¡QUIERO SALIR!🗡

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Habían transcurrido siete meses desde que se inició la  cuarentena en Konoha y las cosas iban de mal en peor.

Con decir que el Hokage y su pareja tenían covid19 y por ende estaban aislados en casa, porque el hospital estaba lleno. Lo bueno era que hasta el momento en la añdea no se había registrado ningún muerto.

Lo malo era que el virus se había infiltrado a la aldea y nadie sabía el motivo. Los ninjas médicos eran los únicos con la capacidad para combatirlo.

Kakashi era asintomático, no así su pareja Iruka. Por eso el Sexto seguía trabajando desde casa. El consejo de Konoha al completo estaban infectados pero fuera de peligro.

Los estudios para la posible vacuna abanzaban pero no de la forma en que hubiesen deseado que lo hiciera. Además habían nuevas cepas que lo complicaban todo.

En definitiva todos en la aldea estaban preocupados. Y Konoha era, de entre las cinco aldeas ocultas, la que mejor estaba.

Hasta en la aldea de la arena se habían registrado muertos por causa del virus. Por suerte Gaara y su hermano estaban bien.

En las casas las cosas empezaban a empeorar debido al encierro total de la gente. En especial en la de Naruto y Sasuke, quienes tenían que amortigüar continuamente las batallas que peligraban con desencadenarse a cada rato.

Menma y Mitsuki desde que se confesaron su amor eran los únicos que la pasaban estupendamente bien.

Incluso sentían que la casa era grande. No dejaban de demostrarse su amor continuamente.

El Uzumaki empleó una técnica para aislar los sonidos de la habitación, técnica que la había desarrollado gracias al Baykugan.

Eso fascilitaba mucho las cosas. Aunque ninguno pudo hablar aún con Boruto, debido a que éste no les daba esa opción. Era cierto que el rubio había dejado de sentir cariño por su gemelo y por el peliazúl.

Fuera de ese hecho, todo estaba bien con su persona. O casi todo, ya que empezaba a sentirse asfixiado estando tanto tiempo encerrado en casa.

El entrenar con los hermanos Uchihas no le funcionaba ya. Y para ser sinceros, a Sasuke Jr tampoco. Sarada era la única sensata, aún.

Esa tarde Boruto peleaba otra vez con su padre por el mismo motivo. Quería salir aunque más no sea a dar una vuelta a la redonda de la cuadra.

—Basta Boruto— decía Naruto frunciendo el ceño, estaba agobiado por la situación debido a que el problema no hacía otra cosa más que agigantarse — Te dije que no.

— Papá por favor, es solo un rato,.siento que si sigo encerrado aquí voy a enloquecer.

— Te dije que no. Boruto La situación es crítica. Si sigues insistiendo tendré que encerrarte en tu habitación.

— Papá — Boruto lo miró con dolor, ya estaba encerrado y encima estarlo en su habitación.

—Oye, déjalo ya Boruto — intervino Sarada — No te preocupes Naruto.
— ¿Eh? Pero...
— Dije que lo dejes ya — Sarada lo golpeó volteandolo al suelo. Tanto Sasuke como Naruto se sorprendieron ya que ella era igualita a Sakura.

Vieron cómo se lo llevaba escaleras arriba arrastrándolo de la solapa mientras Boruto protestaba.

—Sarada me recuerda a Sakura jajaja — decía Naruto
— Y Boruto me recuerda a tí, mi amor — dijo sonriendo Sasuke.
— ¿En serio?
—Es igualito
— Jaja si tú lo dices.

Sarada llevó a Boruto a su habitación donde se encerró con él, recién lo soltó. En verdad no quería que lo castiguen porque sabía que el rubio la pasaría peor. Pero comprendía a Naruto, la situación era caótica.

Boruto suspiró apesadumbrado, debía seguir asfixiandose en casa hasta vaya a saber cuánto tiempo. Pero en esos momentos algo llamó su atemción. Miró por la ventana fuera.

El Jogan se había activado, y ahora podía ver un oscuro y destructivo chakra que iba acumulándose, no lejos de donde estaban. Aquello no le gustó nada.

—Sarada ¿puedes verlo?
—¿Eh? ¿Qué cosa?
— Hacia allá — el rubio señaló — Es un chakra destructivo y cada vez se hace más grande.

—¿Qué? — ella miró al sitio donde señalaba Boruto — No, no veo nada de nada.
— Iré a investigar

— Oye Boruto espera
— No me gusta nada como se ve esa cosa y no me cruzaré de brazos.

— ¿A dónde van ustedes? — Sasuke Jr entraba en esos momentos.
— Sasuke, Sarada. Iré a ver.

Sin decir más saltó por la ventana y saltando de techo en techo se alejó de la casa. Los hermanos Uchihas lo siguieron porque sabían que no podían dejarlo solo.

— Nos espera un buen castigo a nuestro regreso ¿saben? — dijo resignada Sarada.
— Que importa hermana, después de todo yo también empezaba a sentir deseos de romper algo por la desesperación.

Boruto sonrió al oírlos, sabía que sus amigos Uchihas no le fallarían. Pero regresó su atención a lo que tenía frente suyo.

No le gustaba nada lo que veía con su Jogan mientras se acercaba a esa cosa saltando de techo en techo.

Konoha En Cuarentena 🗡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora