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—¡Se nos hace tarde para la Universidad, ttebayo! -exclamó un hermoso doncel, quien se encontraba correteando de un lado a otro.

—Dobe, cálmate, hoy es sábado -dice un guapo azabache, tomando por la cintura a su prometido- Puedes caerte y lastimar al bebé -regaña.

—Uff -suspira, tranquilo al saber que era fin de semana- ¡Hey! No soy tan torpe como para caerme -reclama haciendo un puchero.

—Si lo eres -responde, cargando a su prometido y llevándolo a la cama- descansa, no quiero que mi hijo salga igual de Dobe que tú -bromea mientras acaricia el gran vientre del rubio.

—Y yo no quiero que mi bebé tenga tú mismo peinado de culo de pato -le saca la lengua al mayor en modo infantil, pero es tomado por sorpresa cuando el azabache la muerde.

—Si no estas preparado para usarla, no la saques -sonríe pervertidamente cuando ve el sonrojo del menor.

—¡Ero-teme! -vocifera sonrojado, ocultándose en las sábanas- ¡Cierto! Pasame el libro de mi abuelo Jiraiya, quiero leerlo -pide el rubio.

—Y yo soy el pervertido -dice el azabache, dirigiéndose a la maleta del blondo.

—¡Si lo eres, ttebayo! A mi solo me gusta el primer libro que escribió -se defiende- es muy hermoso y dulce -habla con una cara de enamorado.

—No se que tiene de bueno, ya lo haz leído como 10 veces -se encoje de hombros, pasándole un libro de pasta café.

—Tú eres un aburrido y cero romántico, por eso no te gusta este hermoso libro -dice el rubio mientras abre dicho libro- relata sobre el gran amor y todos los obstáculos que tuvieron que pasar Hashirama y Madara para estar juntos -comentaba feliz, recordando lo leído.

—Bien, pero sigue siendo fantasía -contesta el azabache.

—¿No te lo he dicho? -pregunta el ojiazul, viendo como su amado pone rostro de confusión.

—¿Qué cosa?

—Está historia no es inventada, fue la historia que le ocurrió al abuelo de mi abuela Tsunade -responde- mi abuelo la escribió con la ayuda de ella y las notas que encontraron en la casa de ellos.

—Oh, no sabía ¿De qué trata? -curioso por la nueva información, decidió preguntar un resumen de la historia.

—Se trata de cómo Hashirama y Madara se enamoraron siendo de familias enemigas, y se separaron a causa de los estudios, pero años después se reencuentran y decididos a luchar por su amor enfrentaron varios problemas, pero Mito, la esposa de Hashirama, decidió ayudarles en su relación ya que ellos sólo se casaron por un acuerdo y lo cumplieron al tener hijos, al final nadie más se interpuso y fueron felices, aunque lastimosamente no pudieron tener hijos ya que Madara, por un intento de asesinato que lo dejó a punto de morir, le tuvieron que quitar el útero -terminó su relato, con un poco de tristeza al final, tocando su gran vientre.

—Vaya, una historia interesante y trágica -comenta el ojinegro- pero tuvieron un buen final ¿No? Así que no te pongas triste -abrazó al blondo, quien derramó unas pequeñas lágrimas, las hormonas lo traían loco.

—Si dattebayo, solo que no puedo evitarlo, aún me duele como terminaron las cosas con Sakura-chan -susurró el Namikaze.

—Naruto, ¿nunca conociste lo que es el odio verdad? -preguntó el Uchiha con una vena en su frente- Si no hubiese sido por mi hermano, tu y mi hijo estarían muertos por culpa de esa zorra -espetó molesto, abrazándolo con fuerza.

—Lo sé dattebayo, pero al final, fuimos amigos alguna vez -comentó triste.

—Tú lo has dicho, lo fuimos, ella decidió arruinarlo por su estúpida obsesión conmigo, y eso solo terminó en su muerte -respondió el azabache, llenándolo de besos.

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