Una noche tranquila, un poco lluviosa, pero a fin de cuentas tranquila. No había muchos disturbios por las calles del círculo del orgullo, era muy poco común eso, ya que siempre tenía que pasar algo malo: Robos, asesinatos, vandalismo, etc
Y este día no iba a hacer la excepción, ese día "tranquilo" se volvió todo lo contrario para uno de los pecadores más peligrosos del infierno, Alastor Él caminaba tranquilamente en busca de una nueva carnicería por la cual probar la carne en la "Colonia Caníbal", hasta que escucho quejidos y llantos en lo más oscuro de un callejón, ladeo su cabeza mientras miraba lo oscuro, solo se podía ver un par de brillos rosas ahí dentro
Se acercó con toda seguridad dejando alumbrar el camino con sus ojos rojos brillantes, al llegar al final del callejón miro hacia abajo de donde venían los lloriqueos
—Pero miren que tenemos aquí, una pequeña bebé. — Su voz fue escuchada por la pequeña, quien dejo de llorar y lo miro con curiosidad, pero aún soltaba sollozos
Era de piel de un rosa muy claro, pequeños cuernos del mismo color; tenía una cola algo larga con punta de un corazón invertido de color rosa oscuro al igual que su escaso cabello tenía el mismo color
—¿Quiénes fueron los "ángeles" que te dejaron aquí? Jajaja. — La bebé volvió a llorar por la extrañeza del tipo. — No llores mocosa, si lloras me iré sin ti y alguien te matará y te llevará a su plato
La alzo sin mucho problema con un solo brazo, la bebé para esos momentos solo le miraba con ojos hinchados y sollozos recurridos mientras que Alastor se iba tarareando una canción de su época
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Pasaron tan solo pocos años, unos pocos para que la bebé ahora sea una niña consiente y útil para valerse por sí misma
¿Cómo? Bueno, solo tiene 11 años, pero no es que le interese mucho, ya se puede valer por ella misma de alguna u otra manera. Alastor y ella estaban caminando por la "Ciudad IMP" tranquilamente mientras escuchaban la radio desde el micrófono del demonio de la radio
—¿Qué hacemos aquí?. — Movía su cola para un lado para el otro ansiosa, no es que le sacaran afuera muy frecuentemente
—Pues buscándote una vida. — Paro y se la quedo mirando y ella repitió su acción
—¿Una vida? Ya veo... — Miro a sus alrededores. — ¿Me vas a abandonar?
—Sip. — Le dio un par de palmadas en la cabeza desordenando su cabello corto. — Si sigues con vida luego tal vez nos veamos, hasta entonces me voy
—¿M-Morir?. — Un escalofrío paso por todo su cuerpo con temor
—¡Si! Bueno, adiós. — Vaya demonio para más directo
Ella intentó aferrarse a él, pero no paso ni un segundo y Alastor había desaparecido de repente. Sintió el temor de estar sola y sin la protección de nadie, miraba a todos los pecadores y demonios nacidos en el infierno pasearse por las calles mientras temía que alguno de ellos se la llevase para cosas "turbias"
Se puso la capucha de su ropa como si fuese a protegerla de los peligros del mundo, corrió hacia un lugar sin rumbo pensando en que hacer con su vida desde ahora en adelante. Tal vez buscaría un trabajo, pero con su edad... ¡Es obvio que conseguiría trabajo! Es el infierno, ¿Quién no explotaría laboralmente a un niño y darle una paga miserable?
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Más años pasaron, era una adulta joven que por suerte logro sobrevivir
¿De qué trabaja? Pues de un trabajo detestable según ella, siendo guardaespaldas de una estrella pop súcubo, ella nunca sintió atracción hacia las relaciones sexuales a pesar de descubrir a la raza que pertenecía al ser una adolescente cuando le contrataron
Aunque no se quejaba, las chicas y chicos amigos de la estrella pop - que por cierto se llamaba Verosika - eran amables con ella, la trataban como otra amiga más
Esta es la vida de (T/N), una súcubo sin ganas de sexo
