Castillos de nubes

Dolor

Llegue al punto de encuentro en el que había quedado con Erato en la madrugada, era un parque pequeño, tenía mucho césped y árboles.
Cómo no la vi opté por sentarme debajo de un gran árbol de ceresos, esperar no era mi fuerte pero podía hacer el intento, pero entonces me dí cuenta de que había unos chicos hablando, decidí poner más atención a su conversación:

"Seré un avaro si deseo robar sus sentimientos, no deseo que ella me lance fierro, deseo robarle una sonrisa, deseo alejarla de mi.

Aún sueño para motivar mis mañanas, aún vivo en la realidad para cumplir mis sueños, muchos podrán apagarse, otros brillarán, el amor puedo confundirlo mil veces y no siempre se irá, el juego no siempre tiende en acabar mal, aún cuando mueres siempre recorrer tu vida en cuestión de segundos para disfrutar de los tragos amargos, de los momentos felices
de lo que fue y de lo que pudo ser"

Entonces ella llegó.
Erato. -Holaa, ¿llevas mucho tiempo esperando? - sé sentó a un costado de mi y me miró con una hermosa sonrisa que adornaba su hermoso rostro.
Le sonreí de igual forma y le conteste que acababa de llegar, charlamos un largo rato hasta que se oscureció, aparecieron las primeras estrellas de la noche y ambas decidimos subir a la cima del árbol para poder apreciarlas de mejor forma, estaba tan metida en mis pensamientos que comencé a hablar sin darme cuenta.

-La veracidad de tus palabras, los enigmas y las dudas sin respuesta, la rutina de nuestra marchita vida, tratando de agradarle al espejo para no caer, esos pensamientos que pueden ser la clave del éxito o el inicio de tu propio tormento.

Las estrellas están conectados con nuestros cuerpos, lo digo yo que las veo cada vez que necesito aliento, en esos momentos de relatividad que pueden destruir tu tiempo.

Enfrentarme al murmullo del instante que desea corregir tu tiempo, has saltado la brecha del pasado, no puedes regresar a un siclo que has destruido.-

-Qué hermoso pensamiento- dijo Erato con una mirada resplandeciente, me puse roja apenas escuche eso y solo pude responder con un "gracias" un poco inaudible.

Ambas reímos por lo antes dicho y seguimos contemplando el hermoso paisaje que se había formado en el cielo.

-"Ama a pesar de ser traicionada pero sin darle prioridad al que no te la ha dado"- dije sin mirarle a los ojos, callando la risa de ambas, sabía que ella aún no estaba del todo bien y quería ayudarla de cierta forma, así que la abracé y solo soltó el llanto que había contenido por tanto tiempo en su interior, sentía cómo su corazón estallaba al son de sus lágrimas, sin duda una sensación terrible...

Si te dieran un libro con la historia de tu vida escrita, ¿leerías el final?