme de nuevo ante ella, Sona me pedirá la revancha, muchas cosas podrían pasar, hasta la historia podría cambiar. Realmente la vida aquí al menos era mejor, aunque ahora me pregunto ¿Qué estará haciendo Wilson? Ñe seguro debe estar ocupado con alguna otra cosa o que se yo.
En ese momento nos detuvimos ya que escuchamos a Issei llamándonos, al darnos la vuelta estaba acompañado de una hermosa pelinegra, los chicos no podían creer lo que veían y yo solo veía a la caída. Con tono de orgullo y de presumido se nos acerco y nos dijo que era su novia, Matsuda y Motohama estaban paralizados y con ojos en blanco, Issei se fue y vi si podía traer a esos dos de vuelta a la realidad pero no se pudo y me fui, al llegar como todos los días las chicas me observaban, me cruce con la Gremory que me miraba con ira, al pasar a lado de ella me dijo que me quería en el club del ocultismo. La pobre no se rinde fácilmente, al menos eso hay que admirar.
Llegando ya a la entrada, allí se encontraban Sona y Tsubaki, como todos los días todos las saludaban con respeto, yo hice lo mismo y al pasar de ellas escuche "quiero la revancha" yo solo asentí y me fui a la clase. Todo fue como siempre, las mismas clases, mismos profesores, yo manteniendo la batalla intelectual con Sona.
Finalmente las clases acabaron, me encamine a la sala del consejo estudiantil pero de uno de los pasillos salió Koneko quien se puso en mi camino, yo iba a pasarle por a lado pero se cambio a la dirección que yo tomaba.
-Koneko: Tn buchou desea verte.
-Tn: Koneko ya se lo dije a Rías - la mire seriamente - supongo que deberé enviar otro mensaje, dile que si me molesta la matare a ella y todo su sequito - vi como ella me miraba aterrada, yo solo pase de largo - no me des una excusa para olvidar que aun me debes un favor.
Continué mi camino escuchando como ella empezaba a correr, hasta que ya no escuchaba sus pasos, al llegar a la sala del consejo procedo a golpear la puerta recibiendo el permiso de entrar, al pasar veo a Sona en la mesa con el tablero ya puesto.
-Tn: veo que me esperaste.
-Sona: así es y esta vez ganare - ella se veía tan segura como el otro día - aunque antes de jugar te tengo una pregunta.
-Tn: siempre hay preguntas tal como sus respuestas - dije quitándome el saco del uniforme y sentándome - hazla la responderé sin problemas.
-Sona: ¿tienes alguna habilidad que te permita leer la mente?
-Tn: jaja esa no me la esperaba - me quede viendo el tablero y luego a ella - si pudiera leer la mente entonces este juego seria aburrido, solo un idiota que no quisiera disfrutar del juego recurriría a una táctica tan cobarde.
