2 capitulo

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Me miraba fijamente con ojos depredadores. Su sonrisa se ampliaba mas por cada paso que daba, sus musculos se tensaban por cada pizada, apretaba los puños con tal que las venas se le pusieran mas gruesas y sobresalieran de su piel. Su cabello negro estaba revuelto y un poco risado en las puntas, veia sus ojos… Se tornaban mas negros mientras se aproximaba a mi. No podia moverme, mis huesos se volvieron blandos, como la gelatina, las lagrimas pasaban por mi mejillas como autos de carrera, muy rapido. A tres pasos de mí, se detuvo aun con esa sonrisa, se estaba burlando de mí.

Lo mire fijamente a sus ojos, naturalmente marrones pero ahora son negros… Tenía que levantar la miraba ya que es mucho más alto que yo. “Sal de ahí” me gritaba mi consciencia, pero no podía… Es como si estuviera pegada al suelo con clavos. “No lo mires” pero no podía, sus ojos son tentadores, me obligaban a mirarlo. “No dejes que te domine” pero es muy tarde, desde la primera que vez que me miro ya me tenía dominada, atada a él. 

—Te encontré cariño—Dijo con orgullo, su sonrisa no abandonaba su rostro—No puedo creer que huyeras a Michigan, sabes que te iba a encontrar… Siempre te voy a encontrar—Su voz salió firme y segura. Mis labios se separaron para enfrentarlo, pero no podía, los moví pero no salía ninguna palabra. 

Levanto la mano para acariciar mi rostro, quería echarme hacia atrás para evitar que me tocara, pero mi rostro siguió sin moverse esperando su mano. Sus dedos tocaron mi mejilla, fue como una descarga eléctrica que me puso más pálida de lo normal, mi rostro estaba totalmente pálido, blanco. Deje de respirar, el oxígeno se detuvo dentro de mis pulmones. Con su pulgar seco mis lágrimas, fue una caricia suave pero sabía que solo estaba actuando, algo buscaba además de mí, algo esperaba… Entonces, escuche ese golpe, sonó firme, algo fuerte. Un cuerpo solido se puso delante de mí, no pude ver quien era, mis ojos aun miraban sus ojos, no importara que, no podía despegar la mirada de él. 

—No la toques, maldita sea— Es Marian, ella es la que estaba frente de mí. Ella es como una barrera entre él y yo— Vete de aquí Ángelo. 

El sistema nervioso dejo de responder en mí, al escuchar su nombre. Un año escapando de ese nombre, meses sin oír ese nombre salir de la boca de los demás, ni de la mía salvo mi mente y ahora… Es como meterme un cuchillo por la garganta. 

—No te metas en esto Marian, no es asunto tuyo, esto es entre ella y yo—Su voz sonó dura, sabía que Marian era muy fuerte, pero en el fondo sabía que le tenía miedo a Ángelo. 
—Veras que si es de mi incumbencia, es de mi mejor amiga que se trata. Déjala en paz— Lo empujo, lo que no valió la pena, él estaba en su mismo lugar. Rio fuertemente… Esa risa…
—Que me lo diga ella, vamos cariño dime que me vaya—Me miro con esos ojos negros, salían llamas de ellos. No podía mover los labios, sentía lo seca que estaba mi boca, los labios partidos. El labio inferior me temblaba, intentado abrir la boca, la abrí pero no salía ninguna palabra—Ves, ella quiere que me quede ¿Verdad cariño? No puede alejarse de mí, me amas ¿No es así?
—No…— “Si” decía mi corazón, mi alma, mi cuerpo. Entonces me arrepentí de haber dicho eso, sus ojos se tornaron más negros, como una noche oscura sin estrellas, su rostro se puso rojo, estaba furioso. 
— ¿Qué diablos acabas de decir?—Las venas de su cuello sobresalían de su piel a punto de salir explotadas, no debía decir aquello—Vamos perra, repítelo. 

En un parpadeo, había avanzado hacia mí decidido a acabar conmigo, un par de manos tomaron mi antebrazo y me jalaron hacia atrás. Mis piernas no respondían, se arrastraban por el suelo mientras me jalaban, aquel cuerpo solido me tomo en sus brazos, me abrazo a su cuerpo, recibí su calor. En un solo parpadeo vi como Marian le clavaba las uñas a Ángelo en sus hombros, el cual la había cargado, salía un poco de sangre pero él no le dio importancia a eso. En un solo parpadeo, vi como la ponía en el suelo y la abofeteaba. Ella se quejó pero siguió de pie. 

