Thomas Hiddelston.

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Luego de aceptar bailar con Él me lleva al centro de la pista, Mr. Saxobeat suena, las luces del lugar parecen cambiar con el ritmo y lo disfruto, estamos frente a frente y puedo notar como Tom disfruta bailar, aprieta sus labios y mueve los puños rítmicamente, le tomo el paso con facilidad y antes de darme cuenta estamos siendo el alma de la fiesta, cantamos y gritamos sin importar nada mas que los dos, la canción termina y I Wanna Be Your Slave toma lugar ahora, nos miramos fijamente a los ojos, ahora veo bien que tiene los ojos azules mas increíbles que he visto alguna vez, que su cabello tiene un rubio precioso y que lleva barba de algunos días, siento que lo conozco de algo pero el alcohol y las luces no me dejan confirmarlo. Él se acerca mas a mi, esta vez no se lo impido. Mi corazón sube las revoluciones de su galopeo con su cercanía hasta que nuestras narices están casi rozándose, mis ojos van rápidamente de los suyos a sus labios y lo veo sonreír, toma mi mano y se aleja despacio viéndome, ¿es una invitación? 

Lo veo alejarse sin saber que hacer pero algo dentro de mi dice que debo seguirlo, mis pies piden permiso uno al otro para dar cada paso, el sube una escalera que no había visto antes y yo subo detrás, lo veo perderse por un pasillo, me siento casi en las nubes, abre la puerta de una habitación y debo detenerme a respirar un par de veces, ahora no se si es tan buena idea seguirlo, veo a los lados y no hay nadie, los pacillos están en completa soledad y la música suena mas tenue acá. Armo de valor mi pequeño cuerpo para tomar el cerrojo y abrir, dentro hay una cama enorme perfectamente tendida con sabanas de seda, una luz cálida proviene del baño, debería huir. 

Entonces lazo un grito ahogado y siento mi boca caer al suelo,  me quedo helada al ver a Tom. Esta de pie en la puerta del cuarto de baño y sólo lleva puesto unos vaqueros holgados. 

El permanece callado mientras yo lo observo pasmada, a la espera de una explicación quizá. No obtengo mas que la intensa mirada de sus ojos azules del otro lado de la estancia. Me siento como si estuviera analizándome bajo la lente de un microscopio y el alcohol empieza a revolverse en mi estomago.  Sigo esperando a que me ilumine pero el no dice nada. 

Intento ignorar el magnifico cuerpo masculino que tengo delante y busco en mi cerebro alguna instrucción para salir de aquí. ¿que se supone debo hacer? vuelvo la mirada y el sigue ahí, con la cabeza ligeramente inclinada y la boca entreabierta. Existe una definición muy acertada; no es excesivamente musculoso, es.. perfecto. Me observa muy detenidamente y su mirada parece decirme que estoy apunto de morir de placer, bajo la mirada a sus vaqueros y veo el bulto que se forma en su entrepierna. Esta completamente excitado, aunque dudo mucho que tanto como yo. 

- Relájate, Elena- Su voz es suave - Sabes que lo estas deseando. 

Me paso las manos por el cabello sonriendo, en realidad quiero soltar a reírme fuerte, pero ¿quien no? solo hay que verlo. El ritmo de mi corazón se multiplica por 10 cuando empieza a caminar hacia mi despacio, con los ojos fijos en mis labios. Cuando se encuentra a solo unos centímetros de distancia su aroma perfecto me inunda la nariz, me mantengo firme viéndolo con la misma seguridad que el planea tener en mi. 

Se acerca hasta que lo tengo ante mi. Esta lo mas cerca que puede estar sin tocarme un solo cabello. Es enorme, casi majestuoso. 

- Date la vuelta- Ordena. 

Yo obedezco sin pensar y me vuelvo despacio mientras cierro los ojos fuerte, la parte sensata de mi ser que esta escondida en un pequeño lugar de este caliente cuerpo quiere desaparecer. ¿que estoy haciendo? Todo mi cuerpo esta tensado a la espera de su próximo movimiento, de su tacto, pero el no hace nada, así que me dispongo a voltearme pero el no lo permite. Siento sus manos grandes, suaves y cálidas sobre mis hombros, me recoge el cabello que cae por mi espalda y lo deja caer sobre mi hombro descubriendo mi nuca. Vuelve a colocar su mano sobre mi hombro y extiende su pulgar hasta mi nuca, masajea con suavidad mis músculos tensos, casi blanqueo los ojos solo con ese pequeño roce. Balanceo la cabeza en un gesto de agradecimiento, su aliento se acerca a mi oído y suelto un pequeño suspiro, acerco mi cara a la suya. 

- No pares- Susurra, su voz vibra provocando que toda mi piel se erice. 

- No quiero hacerlo- Apenas me reconozco, no puedo creer que este haciendo esto luego de conocerlo apenas que? 20 minutos? no puedo estar accediendo a esto. 

-Me alegro, porque no creo que te lo permitiese- Dice y presiona toda la parte delantera de su cuerpo contra mi espalda mientras muerde suavemente el lóbulo de mi oreja - Voy a quitarte el vestido- Consigo asentir con todo el peso de mi cuerpo - Eres demasiado linda...- Murmura en mi oído. 

- Dios..- me apoyo tras en su cuerpo, puedo sentir su enorme erección contra mi trasero. 

- ¿Notas eso?- Mueve suavemente su cadera en círculos, no me contengo, gimo y mis rodillas se convierten en gelatina. Sus palabras están llenas de convencimiento y me siento esclava. Su dedo indice comienza ascender desde el final de mi espalda hasta el centro de mi columna, mis manos y todo mi ser muere por darse vuelta y devorarlo. Alza la parte superior de mi vestido, coge la cremallera y me apoya la otra mano en la cadera,  su mano ocupa toda mi cadera y me mantiene inmóvil. 

Lo siento suspirar al ver mi piel desnuda, desliza bajo la tela de mi vestido hasta detenerse sobre mis hombros descubiertos, flexiona los dedos y me aparta el vestido por delante antes de arrastrarlo muy despacio hasta que cae al suelo. El se queda sin aliento y agradezco haber combinado mi ropa interior. Me agarra de la cintura y me pone frente a el, acerca una mano a mi pecho y con el pulgar dibuja círculos alrededor de mi duro pezón sobre la tela del sujetador. Una pequeña sonrisa dibujan sus labios, es consciente de su efecto en mi.  Me armo de valor para subir la mano a su tórax, es tan cálido y firme que me roba el aliento. 

Me roza el labio inferior con la lengua y busca con ella la entrada que no le niego, lo acepto en mi boca y nuestras lenguas se baten en duelo, tiene la boca caliente y su lengua es laxa pero intensa. Le rodeo los hombros con los brazos para acercarlo mas mientras él presiona la entrepierna contra mi vientre, su erección es dura como el acero y lucha por liberarse del encierro de los vaqueros. Todas las partes de su cuerpo son perfectas de eso no tengo duda. 

Todo cobra sentido cuando escucho la voz de otra persona dentro de la habitación gritar el nombre de Thomas, no reconozco es voz, me pongo rígida de un momento a otro, lo empujo con ambas manos 

- Por favor no te vayas- Susurra. 

- No puedo hacerlo-  Mi pequeño cuerpo aturdido se pone en marcha, recojo el vestido del suelo lo coloco rápidamente, al salir del cuarto de baño veo una figura femenina que alza las cejas al verme, bajo la cabeza y corro afuera. soy una persona del asco, seguro es su novia. 


Slave. | Tom HiddelstonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora