Park Jongseong se ve obligado a contraer matrimonio con el heredero de la familia Yang, gracias a su madre, el sin duda no quiere eso, pero hay cosas que no puede evitar.
"¿El quería esto?"
"Claro que no, nadie querría algo así. Al menos no por volu...
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Una noche en una isla paradisiaca con un hombre tan caliente como Park Jongseong, era algo de lo que Jungwon no creía ser merecedor, aún más cuando la habían pasado tan bien durante su estadía. Jungwon sabía algunas cosas sobre la vida sexual de su esposo, y comparada a su muy fracasada experiencia sexual, se sentía avergonzado de incluso ser mayor que él, pero no tener nada de experiencia.
JongSeong le había dicho lo sexy que era, cosa de la que él no estaba tan seguro y habían terminado con una muy caliente sesión de sexo, pero no creía haber estado a la altura de su esposo. Debía compensárselo a toda costa, algo que le hiciera notar a JongSeong que realmente era sexy y no un aburrido en la cama.
Aquel día, Jungwon tenía una sesión de yoga a la que no asistiría y JongSeong después de su muy traumática experiencia con el instructor, no querría volver, así que Jungwon estaba seguro de que le rechazaría amablemente la invitación y sería libre de comenzar su plan.
Tomó su maleta de deportes y salió de la habitación, JongSeong aún estaba adormilado, le aseguró que lo más probable era que se quedara en la habitación todo el día, al sentirse muy cansado. Otra ventaja para Jungwon, quien solo fue directo al mueble en busca de alguna tienda que tuviera los elementos que buscaba.
Se pasó gran parte del día de un lado a otro, buscando y encontrando, el atardecer se acercaba y Jungwon estaba de regreso, JongSeong no estaba, así que se dio un baño rápido y con algo de ayuda de lubricante con efecto calorífico y un tapón, logró prepararse un poco, JongSeong se sorprendería mucho, o al menos eso esperaba, sino se sentiría tan ridículo como se había sentido en muchos momentos de su vida.
También había conseguido un extraña crema corporal con olor a chocolate, así que la frotó por su cuerpo entero de pies a cabeza, hacía que su piel se viera brillante y comestible, genial, la mujer que se lo vendió le aseguró que su esposo estaría satisfecho, aunque Jungwon no entendía bien a que se refería, la aplicó uniformemente sin pensarlo mucho.
Creía estar listo ya cuando escuchó el sonido de la puerta siendo abierta, y el sonido de unas llaves caer sobre la mesa, las cortinas y ventanas estaban abiertas y la brisa marina junto con las luces del atardecer entraban por la abertura del ventanal, reflejando los rayos solares en su piel sabor a chocolate.
JongSeong quedó atónito cuando vio a Jungwon, con aquella piel resplandeciente y el olor a chocolate en el aire, el sol anaranjado comenzando a esconderse, y su esposo con aquella bata trasparente y desnudo, hacía su boca salivar de deseo.
—Jungwon... —Jungwon lo miraba fijamente, sus ojos claros eran hermosos, todo él era perfecto.
—Yo... soy todo tuyo JongSeongie. —JongSeong estuvo a punto de convertirse en un depredador al escuchar aquella frase, pero Jungwon había pasado por mucho y también había hecho mucho por él. Dejando caer su ropa a un lado, se acercó a Jungwon y retiró la bata, dejándola caer por sus hombros, su olor era maravilloso, sus manos cálidas pasaron por sus brazos y notó como el mayor se estremeció.
