Akumu ⋮ 悪 夢

𝐋𝐚 𝐜𝐚𝐫𝐭𝐚

Akumu se encontraba entrando a su salón de clases, llegando antes que el resto de sus compañeros para que no la vieran entrar.
Se llevó una sorpresa al ver algo que parecía ser una carta encima de su pupitre.
Al ver qué el resto de sus compañeros estaban entrando, la tomó y la guardo en su mochila.

El resto del día transcurrió con normalidad.

Luego llegó el momento de volver a casa.

...

La pequeña niña, mientras hacía sus tareas vio aquella carta, dudosa de si debía abrirla.
Se armó de valor y tomo la carta para acto seguido abrirla.

Al abrirla empezó a leerla.

Decía:

Akumu.

Se que recientemente perdiste a una amiga, y yo se la razón de que eso pasara.

Puede que no me creas lo que voy a decirte, pero es completamente verdad.
Ella hizo un trato con esas personas.
Le propusieron que si les decía todo los que sabía de ti, la dejarían de molestar. Y así sucedió.

Como ya mencioné, no espero que confíes en lo que te estoy diciendo, es decir, ni siquiera sabes quién soy. Pero es completamente verdad.

Att: un chico de la clase B

Después de leerla, sus ojos se cristalizaron y las lágrimas empezaron a caer mientras ella observaba aquél pedazo de papel con una mirada sería.

La dejó encima de la mesa y volvió a sus deberes.

...

Cuando terminó de hacer sus deberes y de hacer la comida de sus padres, se dirigió a su habitación, se preparó para dormir y se recostó para después repetirse la misma pregunta de siempre.

ー¿Algún día llegaré a ser feliz?

Cerró sus ojos y cayó en brazos de Morfeo.

Se encontraba sentada en una mesa llena de banquetes exquisitos y la habitación estaba llena de colores.
A su alrededor se encontraba su familia.
Su padre, su madre y su hermano...

Espera...

¡¿Hermano?!

La pequeña volteó a verlo incrédula.

Al verificar que era el, Akumu se levantó y corrió a abrazarlo.

En el momento que iba a sellar el abrazo, vio como de repente todos los colores fueron reemplazados por colores opacos.

Volvió a ver a su hermano.

Este parecía estar colgado en el techo.

Sus padres ya no estaban.

La comida en la mesa se había llenado de gusanos que la iban comiendo lentamente.

Lágrimas caían por las mejillas de la pequeña Akumu.

Risas se empezaron a escuchar a su alrededor.

Eran ellos.

Una luz se encendió detrás de ella, dejando ver la silueta de alguien, un chico.

La silueta parecía alejarse cada vez más de ella.

La pequeña intentaba alcanzarlo, corría y se tropezaba de vez en cuando.
En el momento que al fin logró alcanzarlo.

Despertó.

al abrir los ojos, oyó algunos gritos provenientes de la primera planta.

Suspiró y vio la hora.

4:50

Se levantó y se dispuso a arreglarse para ir a su escuela.

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