Ramé.

Un Intento De Poesía.

Escribir lo que sientes
es más fácil.
Es factible no exponerte a un vituperio
o al silencio ante los oyentes.
Al escribir no te juzga nadie
más que el propio ego.

Los sentimientos siempre han sido puzzles
que no logro resolver.
A falta de una pieza,
un pequeño engranaje en el gran reloj,
un enlace en el compuesto,
un poema sin acabar...
Ningún ser hace conocer su debilidad,
sus partes incompletas,
sus piezas perdidas,
su imperfección...
Transformando así los sentimientos,
en nuestro mokita.
Aunque aún encerrados,
gritan.

Escribir es mi puerta mágica,
un grito interno hacia el papel,
a veces incluso a la almohada.
Una escapatoria entre lágrimas,
en las noches donde mi mokita sale disparado de mi pecho
y no hay quien frene su explosión.

Formando un reflejo
del ramé que llamo vida.
Manteniendo mi cordura
ante un mundo de locos tristes.