Unos jóvenes que estaban más cerca agarraron a Ángelo por la espalda, luchando contra él. Un joven se acercó a Marian y la alejo del lugar, entonces vi todo antes mis ojos… Todo se volvió como uno de esos lugares de peleas callejeras. Los gritos llenaron el lugar, se amontonaron en un lugar, justo donde estaba el. Ángelo lo golpea a todos, fácilmente, eso no era problema para él. El entrenador del equipo y el profesor de educación física corrieron al centro de la pelea, empujaban mi cuerpo aunque estaba apagada a alguien. Nos tropezamos con dos chicos que pasaban corriendo y caímos al piso. Fue tantas las personas que estaban viendo y saliendo corriendo del lugar que llegaron a pisarme, por primera vez despegue la mirada de donde se encontraba Ángelo y mire a mi izquierda, era Allison que estaba tumbada a mi lado, ella me miro y me tomo de la mano. Con palabras mudas me dijo “Todo estará bien” Pero sabía que no será así. Un sombra se paró frente de mí, me ayudo a levantar y a Allison también. 

Cuando mire alrededor, los que corrían me pasan en cámara lenta, se veían hasta borrosos. Veían donde estaba Ángelo, y era lo que estaba acostumbrada a ver, los músculos de sus brazos estaban tensos, las venas de su cuello se entendían hasta sus antebrazos, casi saliendo de su piel. Los oídos me zumbaban, las piernas me temblaban… Tengo miedo, mucho miedo. 

—Debemos salir de aquí— Oía entre los gritos y el sonido de piel contra piel, quebrándose—Vamos _____, debemos irnos. 

Mis piernas inconscientemente empezaron a correr, recuperando el control un poco de mi cuerpo. Estaba cerca de la puerta cuando mire hacia donde estaba el, el me miro aun peleando, sus ojos disparaban llamas, estaba sudado. “Te encontrare, siempre lo haré” sus palabras mudas atravesaron mi cuerpo, y Salí de una vez de ahí. El comedor principal estaba vuelto un desastre, los guardias del instituto intentaban mantener a los alumnos tranquilos, el director apareció por la puerta que daba la salida del comedor corriendo hacia unos de los guardias, había muchos de ellos pero estaban distraídos. 

—No vamos a salir fácilmente de aquí— Dijo Brenda, mirando para todo los lados. 
—La salida de incendios—Susurre, pero bastante fuerte para que ellas puedan escucharlo. 
—Buena idea, vámonos—Hablo Marian. Salimos por la puerta del comedor, bajamos las escaleras metálicas y salimos por la puerta de incendios. 
—Nosotras debemos quedarnos, pero váyanse ustedes. Nos veremos mañana a primera hora, las mantendremos informadas—Dijo Allison, con valor. 
— ¿Están seguras?—Les pregunto Marian con preocupación. 
—Sí, estaremos bien. Llévala a casa, a salvo. No te preocupes cariño todo saldrá bien—Me abrazaron y entraron por donde mismo salimos. 

Llegamos al estacionamiento, Marian me quito las llaves del auto, lo encendió y me ayudo a entrar en el asiento del copiloto, y arranco el auto dejando el instituto a nuestras espaldas. Me escondí en mi asiento, abrazando mis piernas, el cinturón de seguridad apretaba mi estomago pero no me importaba. Aun sentía que estaba pálida, las lágrimas humedecían mis labios. El zumbido de mi bolsillo volvió a sonar ¿Y si es él? Entonces el tono empezó a salir del aparato “Enigma – Gravity of love” Sabia de quien era ese tono, mire el celular por un momento antes de contestar. 

— ¿Qué quieres Christopher?—La furia mezclada con el miedo fluyeron en mí, como se atrevía a llamarme después de tanto tiempo.
—Deja tu rebeldía _____, respétame, soy tu padre—Hablo con firmeza, trataba de intimidarme. 
— ¿A qué se debe tu llamada?— No quería empezar una discusión, no cuando el miedo corría por mis venas. 
—Los hijos de mis socios irán mañana a las doce del mediodía, se quedaran en tu casa por un tiempo—Respondió sin preocupación. 
— ¿Unos completos extraños se quedaran en mi casa?—Pregunte incrédula— ¿No que soy yo la que tengo que tomar esa decisión?
—La decisión la tome yo, no se diga más. 
—Pero es mi casa.
—Eso no tiene nada que ver, ellos irán a tu casa al mediodía y punto. Espero que cumpla con esto _____.
—Papa, también es mi decisión. 
—Ya tome la decisión, y irán. Mañana, al mediodía, adiós—Lo único que escuche fue la llamada cortada, y el silencio lo tomo. Ahora tenía un problema más, lidiar con unos completos desconocidos. 

O' Clock- ZaynMalik&TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora