Capitulo 2

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Hayeong estaba llorando, le dolía su pecho, por más que escuchara esa historia incontables veces siempre provocaba aquellas lágrimas, le dolía, sentía la historia como si ella la hubiera vivido, desde la primera vez que la escucho a sus 7 años comenzó a llorar, nunca supo porqué, pero siempre se sentía así, con mucha melancolía recorriendo su cuerpo por una historia que ni siquiera le pertenecía

–no llores linda– su abuela limpió sus lágrimas y está trato de darle una sonrisa

–abuela...– Hayeong continuó limpiando sus lágrimas las cuales seguían formando su camino

–se que sigues sintiendo culpa...– su abuela iba a decir algo pero está prosiguió

–tú no hiciste nada malo, creo que a tu padre le hubiera gustado decirte eso– la abuela le sonrió mientras limpiaba sus mejillas, aún que nunca lo había dicho ella seguía sintiéndose culpable, aun cuando sabía que no lo era, así que lo único que pudo hacer fue darle una pequeña sonrisa mientras quitaba sus lágrimas

–él me lo dijo muchas veces, mencionó que agradecía que hubiera nacido y que no hubiera cambiado eso por nada en el mundo, pero al mismo tiempo varias veces se preguntó cómo hubiera sido si se quedaba con él y conmigo, tal vez hubiera sido mas feliz; pero sabía que todo hubiera sido más difícil– ella sacó un pañuelo y limpio su rostro

–Moonflower... cuando murió... me dejó una carta– la rubia la miro sorprendida ya que nunca había comentado algo sobre la existencia de esa carta

–nunca la abrí, y mi decisión de no abrirla sigue... pero quiero dártela a ti– Hayeong abrió sus ojos con sorpresa

–pero... yo... la carta no es para mi– su abuela sonrió

–lo sé, pero también sé cuánto amas esta historia, se lo mucho que la sientes al momento de escucharla, quiero dártela y que la conserves como lo vas valioso de tu vida, así como yo lo he hecho desde que la tuve en mis mano por estos 36 años, lo único diferente será que tú podrás leer lo que la culpa no me deja a mi– el corazón de Hayeong empezó a latir rápidamente por alguna extraña razón pero asintió

–esta en el cajón del escritorio el que tiene candado, está es la llave– su abuela le entrego una llave y Hayeong fue a hacer lo que le dijo su abuela, y ahí estaba, sentía una extraña sensación en su pecho al ver aquella escritura, su corazón latía rápidamente y al tomarla con cautela entre sus manos una tristeza mezclada con alegría llegó a ella, estaba sosteniendo una carta de aquel chico que se podía apreciar en el cuadro, aquella nota del periódico sobre Moonflower que el padre de su abuela se había tomado el tiempo de recortar y enmarca

–Hayeong estoy cansada– ella llevo a su abuela a su habitación y con ayuda de la enfermera la dejaron recostada en su cama, Hayeong dejó un beso en su mejilla y sonrió

–será de mis cosas más preciadas, la guardaré hasta el día de mi muerte abuela– sonrió y luego se acomodó para dormir una siesta

Hayeon salió de la habitación de su abuela para dirigirse a la suya y dejar la carta en su escritorio, se sentó en este y la miro por unos segundos, su celular sonó sacándola de sus pensamientos, su novio estaba llamándola así que respondió, pasó el resto de su tarde hablando con él hasta que llegó la noche.

Se había despertado gracias a que su mejor amigo estaba ahí, está sonrió y lo invito a que se recostara

–entiendo que tú no tomes clases aún, pero yo si, entonces levántate y ve a arreglarte para visitar la universidad– la rubia gruñó un poco pero después se levanto, ambos salieron y se encaminaron a la universidad

–¿segura que te quedarás en la biblioteca hasta que terminen mis clases?– ella asiente

–me podré mantener entretenida–

–mi fuerte no son los libros, pero si tú así lo quieres– Hayeong sonrió, al llegar ambos bajaron y caminaron hasta la biblioteca

–hemos llegado a su parada, bueno si te aburres y vas a otro lugar me mandas mensaje y voy a buscarte– asiente y se despiden

–suerte en tus clases– ella busco un lugar donde sentarse y dejo sus cosas para ir a buscar algo para leer, camino por la sección de derecho y vio un libro que podría leer en ese tiempo, lo tomo y fue a sentarse, había decidido estudiar derecho ya que era algo de familia, sus padres y abuela siempre le habían dicho que era buena dando argumentos, además de que en una pelea ella siempre era la que tenía la última palabra porqué siempre tenía la razón al final, hojeo el libro y comenzó a leer, pero su mente comenzó a pensar en la carta... en que palabras le pudo haber dicho aquel chico a la hija de la persona que en algún momento amo, ni siquiera sabía si lo siguió amando hasta su muerte o si en otro momento llegó a olvidarlo, tan solo el hecho de pensar que lo dejó de amar la hacía sentir demasiado triste como si hubiera sido a ella, suspiró y levantó su vista para observar a su alrededor

No podía leer si estaba pensando en otras cosas, Hayeong comenzó a mirar a su alrededor hasta que se detuvo en un chico que estaba entre los estantes de los libros observando cuál tomar, estaba a una distancia prudente para que no notara la mirada de la chica pero no tan lejos como para que no lo pudiera ver a detalle, el chico era alto, se veía algo serio pero posiblemente solo estaba muy concentrado en lo que hacía, tenía unos hombros algo anchos, su cabello era castaño, sus ojos algo grandes, unos labios carnosos y rosados, el chico le pareció bastante atractivo, bajo su mirada al notar que estaba mirando a ese chico como si su novio no existiera, pero algo le pedía que pusiera su atención en él otra vez

Hayeong levantó su mirada y lo observo otra vez, en ese momento ya estaba tomando un libro hasta que su atención se desvió a una persona que se puso a su lado, lo más extraño de toda esa situación es que su corazón comenzó a latir de una forma en la que nunca antes lo había hecho, no pudo quitar su mirada de esa chica, con aquellos ojos brillantes y grandes, sus labios eran pequeños, se veían tan suaves y rosados, su cabello castaño y largo, parecía tener un brillo a su alrededor que lograba atraer toda la atención de Hayeong, pero cuando aquella linda chica sonrió su corazón latió aún más apresurado, aquella sonrisa con sus dientes frontales pareciendo los de un conejo le daba un toque tan tierno que por alguna extraña razón sentía tan familiar haciendo que su corazón quisiera salirse.

Ambos chicos tomaron el libro, la chica dijo algo lo cual Hayeong no logró escuchar por la distancia pero comenzaron a caminar hacia otra dirección, en esos segundos, tal vez minutos, la mirada de Hayeong no se apartó de esa chica hasta que desapareció por aquellos estantes, cuando volvió a reaccionar se levantó rápidamente para buscarla, no sabía porque razón necesitaba verla, pero aunque siguiera el mismo camino hacia donde se fueron aquellos dos la rubia no los encontró y volvió a su asiento con una pequeña presión en su pecho.

¿Por qué su corazón volvía a latir cuando recordaba a esa chica?, ¿por qué necesitaba verla al punto de ir tras ella?, y la mejor preguntar, ¿por qué le resultaba tan familiar?

Love Of My Life (Taekook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora