CAPITULO CINCUENTA Y NUEVE

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Allí se encontraban viéndose cara a cara dos jóvenes que en algún momento de su vida tuvieron una cita de tan solo dos horas, esas dos horas que se vivieron como si fuera una eternidad pues la chica asiática si se había enamorado de niño Pines. A pesar de que todo había terminado con una amistad ella no lo vivió de esa manera pues muy en el fondo durante esos dos años de ausencia de los gemelos misteriosos muy dentro de su corazón Candy seguía con esos sentimientos hacia Dipper, sentimientos que sobre pasaron los limites cuando recibió la llamada de Mabel diciendo que ya estaban de vuelta en Gravity Falls.

Para su mala suerte esta se encontraba en su nación en un campamento de verano, y después de aquella llamada hizo todo lo posible para poder llegar a tiempo y tal vez, solo tal vez, pudiera volver a confesar lo que sentía por el joven Pines. Pero, no lo haría como aquella niñita inmadura sino como toda una joven que sabe lo que quiere. La joven Chiu llego a Gravity Falls exactamente una semana antes de la noche del baile y ya había tenido una reunión con Mabel y Grenda pero esta les había pedido que guardaran el secreto ya que quería que todos sus amigos de la infancia recibieran esa gran sorpresa en la noche del baile, promesa que parecía imposible de creer que Mabel guardaría pues ambas la conocían y estaban seguras de que a la primera le diría a su hermano, sin embargo, pudo mantener aquel pequeño secreto ya que no quería volver a tener problemas con Pacifica Noroeste.

Candy: como has crecido Candy, jejeje te recuerdo muy bien, tu postura era algo ridícula y con esas gafas parecías, emmm como decirlo?, te veías algo extraña. (rasca su nuca) pero, ahora luces diferente, no eres la misma de hace dos años.

Una joven vampiro demasiado sexy se encontraba frente al castaño quien la veía con algo de nervios pues él sabía que no faltaba mucho para que su novia se percatara de su presencia, aun así eso no le impedía ver a una Candy de buen cuerpo, sin gafas, y un busto bastante notable.

Candy: Ocurre algo? (sonrie)

Dipper: Nada jeje no pasa nada emmm me pediste un vaso con ponche, cierto? En seguida te lo sirvo jejeje

Candy: muchas gracias (le guiña un ojo)

Dipper: (se sonroja)

Pacifica: (le quita el vaso) de eso yo me encargo Manson (ve a Candy) veo que se pusieron de acuerdo para venir como vampiros eh, eso es genial (nótese los celos)

Candy: Pacifica?, Pacifica, eres tu? Wow eso si que es sorprendente!! Jejejeje

Pacifica: aquí tienes tu ponche (se lo da de mala gana) serian cinco dólares.

Candy: Cinco dólares? (cara de extrañeza)

Pacifica: Asi es, cinco dólares. (señala un cartel que no estaba antes)

Candy: Esta bien jejeje (le da exacto) pero cuéntame Dipper como es eso de que eres el mejor bateador de tu equipo de béisbol (da un sorbo al ponche ignorando a Paz)

Dipper: Bueno pues... solo ocurrió jejeje (rie nerviosamente)

Candy: y veo que no solo es eso, también tienes un cuerpo algo tonificado (le aprieta un brazo) has de cargar con facilidad a cualquier chica eh pillín jejejejeje

Dipper: jajajajaja ya basta jajajaja solo es un requisito para estar en cualquier equipo jajajaja solo eso.

Aquel comportamiento provoco que la rubia le vaciara su vaso en la cabeza para después irse una vez mas a la plancha y seguir con los pedidos, el castaño solo quedo allí sin decir nada pues sabia que tendría que pedir perdón muchas veces por su comportamiento.

Candy: veo que la tonta Noroeste sigue haciéndote la vida imposible eh... (comienza a secar a Dipper)

Pacifica: (les arroja la espátula) DEJA DE ESTAR COQUETEANDO A MI NOVIO FRENTE A MI MALDITA ZORRA!!!

Mas Que el Dinero [Parte 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora