Capitulo 1
Cuatro años antes, once de marzo del dos mil doce.Deje el lapicero negro sobre el pupitre, agotada de haber escrito diez páginas en menos de una hora. Los dedos me palpitaban, las venas de mis muñecas sobresalían de mi piel. Respire profundo mirando de mala manera al profesor de Historia Natural, el cual se dirigía a su escritorio con una sonrisa burlona. Tenía ese deseo de golpearlo con las mismas diez páginas que nos dictó, sin pausas una tras otra, estaba realmente cansada. Di pequeños masajes en mi muñeca derecha sin dejar de escuchar los suspiros de frustración y algunas palabras obscenas al profesor de parte de la mayoría de los alumnos de esta clase.
El esperado timbre sonó avisando el receso. Guarde rápidamente mis útiles en mi bolso, salte del asiento, y me dirigí a la puerta sin mirar hacia atrás, solo quiero salir de aquí.
—No olviden escribir un ensayo de veinte páginas sobre la extinción de los depredadores para el miércoles ¡Atrás y viceversa! — Aviso el profesor. “Vete al carajo Richard” escuche a mis espaldas. Reí teniendo cuidado de que Richard no me vira— ¡Que sean cuarenta para ti Pete Card! Te estaré vigilando.
Salí de la clase prácticamente corriendo por el pasillo que me llevaba hacia el comedor. Cuando llegue allí inmediatamente empecé a buscar a Marian, mire hacia cada esquina y mesa sin tener suerte. Hasta que la encontré tomando turno en la fila. Ella me miro, y me levanto su mano para que la viera mejor, le sonreí y corrí hacia ella. Me guardo un puesto en la fila, detrás de ella.
— ¿Qué tal la clase de Historia Natural?— Pregunto, teniendo una sonrisa burlona en su rostro. La mire con cara de pocos amigos.
—Horrible… Sr. Richard nos dictó diez páginas en menos de una hora ¡Puedes creerlo! Esta loco, es como si no se le secara la voz— Furiosa me coloque un mecho detrás de la oreja— ¡No hace pausas ni para respirar!
—Te dije que no tomaras su clase, pero nunca me haces caso. Siempre tengo la razón—Presumió, me saco la lengua. Rodé los ojos. Note que solo quedaban tres personas delante de nosotras, mis tripas empezaron a rugir y me frote el estómago impaciente.
—Lo sé, tenías razón pero no es que siempre la tengas.
—Si la tengo—Respondió, cogió una bandeja, y yo la seguí unos segundos después.
—Entonces, para estar más contentos, literalmente. Nos dejó un ensayo de veinte páginas.
—Deja de quejarte, fuiste tú que quisiste la materia— Me levanto las cejas, dos arrugas se formaron en su frente.
—Es que… Me gusta la materia.Cuando habíamos elegido nuestro almuerzo, y antes pagarlo, claro. Salimos del comedor hacia el patio trasero donde estaba un área reservada del comedor, donde podíamos comer al aire libre. El viento agito mi cabello castaño oscuro. El día estaba brillante y soleado, perfecto para almorzar afuera. Veía a los grupos de adolescente, algunos cantaban, otros conversaban mientras comían hasta habían algunos que jugaban juegos de mesas. Nos sentamos en una mesa que daba cara al estadio, donde el esquipo de futbol americano estaba practicando para las nacionales. Empezamos a conversar de pequeñas cosas.
— ¡Hola chicas!—Escuchamos no tan lejos. No era difícil adivinar que la proveniente de esa voz era Allison Beyker. Levante la mirada, y definitivamente era ella además de que venía acompañada de Brenda Miner.
—Hola—Respondimos al unísono
Venían vestidas como siempre con su uniforme de porrista, que consistía de una falda corta y una blusa mangas largas un poco corta, con los colores del equipo, rojo y blanco.
— ¿Cómo van los entrenamientos?— Pregunto Marian.
—Estupendo, con nuestras nuevas rutinas y el equipo más fuerte que siempre estamos segurísimas que vamos a ganar—Respondió Brenda con entusiasmo.
—Deberían unirse al equipo chicas—Nos sugirió Allison. Su cabello rubio-dorado se agito con el viento, y ella se lo tomo con una goma.
—No es lo mío—Dije, Marian negó asqueada con la cabeza. No le gustaba mucho la idea de ser porrista. Mordí mi hamburguesa de pollo, y mire fijamente a Allison—Deberían intentar con la pirámide.
—Lo pensamos, pero creo que las nuevas no están preparadas para la pirámide—Me encogí de hombros, disfrutando de mi hamburguesa.Sentí la presión que sostenían ella, notaba que estaban muy preocupadas por las nacionales de este año. El año pasado fue desastroso, nuestro equipo perdió 1-10, el puntaje final. Iba cada año a apoyar el equipo, y a ellas.
Me distraje con mi almuerzo, sin prestar atención a la conversación que mantenían a mí alrededor. Me sumí en mis pensamientos, tantos de los recuerdos de mi pasado me arrastraron, todo a mi alrededor se tornó negro. Las imágenes pasaban a mi lado, muy horrible revivir esos momentos desastrosos en mi mente, el único lugar de donde no podía escapar. Cerré los ojos fuertemente tratando de que la lagrimas no salieran, no llores, no ahora… Abrí los ojos lentamente, teniendo miedo de que la oscuridad aun siga ahí. Lo primero que vi fueron los rostros de mis amigas, preocupadas. Un brillo de temor se encontraba en sus ojos.
—Estoy bien— Dije antes de que ellas empezaran a hacerme preguntas.
—Debemos salir de aquí, vámonos—Hablo apresurada Marian, me miraba fijamente, e igual miraba a todos lados. Fruncí en ceño, me agarro de la muñeca parándose de su lugar.
—No he terminado—Señale el ultimo trozo de la hamburguesa y el muffin sin tocar.
—Te lo acabas en el camino—Contesto Brenda, con la voz temblorosa ¿Qué está pasando? Ellas se pararon de golpe, Marian me jalaba del brazo y me hizo caminar a la fuerza.
— ¿Qué me ocultan?— Pregunto con voz firme. Me miraron nerviosas, tronando sus dedos y enredándose la punta del cabello. Me gire decidida a terminar mi almuerzo.
— ¡NOO!— Gritaron, pero era muy tarde.Mi cuerpo se clavó al piso, sentía el calor disminuir hasta la punta de mis pies. Las manos empezaron a temblarme y sudar sin parar, ojala estuviera viendo un fantasma, pero no lo es… Mi mente me decía “Corre” pero no me movía, mi cuerpo ya no respondía a mí. Mi corazón empezó a latir aceleradamente hasta el punto de creer que se me iba a salir del pecho. Me ha encontrado… Ha vuelto… Es el…
Sentí una vibración en mi bolsillo, deduje que es mi celular. Inconscientemente mi mano se dirigió al bolsillo del pantalón y tomo el teléfono. Aun mirándolo fijamente, sus ojos… Conteste.
— ¿Hola…?— La voz me sonó con muy susurro, el labio inferior me temblaba. Las lágrimas corrían por mis mejillas, y el maquillaje se juntaba con ellas.
— ¿Me extrañaste, cariño?—Entonces, lo confirmo. Estaba perdida.
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O' Clock- ZaynMalik&Tu
Fanfiction¡Hola! Esta novela no es mia, es de una chica de facebook. Espero que les guste. ________________________________________________________ Un amor adolescente con un final inesperado. Nadie se imagino que para estar juntos Tenían que pasar por mucho...