Junghope_ETERNAL LOVE❣

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Jungkook estaba recostado en una de las bancas que daban vista a la calle fuera del parque acuático del amigo de su suegro, donde trabajaba o fingía trabajar mientras fumaba un cigarro, importándole muy poco el cliente que se quejaba de su falta de atención para que limpiara aquello que estaba en la piscina de adultos.

Jeon Jungkook siempre fue un alma libre de compromisos mayores al de buscar comida y sobrevivir una semana sin tomar agua, hasta que la vida fácil le llamo la atención y lo hizo brincar al lado de la delincuencia, tampoco es que tuviese buenos espejos, su padre era un ladrón alcohólico y su madre una prostituta que lo abandonó al nacer.

Su vida no fue demasiado fácil.

No hasta que se topó con Kim Hoseok, el sol de la familia Kim y la debilidad del sheriff y también aunque no quisiera admitirlo... la suya.

Hoseok entro a su vida como alguien sorprendentemente explosivo, cambiando todo y dejándolo patas arriba, Hoseok era felicidad y risas a todo momento, incluso cuando estaba triste, enojado o se sentía cansado de cuidar a su hijo.

Jungkook era heterosexual.

O eso quería creer.

Quería creer que seguía siendo el mismo hombre que su papá le advirtió que debía ser.

Pero... ¿En realidad eso importaba ahora?

El viejo estaba muerto o pudriéndose en alguna parte del mundo, a él no le importaba.

No como le importaba Hoseok y su hijo.

Pero era tan malditamente vale madres y frívolo que no quería demostrarlo. Su lado machista salía sin poder negárselo a él mismo.

No podía cambiar por más bella persona que fuese Hoseok, él no quería hacerlo.

No quería un hijo con él.

No quería una relación con él.

No quería nada con Hoseok.

Pero la realidad es que lo quería todo con Hoseok y eso lo hacia sentirse impotente.

Porque estaba cayendo por el bello doncel que lo volvía loco.

Ese constante parloteo y esas constantes risas insoportables que le volvían loco y a la vez le hacían cosquillas a su barriga.

Maldecía mil veces a Hoseok por hacerle eso.

  —¡Jeon te estoy hablando malditasea!—. El pelinegro pego un brinco fastidiado, mirando a su obeso jefe que le gritaba desde atrás.

El menor se levanto perezosamente de su asiento y caminó hacia donde él hombre se encontraba, la piscina tenía una rana muerta que se negaba a tocar.

Así que ignorando a su jefe se dispuso a encender un cigarro.

  —¡Jeon sácalo malditasea!—. Grito furioso el hombre—¡Para eso te pago! ¡¿O qué?! ¡¿Qué ha...

Los gritos quedaron a medias cuando Jeon tomo el brazo del hombre para medio cargarlo y empujarlo a la piscina, escuchándolo quejarse y casi ahogarse con el agua.

Sí.

Estaba en problemas.

Otra vez.

Pensó, cuando escucho la sirena de la patrulla tras él.

Su suegro estaba frente suyo, sentado detrás del escritorio, vestido con el uniforme policial que siempre solía tener.

Jungkook se había cambiado por una sport negra que dejaba ver sus trabajados brazos, uno de ellos con tatuajes cubriéndolo hasta los dedos.

  —Suplique para conseguirte el empleo—. Comenzó hablando su suegro. Mientras Jeon le miraba de forma fastidiada—Jungkook debes ser más responsable, tienes un hijo y te cansarás con el mío.

Regaño el mayor de forma tranquila, a lo que él otro miro la foto que el policía tenía en su escritorio, donde la bonita sonrisa de Hoseok se dejaba ver con el cabello lleno de flores.

Su novio era bonito, pero jamás lo diría.

  —Entraras más en la familia y se que en el fondo eres decente y hay cosas que se pueden mal entender—. Hablo, dándole una fría sonrisa.

El menor tomo su encendedor jugando un momento con el fuego, mientras escuchaba a su suegro.

  —Ya—. Freno el mayor—Hay soluciones—. Hablo, acomodándose en el espaldar de su asiento—¿Le compraste una sortija?—. El menor frunció el ceño, asiéndose al tonto.

—Ya tiene una—. Hablo, mirando nuevamente la foto en el escritorio.

Muy en el fondo se sentía culpable.

Muy culpable.

  —¿Tú se la compraste?—. El menor nuevamente se hizo al tonto—Porque no quiero pensar que él se la compro—. Jungkook se levanto, dando pasos apresurados fuera de la oficina.

Namjoon sintió su corazón apretarse, si tan solo no fuese tan bueno, si tan solo Hoseok no amara a Jungkook, si no tuviesen un hijo juntos y no sintiera cariño por el problemático joven, quizás podía sacar a Jeon de sus vidas, exactamente en la de Hoseok.

Pero era tarde y Hoseok se condenó a un amor que quizás nunca le apreciaría como merece.

Mientras tanto Jungkook caminaba por la acera de la carretera rumbo a la casa de sus suegros, donde estarían Hoseok y su hijo.

Sintiéndose avergonzado por un momento de él mismo.

Por no ser mejor persona para Hoseok.

Por no querer ser mejor persona para Hoseok.

Por no querer ser mejor persona para su familia.