Konoha En Cuarentena 🗡

BORUTO 🗡

Boruto no lloró, ni gritó, ni rompió cosas ni nada. Luego del rechazo de Mitsuki simplemente se encerró en sí mismo, ignorando a todos y a todo.

Esa tarde salió al patio sin mirar a nadie ni a nada. Se acosto en la hierba a tomar el débil sol del imvierno. No supo en qué momento se quedó dormido, pero fue despertado por su padre anunciándole que la cena estaba lista.

No quiso semtarse a la mesa con los demás y fue a su habitación. Su papá le llevó la comida allí.

Pasaron cinco días en los cuales Boruto ignoraba a todos, a excepción de su padre. Los tres primeros días no se hubo sentado en la mesa, limitandose a comer en su habitación mientras miraba la tele o jugaba en la computadora.

Recién al tercer día bajó a almorzar con los demás. Pero los ignoró a todos y no participó de la conversación de la familia. Era conciente de las miradas de Mitsuki y Menma pero ya no le importaba.

El sexto día empezó a meditar sobre sus sentimientos. El rechazo del peliazúl había quebrado algo en su interior. Si antes no se interesaba por nada, ahora le era indiferente todo.

Menma había dejado de importarle. Sabía que era descabellado actuar así debido a que él era su gemelo después de todo.

Racionalmente era conciente de que en el amor a veces se gana y otras veces se pierde.

Pero emocionalmente era otra historia. Menma había dejado de existir para su persona. Vacío.

Eso era lo que sentía, de no ser por el intenso amor que sentía por su papá bien podría destruir la aldea sin importarle. O salir a contagiarse del coronavirus sin inmitarse ya.

En definitiva no hacía locuras por amor y respeto a su padre. En cuanto a Mitsuki, no le asombraba que no lo amara. Después de todo ¿quién podría amarlo a él? Si hasta su propia madre le dió la espalda desinteresandose de su persona.

Cuando tu propia madre no te quiere, significa que estarás solo en éste mundo. Eso era lo que Boruto pensaba. Pero no se sentía solo gracias a su papá. Al menos él sí lo quería.

"Papá, eres tan importante para mí"

Meditaba el rubio mirando por la ventana las oscuras nubes que anunciaban lluvia. Estaban en invierno, momentos en que el virus se fortalecía cada vez más.

Boruto sonrió al pensar en lo interesante que sería que el covid19 lo matara. Acabarían sus problemas, de una vez y para siempre. Dejaría de sentirse tan vacío y sin vida como en esos momentos se sentía.

Su celular volvió a sonar por enécima vez en el día. Era Shikadai, su amigo. No quiso hablar con él ni con nadie durante esos seis días. No se sentía con ánimos.

Además de seguro estaba al tanto de lo que le pasaba, a través de Shinki. El peliazúl seguramente le contó todo a su amigo de la arena.

Salió de su habitación y se topó con Sasuke Jr, quien lo miraba con reproche. Lo que faltaba, si no era Sarada tenía que ser su hermano.

Boruto frunció el ceño y le dijo:
-¿Qué quieres Sasuke?
- ¿Hasta cuándo vas a seguri compadeciendote de tí mismo Boruto?
- Tsk, no es de tu incumbencia.

Boruto bajó las escaleras seguído de Sasuke, quien en silencio lo seguía. Aquello molestaba al rubio a más no poder.

-¿Qué demonios quieres Sasuke? No estoy de humor.
- Ya lo sé, durante toda esta semana no lo has estado. Pero ¿en serio piensas que es el fin del mundo?

-¿Qué?
- ¿Todo porque Mitsuki te rechazó? Era sabido que lo iba a hacer ¿o no te diste cuenta que él amaba a tu hermano?

- ¿Qué dices?
- No, no te habías dado cuenta al parecer. Como Menma tampoco se supo dar cuenta que era él, el verdadero dueño de su corazón.

"Este maldito, si me hubiese dado cuenta antes de los verdaderos sentinientos de Mitsuki jamás le habría confesado mis sentimientos"

La mirada que le lanzó el rubio hizo reír al azabache.
- Deja de lamentarte ya. La vida sigue.

- Eso mismo pienso yo - dijo Sarada detrás de Boruto soprendiendolo - No es para tanto hombre.
- Habló la que es un tempano de hielo.

Sarada sonrió levemente mirandolo de forma significativa. Mirada que Boruto no supo cómo interpretar.

- Boruto ¿hasta cuando piensas seguir preocupando a tu papá? - le preguntó Sarada, hecho que sorprendio al rubio.

-Mi...mi padre ¿está...está preocupado? ¿En serio?
- Y todavía lo preguntas - dijo Sasuke resoplando con frustración.
- En serio eres tonto - comentó Sarada
-¡Oye! - protestó Boruto

- Por supuesto que está preocupado por tí, apenas comes. No te contectas en las clases, nada dices, y durante tres días ni siquiera salías de tu habitación. Ya no hablas con nadie, no ríes ni te enojas. Te limitas a jugar videosjuegos.

Boruto miró a Sarada más que asombrado, ella misma estaba preocupada por su persona. ¿Sería posible? Y su papá ¿por qué no se percató de eso antes? Lo último que quería era preocuparlo.

- Aquí todos nos preocupamos por tí ¿sabes? - dijo Sasuke - Hasta la tonta de mi hermana estuvo insufrible estos días, no hacía otra cosa más que hablarme de tí y de cómo estarás.
-Oye hermano....

Boruto mirá con detenimiento a la Uchiha, recién notó sus sonrojos y desvíos de miradas. Sonrió.

Al parecer alguien más se preocupaba por su persona, ademas de su padre. Los Uchihas eran buenos amigos, pese a sus apariencias frías e indiferentes.

Empezaba a entender por qué su papá se enamoró perdidamente del último de ellos.

Sarada sonrió también al ver a Boruto reír otra vez, en verdad estuvo preocupada por él y se lo hizo saber a su hermano, nunca imaginó que el muy maldito la delataría.

Pero valió la pena. Ahora Boruto había dejado su mutisimo infernal.

- Vaya Sarada, nunca imaginé que detrás de esa coraza de acero, había una chica sensible .

-¡Callate! - rugió ella roja de vergüenza, hecho que provocó una alegre carcajada en Boruto.

- ¿Lo ves hermana? Ya no tienes por qué preocuparte. Él está bien.
- Si, ya veo.

Desde la cocina Naruto y Sasuke los miraban. El azabache le decía al rubio:
- ¿Ves mi amor? Tú tampoco necesitas preocuparte más. Él está bien.
- Menos mal.

Sasuke lo abrazaba con infinita ternura. Odiaba verlo preocupado, y durante esa semana lo vió en extremo preocupado. Pero ahora lo veía respirar aliviado y felíz. Eso lo colmaba de dicha.

- Vamos a la habitación mi amor - le dijo Sasuke llevandoselo escaleras arriba, mientras sentía cómo Naruto reía de placer.