- Dios Marlene, no sé qué voy a hacer. Su cumpleaños es la semana que viene, y por mucho que le guste el chocolate, si solo le regalo bombones Remus me va a matar. No le puedo regalar bombones a mi novio en su cumpleaños.
- Sería gracioso que le regalaras un tanga. Yo le regalé a Lily unos boxers por su cumple y le hizo mucha gracia.
- No pienso hacer eso... Aunque creo que me has dado una idea.
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El reloj acababa de marcar las 12:00 a.m del 10 de marzo. Sirius se abalanzó de un salto a la cama de Remus, y comenzó a sacudir al cumpleañero fuertemente, quien profirió varios quejidos y súplicas en señal de que quería que le dejaran descansar.
- Feliz cumple baby, venga despierta, quiero darte ya mi regalo.- Remus se incorporó con pesadez, recibiendo miles de besos de Sirius por toda su cara. Ese imbécil siempre le hacía sonreír.- Toma, espero que te guste.- murmuró suavemente.
Remus tomó entre sus manos el paquete, lo examinó y le dio varias vueltas sobre sus palmas, admirando el envoltorio. Sirius se estaba empezando a poner nervioso por el análisis exhaustivo al papel de regalo, así que se lo arrebató y arrancó el papel, para regresárselo a Remus. El sonrojo del castaño subió veloz por sus mejillas al encontrar en su interior una falda de tablilla con estampado de cuadros marrones y negros.
- Sirius, qué es esto?- inquirió perplejo.
- Para que todos sepan que mi novio es el ser más sexy que ha pisado la tierra.- Sirius le guiñó un ojo y regresó a su cama, dejando a Remus confundido.
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Esa mañana Sirius salió de la ducha y escuchó a James y a Remus discutiendo, así que decidió salir a ver qué pasaba. Pero la imagen de Remus usando la falda que él le había regalado lo dejo tan atónito que ni siquiera escuchó a James.
-¿Verdad, Sirius?
-¿Eh, qué?
- Que Remus no puede pasearse así por los pasillos. ¿Y si se meten con él?
- ¿Qué coño meterse con él? No se van a meter con el porque no va a Salir con eso a ningún sitio. Te regalé la falda como una broma, no para que la usaras.- la sonrisa que surgió de los labios de Remus aterraba a Sirius.
- Por lo que a mí respecta la falda es mía, y puedo utilizarla con el propósito que yo quiera, no para el que tú me digas.
- Remus, no te...?- James fue interrumpido por Sirius.
- James, lárgate. Yo me encargo.
- Como quieras, adiós chicos.- en cuanto Jamie salió por la puerta Sirius se abalanzó contra Remus apretando una mano en su cuello, poniéndolo contra la pared.
- ¿A qué estás jugando, Lupin?- ahí estaba de nuevo esa sonrisa maquiavélica el la cara del castaño.
- No sé de qué me estás hablando, Black. Sólo quiero bajar a desayunar y disfrutar de mi cumpleaños. ¿A caso no puedo?
- Lo que quieres es provocarme, Lupin. Y lo estás consiguiendo.- De repente Remus pasó sus dedos por el borde de la toalla de Sirius, que calló "accidentalmente" al suelo.
- Bueno, si me estoy portando tan mal como dices, a lo mejor deberías hacer algo al respecto.- la mirada de Remus bajó inevitablemente hacia abajo, satisfecho al ver el efecto que causaba en Sirius, que le agarró el pelo y lo acercó a sus labios.
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Falda (Wolfstar)
FanfictionUna simple broma por parte de Remus puede hacer que el lado salvaje de Sirius explote en todo su mayor exponente.