𝑆𝑡𝑟𝑎𝑤𝑏𝑒𝑟𝑟𝑦 𝐵𝑜𝑦 [ʳᵃᵈⁱᵒᵈᵘˢᵗ]

[1:algo sincero]

Había sido un día de mierda... no tenía más palabras para describirlo, se sentía como basura, apenas y podía con su propio peso, Valentino había sido más abusivo de lo que fue otras veces, esta vez si estaba enojado con el.

Caminaba por la fría madrugada del infierno, el cielo de amanecer rojizo apenas se estaba dando a mostrar, no tenía su celular a mano pero tal ver serian las cinco de la mañana aproximadamente. Iba a paso lento por la calle fumando un cigarrillo y esperando llegar pronto y dormir.

A unos pocos metros de la entrada se empezó a marear, la araña estaba perdiendo el equilibrio y las fuerzas luego de todos esos abusos que había pasado, en cuestión de pocos segundos quedó desmayado junto a la entrada del hotel.

Una sombra se manifestó detrás de el, El demonio de la Radio lo había estado siguiendo con su sombra, cuidándolo en cierto modo, no sabía porque lo hacía, pero le gustaba mirar a la Araña, su figura se le hacía estética y sus acciones parecían muy curiosas e interesantes para Alastor, le daba un sentimiento leve de felicidad verlo sonreír.

Tomo su débil cuerpo al estilo princesa y lo llevo con cautela a su habitación, ni la princesa ni nadie más debía verlo, no le molestaba que lo viéran a el, pero Angel estaba indispuesto y Charlie se preocuparía mucho si lo ve, así que no quería alterar a la rubia y causar un escándalo. Iba bastante tranquilo mientras subía las escaleras, afortunadamente recordaba cuál era la habitación de Ángel.

Entro a habitación la cual era un desastre, estuvo unos 5 días fuera y hizo un desastre la última vez que estuvo ahí, el semblante serio de Alastor se mantuvo ahí, con su gran sonrisa siempre presente, pero sentía una especie de lástima por el, no sabía lo que el sufría en su trabajo y tampoco quería preguntar e incomodarlo asi que nunca toco ese tema cuando hablaba con Angel.

Lo recostó en su cama y con un chasquido empezó a mover varias cosas para limpiar el desastre de su habitación, no había notado los moretones de Angel hasta que lo miro detalladamente, eso de seguro daría algo de que hablar hoy, Dejo un vaso de agua junto a una píldora para el dolor en su mesa de noche y le acaricio levemente la cabeza antes de irse y dejarlo descansar tranquilo.

Se dirijo a su habitación, aún era temprano y Tenia varias cosas que hacer a la tarde, así que quería aprovechar para leer el libro que tenía pendiente y tal vez más tarde preparase una taza de café, pero al menos Angel ya estaba bien y eso lo tranquilizaba mucho, algo en su interior sentía esa necesidad de protegerlo, como si ya lo hubiera conocido cuando era frágil y querés hacerlo sentir bien.

*   *   *   *   *

Se despertó luego de esa caída, no recordaba nada, noto que estaba en su habitación y se relajó un poco, vio su mesa de noche, lo de siempre una lámpara, su celular, una foto suya con nuggets y ¿una pastilla y una nota? Sip, se extraño, pueden ser drogas extrañas, no recordaba haber dejado eso ahí, Leyo la nota.

"De seguro despertaste con resaca así que te deje una pastilla para el dolor. Alastor."

¿¡Alastor le había dejado eso?! Desde cuando el demonio de la radio se preocupaba por el, se tragó la pastilla con el agua importandole poco ese acto tan cursi.

Hecho un vistazo a su habitación, no recordaba haberla dejado así de limpia, algo estaba pasando y no le daba seguridad, de seguro era una trampa para convencerlo de hacer alguna idiotez, pero no conocía a Alastor. Dejo pensar en eso e intento levantarse con cuidado, los moretones aún dolían bastante.

Se dirijo al baño, estaba dispuesto a tomar una ducha para refrescarse y bajar, se quitó la poca ropa que traía y entro a la regadera, el sonido del agua caliente caer le daba tranquilidad. Salio en pocos minutos y fue que secarse el cabello, ni loco pensaba salir con el cabello húmedo, busco algo de ropa cómoda, un suéter color melocotón y unos shots además de sus botas largas que casi siempre llevaba porque odiaba sus pies, se vistió y maquilló ligero, hoy era su día libre y no quería hacer nada, pero debía mínimo Desayunar y dar señales de que seguía vivo.