Las primas Grindelwald (colaboración con celita24)

Callejón Diagón 1

Narradora

Las dos primas agarraron una gran cantidad de galeones y se dirigieron a la sala, cuando entraron a la sala los padres les miraron con reproche.

-Vais a salir así- pregunto directamente y de forma cortante el padre de Adriana con una cara de desapruebo.
-Si, hay algún problema- contestó molesta su hija.
-Hay muchos problemas jovencita- Intervino la madre de Celia
-Teneis que intentar no os reconozcan, no vais a salir como si nada pasara, porque sabeis perfectamente que lleváis un apellido muy poderoso- explicó otra vez la madre de Adriana
-Si si, eso nos lo habéis dicho muchas veces- dijo Celia con un tono bastante molesto.

Se pusieron unas capas con capucha para no ser vistas directamente, ya que cuando fueran a hogwarts ya podrian ser vistas, pero por ahora tenía que ser todo un secreto.

Narra Celia

Ambas nos metimos en la chimenea y dijimos "Callejón Diagon" a la vez que tiramos los polvos flu.

Aparecimos en el suelo del Caldero Chorreante.
-A la próxima vez vamos por separado que después ocurre esto-dije
-Si-asintió Adriana

Salimos de aquella mugrosa tienda y fuimos a la tienda de varitas Ollivanders ya que las nuestras estaban bastante estropeadas,aparte eran de la familia y nosotras queríamos una propia.
Teníamos que darnos un capricho de vez en cuando.

-¿Hola?-preguntó mi prima para ver si había alguien
-Eooooo-dije
-Ooooh señoritas Grindelwald las estaba esperando-dijo un hombre viejo

Nosotras estábamos atónitas mientras que nos mirábamos con cierto temor.
-psss Celia,¿Cómo sabe eso?-susurró Adriana
-No lo sé-le susurré de vuelta

-Ah ya sé-dijo el viejo dándose la vuelta mirando dos varitas-Tengan-

Yo agarré la que el señor me dió e increíblemente salió unos destellos blancos y verdes.

-Oh pensé que esa no sería la adecuada,pero veo que me equivoco-murmuró Ollivanders

Quedé fascinada mi varita era preciosa.
Era negra con una serpiente blanca con toques verdes,sus ojos eran naranja de algún mineral que desconocía cuál era.

-29'5cm, su núcleo es un nervio de corazón de dragón,madera de roble, increíblemente flexible.Esta varita tiene una muy semejante.Usela con precaución podría hacer mucho daño.

Narra Adriana

Tenía miedo no lo puedo negar, cuando dijo nuestro apellido un escalofrío me recorrió el cuerpo, no podía creer lo que escuchaba, Celia comenzó con su varita, era muy linda, después de que ella probase la varita era mi turno, los nervios eran bastantes aunque los podía disimular fácilmente tenía experiencia.

-Señorita Adriana pruebe la varita- dijo el anciano que no me daba buena espina- Vamos señorita- volvió a decir cuando vio que no la tomaba.

Cuando salí de mi tránsito mental y volví a la realidad agarré la varita, la sensación era extraña, un hormigueo pasó por mi mano hacia mi cuerpo, también salió un destello¿Negro y Verde? Nuca pensé que eso pudiera pasar pero bueno, la varita en si era muy linda tenía una Esmerada seguida de la empuñadura que era simple después de la empuñadura había una serpiente negra con ojos rojos rodeando la varita hasta la punta, me fijé en los ojos de la serpiente, eran realmente hermosos tenía una piedra que no conocía ¿Un rubí? Ni idea, pero era un rojo sangre muy bonito, de repente el anciano interrumpió mis pensamientos.

-31cm, el núcleo es pelo de unicornio, la madera es abeto y es ligeramente flexible- dijo- es curioso- volvió a decir.
-¿Por qué?- preguntamos Celia y yo al unísono.
-Estas varitas son diferentes a las que tengo en la tienda, están conectadas entre sí y aunque no lo parezca son muy poderosas en vuestras manos, utilizarlas con mucha precaución.

Narradora

Después de esa advertencia y pagar, salieron de la tienda, se miraron y comenzaron a andar.

Pasaron por una tienda donde vendían lechuzas y les llamo la atención.

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