Jujutsu Kaisen ~° one shots°~

[Gojo Satoru]

La noche era hermosa, o al menos a tu parecer, la llovizna chocaba contra tu techo, creando choques relajantes y constantes, las velas aromáticas que rodeaban tu sala desprendían olores suaves y dulces, formando junto a la lluvia un entorno de paz y calma; era temprano, aproximadamente las ocho, y estabas sentada en el sofá, junto a una taza de té y un libro entre tus manos, porfin después de una semana de trabajo, misiones y tareas tenias un descanso, y uno que aprovecharías hasta la última gota.

Estabas bañada, cubierta de crema y perfume, vestida con una bata fina, de tirantes y un tono beis, esta acentuaba tu cintura y dejaba libre tu pecho en un escote cuadrado, tu cabello suelto y recién lavado, te sentías libre, limpia y feliz, nada podia arruinar tu día, jurabas, hasta que el timbre de la puerta sonó, suspiraste cansada, dejaste el libro en la mesa central, te levantaste y abriste la puerta, sorprendiendote con la persona atrás de esta.

-¿Y tú que haces aquí? -levantaste un ceja y arrugaste la frente-.

-Solo pasaba, además -levanto una bolsa a su lado y te la ofreció-. Traje dulces.

-¿Pero...? -no terminaste cuando este ya había emprendido vuelo al interior de tu hogar-.

Él al llegar a tu sala, dejo los dulces en la mesa y se estiro en el sillón reclinable de la esquina, estirando sus piernas y colocando sus brazos por detrás de su cabeza, como si de su casa se tratace, cerraste la puerta y te colocaste a su costado, mirándolo confusa y extrañada, este tipo dedicaba su tiempo molestandote y ahora estaba en tu casa relajándose sin más, no te parecía normal, desde hace tiempo no venia a visitarte.

-No crees que con aguantarte en mi trabajo me basta -cruzaste los brazos-. ¿Uhm?

-Siente orgullosa de verme todos los días -sonrio levemente y se acomodo mejor en el sillón-. Queria ver como estabas, no venia a tu casa desde hace un tiempo.

-Lo sé, por eso me extraña que estés aquí -te escogiste en hombros y te tumbaste en el sofá del frente, con la vista en el techo-. ¿De que son los dulces?

-Descúbrelo -contesto-.

-Quizás más tarde -seguías con la mirada perdida-. Bueno, puedes decir que arruinaste mi día libre.

-¿Quién dijo que lo arruine? -un tono coqueto salio de sus labios, y la arrogante sonrisa que siempre posa en su rostro se pudo sentir a kilómetros-. ¿Que hacías antes que llegara?

-Leer.

-Como el libro que encontré la otra vez entre tus cosas.

Un sonrojo invadió tus mejillas, con solo recordar aquella situación te traía vergüenza, te lamentabas día y noche por haber llevado ese libro a la academia, ni cuenta te diste cuando se escabullo entre tus cosas, pero maldecías al peliblanco por revisar tus cosas.

-Callate idiota -le tiraste un cojín, que por obvias razones, no impacto contra su cuerpo-. Y no, no era un libro de ese estilo.

-Así que aún tienes guardada aquella Wii -solto al aire, eso no tenia nada que ver con el tema anterior, te había dado indirectamente la razón de su repentina visita-. Hablaste de eso en la misión que tuvimos hace unos días.

-Así que por eso estas aquí, ¿eh? -reíste al recordar aquellas noches donde jugabas junto a Gojo y un pequeño Megumi-. Aún no superas que te gané en Just Dance, o nunca lo olvidarás.

-Fue suerte -murmuro-.

-Megumi no dijo eso -aclaraste, tú y el pelinegro eran muy unidos, lo eran tanto que llegaban al punto de llamarlos pareja, aunque por la diferencia de edad, seria imposible-.