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El pelinegro miro hacia la institución una vez más con aburrimiento en espera de que un rubio saliera de una buena vez de sus clases, aunque suponía que ya lo había hecho debido que podía ver algunos compañeros pasar a una buena distancia de el. Se recostó en el muro que tenía detrás, muchas veces él mismo se había demorado en salir, por lo que esto no le molestaba realmente. Volvió a ver hacia las ventanas del segundo piso en dirección hacia su aula, pensando en ir a buscarlo por si se había metido en alguna pelea sin el, él también se quería divertir.

Una media sonrisa se acentuó en su rostro y espero por otros 5 minutos, cunado estaba por emprender camino algo llegó a su agudo oído.

-¿¡Oye, escuchaste el alboroto!?, Parece que esta vez es al correcto Chifuyu al que le están metiendo una paliza...-Dijo alguien que estaba del otro lado del muro.

-¿En serio?, Aunque no sé si se lo haya buscado, hoy no lo vi en buen estado, parecía más cansado de lo normal- Contestó una chica, posibles compañeros de curso del más bajo. Decido no seguir escuchando y todo rastro de anterior diversión se borro de su rostro para ser remplazado por una fría furia.

Nadie, absolutamente nadie, tocaba a su sub-capitán y salía vivo de eso. Ni si quiera el mismo.

-Estos imbéciles se van a enterar de con quiénes se metieron- murmuró bajo para si con una mirada sería y ardiente, más les valía haber hecho nada grave o se encontraría con Kazutora mucho antes de lo que creía.

Vago por los pasillos del segundo piso en busca de las desafortunadas almas, más no los encontró en ninguna aula, solo el bolso de su compañero con las cosas a medio guardar y tirado en el suelo. Gruñó molesto, recogió todo y se lo llevó al hombro. Salió de ahí y miro por las ventanas del patio trasero, afino todos sus sentidos y escucho un grito ahogado proveniente de la esquina de los contenedores de basura. Corrió por las escaleras de dos en dos y fue rápidamente en esa dirección, para cuando llegó su vista se nublo de ira.

La única persona que consideraba un amigo en ese instituto de mierda, estaba atado con una corbata en el alambre, de forma que quedara arrodillado, amordazado y completamente golpeado, incluso su pulcra camisa blanca le faltaban un par de botones. Su cara estaba empezando a deformarse debido a los golpes contundentes en su fina piel cual porcelana, la cual estaba totalmente roja y sudorosa.

Su vista no se separó de él en ningún momento, ni siquiera cuando los 6 idiotas se voltearon a verlo y empezaron a gritar le cosas como, "mira perrito, ya llegó tu dueño por ti", "ya llegó el otro marica de la relación", "¿¡Ya viniste por tu puta, tarado!?".

Los tipos le empezaron a rodear, pero él estaba inmerso en esa desastrosa imagen de su sub-capitán, el cual ahora estaba inconsistente y noto que le costaba respirar un poco, uno de ellos alcanzó el bate que estaban por empezar a usar y cargo hacia la cabeza del pelinegro con lentes.

-Ustedes están muertos.- dijo agarrando el bate en el aire, mirando los con ojos totalmente muertos, desviando por primera vez la vista de Matsuno.

-¿Que sucede Baji-Chan?, ¿Te dolió que tocarán a tu puto-? - Un gran crujir corto su pregunta y vio como el chico menor, que no había soltado su bate aún, lo había partido en dos solo de la presión de su mano.

Lo siguiente que supo Baji es que estaba rompiendo literalmente a esos descerebrados al punto de llevarlos al borde de la muerte.

Se había lanzado primero al que sostenía el otro extremo del bat, rompiendo su nariz en miles de pedazos, parte de las mejillas y lo mandándo a volar con una patada en el abdomen que está seguro le rompió al menos 4 costillas. Se dio vuelta para mirar a los 5 restantes.

-¿Quién sigue?- Se saco sus lentes y los tiro por ahí, sin importar si se rompían o no. Dos fueron contra el esta vez, e hizo que sus cabezas chocarán entre sí de una forma dolorosa, dejo a uno inconsciente del puñetazo que le acertó en la cien, y al otro los estrelló fuertemente contra el piso, pateó en el estómago un par de veces hasta que sangre salía de su boca, dio la patada final y lo dejo cerca de los basureros.

3 fuera, faltan otros 3.

Agarró un palo de escoba que estaba en la basura y lo partió en la pierna de uno de los que estaba intentando escapar. Se puso en frente de la única vía de escape y sonrió cínicamente.

-¿Creen que los dejaré escapar así de fácil?- canturreo con burla mientras pasaba el palo por sus hombros. Camino lentamente hacia los dos que aún estaban de pie y pateó con todas sus fuerzas a uno en dirección a la pared, la cual se agrieto por el impacto, aunque eso no era nada en comparación de los dos brazos en posición antinatural del estúpido que se atrevió a bloquearlo, aún que era mejor así, esa podría haber sido su entrada al infierno, luego de golpear a un ángel.

-Eres... Un monstruo- Gimió con lágrimas el que supuestamente era su sempai, también vio que se había hecho en sus pantalones.

-¿Un monstruo dices...?- No tuvo ningún tipo de remordimiento al empezar a golpear seguidamente con sus puños en la cara del que había golpeado con el palo, dejando al cobarde para el final.

Cuando supo que estaba aún respirando, difícilmente pero vivo al fin y al cabo, decidió ver hacia el cobarde que se mantenía contra el alambre en busca de fusionarse con el.

-¿Que patética razón tuvieron para golpear al sub-capitán de la primera división de ToMan?- dijo con una mirada neutral y sin signos de emociones. El mayor intento aún más traspasar el alambre, el chico frente a él gritaba muerte por donde lo viera.- ¿Y bien?, no tengo todo el maldito día-

-¡Por qué ustedes nos arruinaron malditos mocosos de ToMan!- Exclamó en un ataque de pánico, el cual aumento cuando sintió que el otro solo aumentaba su enojo.

-¿Así que eso, eh?- Agarro de los pelos al rubio pálido frente a él- Déjame decirte una cosa, se metieron con la pandilla equivocada, en especial, con la división más desquiciada- Luego de declarar eso golpeó hasta que quedó irreconocible incluso para su madre, si es que tiene una, aunque lo duda.

Luego de todo ese alboroto se acercó a Chifuyu, el cual todavía estaba atado y lo desató para cargarlo en sus brazos, su corazón se apretó al notar que el chico tenía una fiebre muy alta y no dejaba de susurrar su nombre en un tono desesperado. Acarició parte de la espalda por donde lo estaba cargando y se acercó empezando a susurrar en tono tranquilo que ya estaba aquí y que todo estaba bien, eso pareció calmar al golpeado rubio y sonrió levemente.

Se volvió a jurar a si mismo que nadie volvería a tocar un solo pelo de Chifuyu Matsuno y destruir su angelical forma. Eso lo incluye en la bolsa.

~12/09/21~~1215 palabras~~17:07 publicación~

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~12/09/21~
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My Soft Angel Boy ~ Bajifuyu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora