LXVIII

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– A ver, pequeño demonio– Jimin se arrodilló frente al gatito negro, quien estaba erizado y bufaba, atrapado en el rincón de esa pequeña habitación–. Yo quiero ser tu amigo, no voy a hacerte nada, ¿Bien?

El gato respondió con un bufido.

– Puedes escapar de todas las casas que quieras, pero nunca escaparás de nosotros, Yugyeom– habló el humano con tranquilidad, encogiéndose de hombros–. Y el que seas arisco con nosotros es absurdo porque estamos para ayudarte, ¿Sabes?

El gato lo miró, sus orejas bajas, movió su cola con molestia.

– Anda– Jimin estiró un mano hacia él, dejando su distancia, el minino la miró con duda, antes de acercarse y
olerla, mirando al humano con duda, le dedicó una sonrisa encantadora que hizo al híbrido sentirse nervioso, y se alejó un paso, recibió caricias en sus orejas de parte del sonriente y encantador hombre frente a él y se erizó más con nervios–. Gato tonto– comentó con gracia.

El minino movió su cola con furia.

– ¿Siempre vas a ser tan gruñón? – preguntó Jimin–. Anda, ¿Cambias de una vez para tu cena o vas a comer en forma de gato otra vez?

Yugyeom se sentó y lo pensó unos segundos, moviendo su cola con paciencia.

– Arroz, pescado y algo de verduras– dijo Jimin, tomando el tupper con la cena, al felino le brillaron los ojos al verlo, en cuando fue destapado el olor llegó a sus fosas nasales y alzó las orejas y se acercó a la comida–. Cambia, por favor– pidió en tono tranquilo.

Jimin nunca había visto la forma humana de Yugyeom, sabía su nombre porque el híbrido tenía una gran historia en la organización, y una fama de ser un malhumorado, y gruñon, pero él creía que nadie le tenía la paciencia, y desde hacía días estaba tratando con él para cenar e intentaba convencerlo de mostrarse ante él.

Al gato parece que soltó un suspiro, y agachó la cabeza, a los segundos pasó a ser un muchacho de cabello negro, bastante largo, su cabeza estaba gacha y parecía tener miedo de mirar, apretaba sus puñitos y temblaba, sus orejas estaban algo escondidas y su cola se movía con nervios.

Dió un pequeño salto cuando sintió una mano sobre su cabeza, y sus gatunos ojos miraron a Jimin, quien le sonrió con tranquilidad e hizo que una calidez lo llenara, el humano acarició su oreja con cariño.

– Gracias, Yugyeom– dijo–. Puedes confiar en mi, pequeño– añadió, dejó los mimos para tomar una cucharada pequeña de la comida, asintiendo–. Sigue caliente, qué bien, así es más sabrosa– añadió, mientras tomaba otra y la llevó frente a él–. Abre la boca, gatito.

Yugyeom tardó unos segundos en reaccionar, probando apenas la mitad de todo lo que el humano había cargado, saboreando despacio la cena, sus mejillas enrrogecieron al sentirla tan sabrosa.

– ¿Te gusta?– preguntó Jimin, bajó la cuchara a la comida y la cargó un poco menos de lo que había tomado la primera vez, sonrió cuando Yugyeom asintió–. Para mí es un honor, lo cociné yo– añadió, entregándole otra cucharada.

El pelinegro estiró sus manos para tomar el tupper y la cuchara por sí mismo, Jimin se los entrego sin más, quedándose frente a él mientras lo veía comer por sí solo.

– Creo que necesitas un corte de pelo, Yugyeom– dijo, mirándolo de un modo que puso algo nervioso al híbrido– Te traje ropa nueva, gatito– añadió, viendo la sucia camisa gris y los short negros, se levantó para tomar la remera blanca que Hoseok le había dado para "regalarle a alguien que la use más que él" y unas bermudas azules que él nunca había usado, se las dejo a un lado del híbrido, quien miró la ropa como si preguntara si era en serio–. Oh, se me olvidaba– Jimin fue hacia su mochila y tomó dos bolsas, llendo hacia él–. Te compré un par de ropa interior también.

Yugyeom lo miró con incredulidad.

Llevaba tiempo en lugares como ese refugio, pero simplemente las personas se habían cansado de tratarlo bien o darle detalles como esos, eso pensaba.

No soportaba estar más de dos horas en una casa, y terminaba escapando o lo terminaban echando por ser tan arisco y no poder adaptarse, en los refugios lo ponían sólo porque no sería la primera vez que atacaba a algún compañero, y la gente pensaba que era un caso perdido.

Pero desde la llegada de Jimin al lugar las cosas parecían tener un poco más de esperanza.

El muchacho le había conseguido las últimas ocho casas a las que había ido, a demás de que le estaba llevando la cena todos los días y ahora le estaba dando ropa nueva.

– Oh, no llores– Jimin dudó en acercarse, era simplemente impredecible, podría razguñarlo si intentaba acercarse a él, Yugyeom se borró sus lágrimas sólo y dejó la comida a un lado, mientras sus hombros temblaban por el llanto–. Ey, pequeño– el humano apoyo una dudosa mano sobre su hombro– ¿Todo está bien, gatito?

El híbrido asintió, alzó la vista hacia él.

– ¿Puedo ayudarte?

Yugyeom tardó un segundo en asentir.

Hoseok limpió sus mejillas y corrió su rebelde cabello, cuando vio un poco mejor su rostro, antes ganado por su cabello, se sorprendió y una extraña sensación lo invadió.

– Sabes, te pareces mucho a alguien que conozco.

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Hola!, cómo están? Espero que bien, hoy ando feliz y con energía así que decidí actualizar, también quería informarles que inscribí la adaptación al concurso "80's Disco Awards" y fue aceptada :3, así que estoy aún más feliz por eso, también voten por BTS en los MTV, ahora no tengo el link para ponerlo aquí pero lo buscaré y lo dejaré en mi tablero de mensajes, para que después vayan a verlo, y pues creo que no tengo nada más para decir, así que espero que les guste, no olviden dejar su bella ★, l@s quiero, cuídense.
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Disculpen si hay errores.

Bad Luck ‹‹Taekook››Donde viven las historias. Descúbrelo ahora