Un molesto timbre se escuchó al lateral de su cabeza cuando intentaba despejar su mente del sueño. Deslizó la mano buscando la alarma hasta apagarla y restregarse los ojos con molestia mirando el cielo raso blanco de la habitación.
La emoción lo pilló de sorpresa al percatarse de que ese día finalmente podría alardear de cargar con su título universitario en tan solo un par de horas. Sus piernas golpearon el suelo y resonaron los bruscos pasos por todo el departamento buscando qué ponerse mientras el reloj caminaba a toda prisa.
Tomó una ducha rápida y salió adentrándose en unos pantalones de vestir y camisa monocroma, mientras se abrochaba los botones corriendo de un lado a otro. Un estilo muy propio de él, pero fue lo primero que encontró a mano aparentemente decente... contando con que posiblemente no lo haya lavado...
Abrió el refrigerador agarrando la caja de jugo y empinándola sobre su boca tragó lo que cediera en su ofuscada y reseca garganta. Las comisuras le cosquillearon por las gotas sobrantes antes de limpiarlas con el antebrazo y tomar del frutero una manzana para salir corriendo de casa hacia el elevador, metiendo los pies a trompicones en el primer par de tenis que agarró y guardaba la fruta en el bolso. Empujó el botón del vestíbulo con la rodilla, siseando del dolorcillo e imaginándose un moretón en la mañana siguiente. Se giró de espaldas viéndose en el espejo para recogerse las greñas oscuras y encaracoladas en una coleta con la primera liga que apareciera en su muñeca, de esas que tendía a coleccionar en forma de pulseras.
Con la torpeza y el apuro corrió hacia la parada, apretando el paso cuando el autobús de su parada casi se marchaba sin él. Tuvo que gritarle al chófer antes de que cerrara las puertas colándose por el agujero exhalando todo el poco aire que quedaba en sus pulmones debido a la carrera. Con el autobús serían diez minutos menos de tener que correr hacia la facultad.
Hoy finalmente Kim TaeHyung se graduaba de arquitecto paisajista en la prestigiosa universidad de Seúl. Un desastre como él al fin había tenido la dicha de terminar sus estudios para conseguir una vida digna de merecido trabajo.
En su vida jamás habían faltado las flores, las artes en cualquiera de sus manifestaciones y sobre todo los amigos, o el amigo, vamos a dejarlo así. Pero como decía, de pequeño TaeHyung tenía claro que su meta era llegar a ser un florista, o bueno, mejor aún, un arquitecto paisajista; tener su propia florería y también si extendía más el campo, diseñar jardines y complejos exteriores. Y bueno, de que quería he iba a ser todo eso, se lo tenía bien propuesto.
Pero antes que todos aquellos proyectos del futuro entrante, TaeHyung esperaba unas buenas y bien merecidas vacaciones. Con el estrés de los últimos proyectos y la defensa de su tesis sobre herbolarios, de la cual estaba muy orgulloso de concluir con excelentes notas y un reconocimiento por su destreza en la investigación y planteamiento de un futuro proyecto, su cometido y próxima meta era fotocopiar ese diploma cinco veces para enviárselo a toda su familia, enmarcarse el suyo para ponerlo en su balcón y finalmente embutirse de palomitas, series, mucho Netflix y nada de despertadores.
La brusquedad del autobús le hizo trastabillar por los pasillos, agarró con fuerza su bandolera despidiéndose del imaginario mundo que no vivía aún y pidiendo permiso entre las personas se deslizó hasta llegar a la puerta, emprendiendo nuevamente la carrera hacia la entrada de la universidad donde un portero burlón ya le veía de lejos señalando su muñeca y su característica tardanza.
—Buenos días señor —gritó saludándolo con un gesto de la mano al pasar por su lado y recibiendo una sonrisa de bienvenida.
El gimnasio lo recibió con una oleada de cuerpos de último año de varias carreras acompañado de familiares y amigos, todos mayormente vestidos con sus togas y birretes de graduación esperando el momento de inicio del acto. Con el corazón en la garganta se mordió el labio inferior antes de decidir escabullirse entre el imán de cuerpos presentes y enredarse entre las telas de satín de sus togas de distinto color. Empinó los pies, buscando el bulto de color verde que identificaba a su área y entre un par de codazos y empujoncitos logró encontrar a los de su salón. La masa de aire acalorado le sofocaba entre lo que intentaba estirar los pies y adelgazar el cuerpo pero fue solo un instante en el que se encontró con los coordinadores de año de cada carrera sentados en mesas con el uniforme de graduación. TaeHyung dio un suspiro antes de ir hacia la antepenúltima persona sentada, con la inquietud de llegar un poco tarde.
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𝐆𝐨𝐨𝐝 𝐍𝐞𝐢𝐠𝐡𝐛𝐨𝐮𝐫𝐬? • [𝐊𝐨𝐨𝐤𝐓𝐚𝐞]
RandomKim TaeHyung es un chico extrovertido, torpe y distraído que busca con ansias pasar unas vacaciones bien merecidas luego de sacarse su título universitario: mucho Netflix, reality shows, comida chatarra, música y tierra serán sus mejores amigos en l...