Capítulo Doce

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- ¿Y ahora qué? -Preguntó Camila. Estaban otra vez, en otra anónima habitación de un hotel, esta vez en el centro de la ciudad, en el Minneapolis Marriott. Lauren tuvo que admitir que era mucho más agradable que los demás. - ¿Nos quedamos? ¿Volvemos a Chicago? ¿Nos mantenemos conduciendo hasta el oeste, huyendo del sol? ¿Qué hacemos?

- No lo sé, no esperaba todavía estar viva. O responsable de mi propio destino. Pensé que ella me mataría o me esclavizaría. - Camila resopló.

- ¿Ella? La única cosa que tenía esclavizada es un par de tacones altos. Aunque es linda, realmente linda. Si te agrada alguien frívola y obsesionada por la moda.

- Como a ti, - dijo ella dulcemente. Camila la atrapó, atrayéndola a la cama.

-No. Solían gustarme así. - acarició su nariz con la suya. - Ahora me gustan engreídas, sesudas y con una dieta líquida.

- Bueno Camz, eso es cierto

- ¡Y la chica con ella! ¡Cristo! ¡Fue como si un Demonio se apareciese en su patio trasero

-¡Dímelo a mí!

- No me asombra que huyeras de ella cuando eras todavía una vampiresa bebé balbuceante.

-Sí, huir como rayo, alimentada por mi cobardía fue uno de mis mejores momentos.

- No te juzgues tan duramente, Lern. Lena da miedo. No se como va a poder Kara controlarla.

- Ah, eso es bastante obvio. - Por alguna deliciosa y encantadora razón, Camila lamía el lóbulo de su oreja. Ella había pensado, que, una vez que su obligación hubiera sido cumplida, ella se tendría que haber marchado ya, desde hace tiempo. Era extraño que Camila tardase tanto, pero agradable. - ¿Viste cómo la miraba? Lena la ama. Y no como una subdita ama a una reina, creo.

- Mmph.

- Detente, me haces cosquillas.

-Nuh-uh. A propósito, mi lengua quiere hacerte cosquillas en otras partes. - Lauren se rió.

- ¡Eso es terrible!

- Mira. - Camila se enderezó y apoyó su barbilla sobre su codo. - ¿Tratas de deshacerte de mi?

-Yo esperaba que tú te deshicieras de mí. - Admitió ella.

- El modo en el que yo lo veo, es que puedes ir a aquella extraña biblioteca y reactivar todas tus cuentas, tarjetas de crédito y cosas así. Y conseguir un trabajo para vampiros. Entonces realmente no me necesitas más.

- Mentira.

- ¿Correcto, pero por qué?

-Camila, eres una idiota, yo no estaba contigo por la ropa que me compraste en Target. Eres la primera persona en seis años que se tomó interés por mí. Incluso cuando yo estaba tan mal, aceptaste todo lo que yo podía dar y siempre me esperabas la noche siguiente. Podrías haberme matado en cualquier momento pero no lo hiciste. Esto es... - Lauren comenzó a sorberse los mocos, y se dijo a si misma detén esto. - Esto no tiene precio para mí. - Camila la miraba con el ceño fruncido.

- Déjame entender esto. ¿Todo esto es, porque no me deshice de ti? ¿O porque no te maté? Lern, estas chiflada.

- Sí, eso me dicen.

- Bien, no me preocupa que no necesitas mi dinero o que quieras un anillo más grande o algo así. Me quedo. Porque... yo, yo... Te quiero un poco.

- ¿Un poco? - Se burló ella.

- Te lo dije, me arruinaste para las chicas vivas.

- Esto es muy... romántico.

-Desde luego, me haré vieja y maloliente y tú serás siempre joven y linda, pero podremos arreglar esto, - dijo alegremente.

-Camila, no te convertiré en vampiro.

- Ah, seguro que no lo vas a hacer. No ahora... ¡Estoy todavía en mi juventud! Tal vez en cinco años.

- ¡Camila!

- ¡Esto será de lo mas guay!

-Camila...

- Pero primero... -Su mano se deslizaba encima de su blusa. - ¿No estas solamente un poquito... sedienta?

- Camila, no lo estoy.

- ¿Bien, bueno, mira, hablaremos sobre ello en cinco años, esta bien?

- Esto es más complicado que eso, - dijo, pretendiendo no estar llena de alegría. Era asombroso como... ella conseguía todo lo que alguna vez quiso, pero más asombroso aún que tuviese que haber muerto primero, y encontrar a una reina por medio de una biblioteca. El mundo era extraño. - No puedes decidir solo convivir con un vampiro

- Yo pensaba más bien, casarme con un vampiro. - Si ella pudiera haber jadeado, lo habría hecho.

-Bien, hay cosas que no has considerado

- ¿Lern, puedes por favor, puedes cerrar la boca y besarme?

- Bien, - advirtió, - pero hablaremos de esto más tarde. A fondo.

- Eres tan sexy cuando usas ese tono severo de reprimenda....


MÁS TARDE, después hacer el amor, Lauren dijo:

- yo te quiero un poco, también.

- Sí - Camila bostezó. - Lo sé.

- ¿Como lo sabes? - Lauren besó la señal de una mordida sobre su cuello. - ¿Cómo podrías saberlo?

-Corazón, tu eres inteligente y todo eso, pero yo se algunas cosas. - Y entrelazando sus manos con las suyas, la besó.

Fin

Las Chicas Muertas No BailanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora