||Es solo una fiesta||
Las luces de la discoteca estaban por todos lados, mis amigas bailaban a mi alrededor sus pasos al compas del ritmo de la musica, pequeñas gotas de sudor caían por nuestro cuello y rostro.
–¿Quieren algo de tomar?—un chico se nos había asercado a preguntar.
Las tres nos detuvimos y nos miramos entre si.
Eramos jóvenes no estúpidas, sabíamos el porque los chicos se asercaban a ofrecer algo de tomar a un grupito de chicas.
—No gracias, así estamos bien—daniela con una sonrisa amablemente agitando su mano para darle a entender que se marchará.
El chico solo asintió riendo por lo bajo para irse.
Seguimos bailando, era nuestra última salida las tres nos hibamos a graduar en tres días.
Todas teníamos listo que era lo que hibamos a estudiar en la universidad, a pesar de que eran carreras distintas era muy buenas.
Daniela mi mejor amiga decidió que quería estudiar medicina desde que Eramos pequeñas y Sofía decidió estudiar arquitectura después de ver una serie en televisión de siete temporadas, yo decidí tomar medicina al igual que Daniela para sacar nuestra carrera juntas.
La música se detuvo la gente empezó a gruñir por el porque la música había parado, las luces se apagaron.
—¿Que esta pasando?—la voz asustadiza de Sofía salió a bailar.
—Traquila no pasa nada, nos iremos ya—habló Daniela con seguridad para tranquilizar a Sofía pero Daniela también estaba asustada aunque no lo diera a reconocer yo lo sabía.
En cuanto empezamos a caminar por todo este montón de gente las luces se encendieron, la preocupación fue menos pero siempre me sentía un tanto preocupada, la mano de Daniela y la de Sofía estaban entrelazadas con las mías.
—¿Escucharon?—pregunto Daniela asustada.
—¿Que cosa?—pregunté mirándola extrañada porque no había escuchado nada al igual que Sofía.
En cuanto volvimos a nuestro camino tres disparos salieron de la nada, Asiendo que todo el lugar vibrara y las personas empezaran a gritar del miedo todos empezaron a moverse y a golernos para internar salir.
—¡Uno que salga y los matamos a todos!—grito la voz de un chico desde la parte de arriba.
Todos miramos hacia arriba, habían cuatro hombres vestidos de azul con pasa montañas y con armados apuntando hacia abajo.
No sabía en qué momento nuestras manos se habían soltado, lo único que sabía era que Sofía estaba arrodillada en el suelo y que Daniela estaba temblando aún lado mío.
—¿Estan listos para el juego?—esta ves hablo otro hombre desde arriba aún con su arma apuntando siempre hacia abajo.
Una chica empezó a llorar, juntando ambas manos suplicando que la dejaran ir.
—Callense—hablo de nuevo el primer hombre—Callate, Callate—volví a decir. pero esta seguía llorando suplicando por su vida—callarla Ya.
Ninguno de nosotros se aserco a ella a callarla todos tenían las miradas bajas oh en algún lugar expecifico.
Tomé a Daniela de la mano mi cuerpo temblaba al igual que el de ella, la mire y sus ojos estaban buscando los míos.
¡Pummm!
Un disparo sonó hacíendo que cerrara mis ojos, gritos arrorizados se escapaban de todo el lugar Sofía ya no estaba arrodillada a nuestro lado todos se había Movido, y Daniela ya no estaba a mi lado.
