Non sta succedendo - Meanie

Capítulo 10

La semana comienza con él y Mingyu evitándose. Wonwoo se queda con Jun y Minghao el sábado por la noche, pero no puede evitar su habitación para siempre. Cuando regresa, Mingyu no está allí, y exhala un suspiro de alivio antes de cambiarse, ponerse los auriculares y trabajar en su tarea. Para cuando Mingyu regresa, la ha terminado.

Mingyu, por su parte, trata a Wonwoo como si fuera un mueble más. No se miran el uno al otro; ellos no hablan; ni siquiera discuten. Mingyu hace ejercicio en el gimnasio, Wonwoo no coloca su música en la habitación ni una vez. El martes, cuando Mingyu trae a uno de sus compañeros de equipo en la habitación, mostrándole algo en su computadora portátil, Wonwoo vuelve a salir en lugar de quedarse solo para irritar a Mingyu. El jueves, cuando Mingyu deja su ropa sudada por la habitación después de la práctica, Wonwoo se muerde la lengua en lugar de gritarle.

No es hasta el viernes que las cosas vuelven a la normalidad. También sucede con bastante facilidad. Wonwoo está haciendo su tarea, Mingyu lanza una pelota al aire mientras está acostado en su cama, y dice al azar: "Aún no me gustas. Y presionas las teclas con demasiada fuerza".

Wonwoo hace una pausa, volviéndose hacia él. "Tú tampoco me gustas".

"Bien." Mingyu lanza la pelota, casi golpea el techo, y luego la atrapa con gracia y rapidez cuando cae de nuevo. "No quiero que pienses eso solo porque nosotros, hayamos... hecho lo que sea, de repente puedo soportarte o algo así. Porque no puedo".

"Como si tener sexo contigo cambiaría el hecho de que eres un idiota", escupe Wonwoo.

Mingyu se levanta de la cama y deja caer la pelota al suelo. Rueda debajo de la cama de Wonwoo. "Vete al infierno, Wonwoo", murmura, dirigiéndose a la puerta. Lo golpea detrás de sí mismo al salir.

Cuando se ha ido, Wonwoo puede volver a respirar de repente. Es como si hubiera estado conteniendo la respiración toda la semana, esperando que lo que sucedió no hubiera cambiado las cosas. Porque no fue así, no para él. Mingyu todavía le hace hervir la sangre. Todavía quiere golpear al tipo. Pero se sentiría... ¿culpable, tal vez? Si las cosas cambiaran para Mingyu. Pero no lo habían hecho, sigue siendo un idiota, y a Wonwoo le gusta más así. Es como volver a estar en terreno conocido. Es más fácil cuando se odian porque él sabe qué esperar. Y esta semana ha sido todo lo contrario.

Wonwoo sonríe para sí mismo mientras vuelve al trabajo.

Su mamá lo llama el lunes, entre su segunda y tercera clase del día, cuando camina hacia la cafetería para buscar algo para despertarlo. Saca el teléfono del bolsillo, lee su nombre en la pantalla y pulsa "hablar" de inmediato.

"Hola cariño", dice alegremente. "¿Cómo está mi hijo genio?"

Wonwoo sonríe, se detiene para dejarse caer en un banco. Saca los cigarrillos de su bolso mientras dice: "Hola mamá".

"¿Estás fumando?" ella exige, justo cuando él enciende su mechero. "Pensé que lo habías dejado."

Wonwoo gime, devolviendo el humo al paquete. "Estoy dejándolo", corrige. "Lentamente. La universidad es estresante".