Park Jongseong se ve obligado a contraer matrimonio con el heredero de la familia Yang, gracias a su madre, el sin duda no quiere eso, pero hay cosas que no puede evitar.
"¿El quería esto?"
"Claro que no, nadie querría algo así. Al menos no por volu...
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La estadia en la nueva casa había sido exitosa, ambos casados llegaron con sus maletas hasta una bella casa en un lujoso suburbio, no podía esperarse menos de la maravillosa asistencia de la madre de JongSeong, tenía dos pisos y un lindo jardín. Jungwon se veia encantado, asi que solo corrió para inspeccionar el lugar mientras JongSeong llevaba las maletas hasta adentro.
Tenía que reconocer que su madre había conseguido a un buen profesional para hacer su trabajo, el lugar parecía sacado de revista de bienes raíces, sin duda disfrutaría de ese lugar, Jungwon parecía muy feliz con la idea de vivir ahi, había tres baños y cuatro habitaciones, la cocina era muy espaciosa, la sala de estar, el comedor, también la cochera y porche, todo en perfecta armonía. Habían muchos arreglos de flores cuando llegaron, al parecer presentes de sus amigos y familiares deseándole felicidad y mucho amor en matrimonio, JongSeong leyó varias tarjetas, mientras Jungwon llegaba a su lado.
—La casa es bellisima, debemos enviarle un regalo de agradecimiento a tu madre, JongSeong. —dijo el mayor llamando su atención. —¿Son tarjetas? —JongSeong asintió mientras revisaba el remitente. —Oh, es muy amable enviar tantos regalos. —sobre la mesa también habían muchos paquetes envueltos, algunas cajas y más.
—Creo que deberíamos abrir todo esto, es demasiado. — compartieron una mirada cómplice y comenzaron a tomar todos los paquetes para ponerlos cerca de la sala de estar, dejándose caer sobre la mullida alfombra iniciaron la nueva actividad.
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—Paquete número treinta y uno, es de parte de Daniel. —dijo Jungwon tomando una caja con un lindo lazo color verde jade, lo abrió encontrando dentro una par de hermosas batas de pareja hechas de seda color negro y detalles en blanco. —Es muy bello ¿no lo crees? —JongSeong creyó que Jungwon se vería muy sexy deslizándose en esa fina tela.
—Sin duda es un muy bello presente. — debían enviar las cartas de agradecimiento, junto con los recuerdos de la boda para las personas que habían asistido, al parecer, era una tradición en ambas familias y ahora ellos tenían una lista gigante de personas a las cuales debían corresponderles con la misma amabilidad. Se habían pasado todo el primer día en su nueva casa organizando los envíos de la lista de regalos y tuvieron que pedir comida a domicilio ya que aun tenían todo regado por todos lados.
