One-shots ~Damirae~

Sabiduría.

"Pensé que había dejado la vida heróica por un tiempo, amo Damian" Cuestionó el viejo mayordomo, alzando una ceja ante la imagen que tenia frente a sus ojos. Los prominentes moretones en su piel aceitunada y el labio abierto con sangre expuesta a las sombras de la mansión no daban buena imagen de Damian.

"No ha cambiado, Alfred" Replicó Damian, restándole consideración al dolor que le causaban aquellas físicas y banales heridas. Le dolía algo más que ello. "He venido aquí en busca de tu sabiduría... Raven y yo hemos vuelto a pelear" Murmuró lo último con tanta decepción y tristeza.

Alfred, siendo testigo de las circunstancias, no se pudo negar a su petición. Verlo desvalido e inerme era un gran y preocupante cambio a la persona venerable y solemne que solía demostrar él.

"¿Puedo preguntar... esas heridas están vinculadas a su reciénte disputa?"

Damian colgó su chaqueta en el perchero de a lado, y sorbó la nariz, con la mirada baja. Una muestra suficiente de que no hacía más de mucho tiempo que él había mojado su miel con las lágrimas provenientes de sus ojos verdes. Ésto no pasó desapercibido por el sagaz mayordomo.

"No, me lo he hecho yo solo. Raven no es capaz de hacerme semejante daño" Damian finalmente contestó.

"Comprendo. Tome asiento por favor, joven Damian" Damian acató su acción, y Alfred lo imitó, sentandose frente a él. "Ahora, cuénteme, ¿Qué es lo que le perturba?"

Damian tardó un tiempo en responder, aún asimilando las recientes circunstancias. "Se ha ido nuevamente... Detesto cuando lo hace. Su ausencia es indeducible e indefinida..." Hizo una pausa, una lenta, dudosa e insegura pausa. Alfred vió con la más sútil minucia la gota salada que recorría la frente de Damian. "Sabes mejor que nadie, Alfred, que no soporto estar sin ella por mucho tiempo y... se ha ido. Otra vez"

El mayordomo inspiró con delicadeza, proyectando las diferentes escenas en las que veía como Damian daba muestra de su afecto a las personas que lo rodeaban, que, lamentablemente, eran escasas. Pero siempre sinceras.

Saber que aquello lo hacía constantemente con Rachel sólo le hacía pensar en cuanto amor compartian esos dos. Una mujer que logró tomar el corazón de Damian en sus manos, y regalarle el suyo a él, con todo el cariño infinito con el que los veía crecer. Una mujer digna de admirar.

"El enfrentamiento a problemas es diferente en cada persona" dijo Alfred "En el caso de la señorita Raven es afrontar sus problemas, buscar el centro de uno mismo, en su propia soledad. ¿Cuál fue la causa de su discusión? Si no es molestia preguntar"

Damian suspiró, pasando una mano sobre su cabello, despeinadolo más de que actualmente estaba. "No fue más que una tonta discusión, Alfred. Ha malinterpretado la amistad que existe entre Cassie y yo" Su mano tapó sus ojos en un intento de ocultar su desdicha.

Alfred alzó una ceja a las palabras dichas. "¿Malinterpretar? Eso suena ajeno a ella" Dijo, conociendo a la perfección la chica que lo visitaba frecuentemente, simplemente para pasar el rato.

Alfred pintó una sútil sonrisa en sus labios, recordando sus amenos momentos con la mujer, más su atención la absorbía la persona que en el momento actual necesitaba de él.

"No le dije nada sobre la gala que tuvimos el viernes, Cassie se dejó llevar por la noche, y un maldito desgraciado malnacido ha tergiversado nuestras acciones. La noticia brotó en la prensa hasta llegar a todos sus sentidos..." Damian trago saliva en un intento de mantener la firmeza, que nuevamente quería escapar de su merced.

Tan estúpido.

Alfred ladeó la cabeza, recriminando la noticia. "Ocultarle secretos a su esposa, no es una decisión muy perspicaz, joven amo. En un matrimonio la confianza y la honestidad es esencial para mantener, a lo posible, un orden"

Damian se reclinó más sobre el sofá, dándole la razón al viejo.

Al ver la compostura lánguida de Damian, Alfred prosiguió. "Si me permite opinar, debería llamarla, ofrecerle sus mayores disculpas aún cuando ella no las acepte y comportarse como un hombre que comparte su vida con una bella mujer"

"Aquello es irrealizable, Alfred. Me manda buzón de voz. No toma mis llamadas, el rastreador que le puse se lo ha logrado quitar. Me ha pedido tiempo, pero, como he dicho, es indefinido"

Alfred alzó su dedo hasta el rostro de Damian y lo movió de derecha a izquierda.
"No, no, no. Nada de eso. Usted lo hará, tenga lo que tenga de hacer. Piénselo, pero no mucho"

Dicho eso, el mayordomo se encamino a la cocina y desapareció por los pasillos de la mansión, abandonando a Damian en sus propios juicios mentales. Alfred regresó un tiempo después con dos tazas de té en las manos.

Damian cedió ante la cortesía de Alfred, inhalando el vapor de la bebida, dejándose llevar por sensación de plenitud efímera. Realmente se sentía más calmado.

Nunca fue una persona abierta con la gente que le rodeaba, su disfuncional familia no era la excepción. Cuando buscaba consuelo no tenía con quién acudir, sin embargo, con Alfred y con su Beloved, Damian podía ser él mismo, y verdaderamente lo valoraba. Si no estaba uno, estaba el otro.

Sonrió tenuemente, viendo su rostro en el reflejo del té en su taza. Dió un sorbo cuidadosamente, evitando quemarse con la calentura del líquido.

Percibió con gozo el sabor del té en su boca, saboreando ese mismo trago repetidamente.

Cuando el sabor llegó a sus sentidos, viajó a través de su lengua, acarició sus papilas gustativas y atravezó su mente, Damian frunció el cejo. "Es el favorito de ella" pensó en voz alta. Alfred, quién acomodaba algunas cosas, lo miró de reojo.

Algo encajó en la cabeza de Damian, que rápidamente se reincorporó, volviendose a Alfred con los ojos brillando."¿Está aquí?¿Dónde está?"

Con una bien escondida sonrisa, Alfred siguió limpiando, dándole la espalda. "Se encuentra en tu habitación. Ha venido hace cinco horas antes que usted. No ha querido decir nada, simplemente se limitó a encerrarse tras la puerta. No ha salido de ahí" Se giró hacia Damian, queriendo ver su reacción. Pero él ya no estaba. Alfred volvió a mover su cabeza negativamente, volviendo a su trabajo. "Tendré que darle otras clases de modales"

N/A:

Todos amamos a Alfred 😎