Salí del taxi después de pagar mi parte de la tarifa. Mis amigas me devolvieron el saludo mientras caminaba hasta la puerta principal de mi casa. Me habían interrogado sobre todo lo ocurrido con Harry, todavía estaban un poco asustadas con el asunto.
Una vez en mi habitación, me quité la ropa y la tiré en la cesta de la ropa sucia. Rapidamente me cepille el pelo antes de ir a la cómoda. Me quité la camiseta rápidamente y fui bajándome los vaqueros mientras entraba en el baño. Medio dormida encendí la luz, cogiendo mi cepillo de dientes y hechandole pasta de dientes encima. Abrí la boca y empecé a limpiarme los dientes. Me puse el pelo hacia un lado y incliné la cabeza. Ël cepillo se escapó de mis dientes y golpeó con el fregadero ante el hematoma en mi cuello, era rojo con toques de morado. Deslizé mis dedos sobre la marca, haciendo una mueca. Él me había marcado, Me estremecí ante el pensamiento, tratando de borrar de mi mente la sensación de sus labios sobre mi piel y como su lengua jugueteaba con la piel de mi cuello. Sus palabras “Eres mía ahora” se hizo eco a través de mi mente. Traté de sacar a Harry de mis pensamientos, volviendo a la limpieza de mis dientes.
Términe de prepararme para irme a la cama antes de hundirme en las mantas. Mi cabeza rodó hacia un lado y dio golpecitos contra el edredón hasta encontrar la fuente del zumbido. Puse mi teléfono delante de mi cara. Era un mensaje de Harry. Mi corazón se aceleró cuando me obligué a abrirlo.
De: Harry
“Sabes, probablemente deberías cerrar las cortinas antes de desnudarte. Gracias por el espéctaculo, amor.”
Salí de la cama y me acerqué a la ventana. Me asomé y mis ojos aterrizaron en un vehiculo grande negro situado en el otro lado de la carretera. Sentí una oleada de miedo. Harry se apoyó en el coche, con los brazos cruzados sobre el fuerte pecho. Incluso con la oscuridad, me di cuenta de que tenía una sonrisa arrogante en el rostro. Se alejó del vehículo y entró en el asiento del conductor. Antes de darme cuenta de que el coche había acelerado ya había desaparecido de mi vista.
“¿Dónde me he metido?”
***
“Buenos días, Bo. “
Me llamó mi madre desde la cocina al oírme bajar por las escaleras. Mientras caminaba por el pasillo miré el espejo que colgaba de la pared. Tuve que mirarme dos veces al recordar la horrible marca morada en mi cuello. Me puse el pelo por encima del hombro para taparlo. Me eche otro vistazo para asegurarme de que no se veía y después entre en la cocina.
“Buenos días ma…”
Me paré en seco al ver una cabeza repleta de rizos castaños, sentada ante el mostrador.Esto no puede estar pasando, con mi madre de espaldas a él Harry era libre de arrastrar sus ojos verdes por toda la longitud de mi cuerpo. Me sentí cohibida cuando su mirada subió a mi cara.
“Oh Bo, este encantador chico estaba esperando fuera, asi que le invité a entrar”
Una sonrisa se dibujó en la cara de Harry mostrando sus hoyuelos.
“Hey Harry”. Me forcé a mi misma por educación.
“Hola, Bo”. Dijo y me guiñó un ojo.
“Mamá ¿puedo hablar contigo un segundo?” Le pregunté con los dientes apretados.
Le dediqué a Harry una sonrisa dolorida antes de empujar a mi madre al pasillo. Una vez me asegure de que no nos podía oir empecé a hablar.
“¿Porque le invitaste a entrar?” Susurré enfadada.
“Me dijo que era amigo tuyo, es muy dulce”
“Mama , podría haber sido un asesino.” La regañé.
