XI.

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Desde aquel beso las cosas habían cambiado un poco.

Jungkook quería más, su corazoncito le pedía que le dieran tantos mimos y tanto cariño cómo había sentido en aquel momento.

Además Taehyung le había curado los celos.

Estaba feliz porque ya no moriría de celos, y también agradecido por que su dueño ya lo había salvado dos veces.

Por parte de Taehyung, él también sentía algo como su gatito.

Cada vez que encontraba aquellos lindos y brillantes ojitos mirarlo no podía evitar sonreír, y su pecho se inflaba en una sensación extraña que no podía definir del todo bien.

Se había acostumbrado a darle besitos a Jungkook, aunque ahora parecían significar algo más, porque hacía los corazones de ambos acelerarse, incluso por más que sea un pequeño beso sobre su cabeza antes de ir a dormir, o a la universidad, o incluso a hacer compras, esa sensación se quedaba en su pecho.

Jungkook ronroneaba más que antes, aunque parecía avergonzado de hacerlo, ya que se quedaba con las mejillas enrojecidas y la mirada gacha un largo rato, hasta que Taehyung iba junto a él para hacerle unos mimos y sonreírle.

Pero el principal cambio se daba cuando era la hora de dormir.

La cama de Taehyung era amplia, tamaño matrimonial, y ambos dormían allí, pero nunca habían tenido tanta incomodidad cómo la que sentían luego de aquel beso.

Ambos querían más.

Y ninguno quería aceptarlo.

Jungkook tenía miedo de ser insistente con el tema de los mimos, pero el insomnio no lo abandonaba, y su cola se movía con violencia debajo de las sábanas por lo irritado que se sentía.

Así que tímidamente se giró un poco para hablarle a su dueño.

– Taehyungie.

– Mjm.

– ¿Pu-Puedo… Acurrucarme?

– ¿Mmm?

– ¿… A tu lado?

Taehyung se removió un poco, girándose para ver con ojos cansados a su lindo minino, quién permanecía de espaldas a él pero que miraba tímidamente sobre su hombro.

– ¿Quieres venir más cerca mío?– Preguntó el peliazul, notó a Jungkook asentir–. Claro, ven– Murmuró, volviéndose a acomodar sobre la cama, cerrando los ojos.

Escuchó a Jungkook moverse, acercándose hacia él, abrió un poco sus párpados para mirarlo.

El chico debía estar ruborizado, por más que no veía bien en la oscuridad, lo notaba, por la forma de bajar la vista y de apretar su cola entre sus manos.

A pesar de que quería que el híbrido se acercará más, aún se mantuvo a unos cuántos centímetros de su cuerpo, lo suficiente para sentir su calor corporal pero no tanto como para tocarse.

Jungkook seguía insatisfecho, frunció un poco los labios, tenía un miedo extraño de ver a Taehyung.

Seguía estando lejos para su gusto.

Tartamudeando un poco por la vergüenza, sin querer insistir mucho, volvió a hablar.

– T-Tae-

– Ah, Kook– Lo interrumpió el peliazul, y para sorpresa del minino, el chico se giró para pasar un brazo sobre su cuerpo, mientras con la otra mano acarició suavemente su mejilla.

Las orejas de Jungkook se alzaron de golpe abriendo sus ojos enormemente.

De nuevo, esa sensación cálida que le había dejado el beso volvió a su pecho y comenzó a ronronear bajo.

Taehyung sonrió al sentir ese lindo sonido con esa cómoda vibracion proveniente de su gatito.

Jungkook sintió su rostro caliente, Taehyung estaba muy cerca, le estaba sonriendo muy bonito y muy cerca.

Sintió sus labios palpitar, pidiendo aquel contacto de nuevo.

– T-Taehyu-ngie– Tartamudeo, temblando un poco con nervios.

– ¿Si, gatito bebé?

– P-Pu-Puedo…– Se mordido el labio con fuerza.

Sentía su corazón muy agitado, ya no podía hablar si quiera bien.

Bajó su mirada con vergüenza, su ronroneo se detuvo y apretó su cola ente sus manos al punto de hacerle doler.

Taehyung abrió sus ojos con preocupación, inclino su rostro hacia el de Jungkook, lo suficiente para que sus frentes se tocaran.

– ¿Qué pasa, Kook?

El gatito negó, quiso apartarse pero no lo hizo.

Taehyung mordió su labio sin saber qué hacer.

En un intento al azar, creyó hacer lo único que podía ayudar.

Alzó el rostro de Jungkook con delicadeza, inclinándose hacia él para unir sus labios.

De nuevo miles de sensaciones comenzaron a recorrerlos.

Movió sus labios de forma suave, delicada, sintiendo los torpes movimientos de Jungkook que intentaban imitar los suyos, sonrió un poco.

Escuchó a Jungkook comenzar a ronronear otra vez, el gatito abrió su boca para dejar paso a la lengua de Taehyung, de nuevo, quién primero lamió el labio inferior del híbrido, como si pidiera permiso, antes de entrar en su cavidad para adueñarse de todo.

Sin querer, Jungkook jadeó un poco, acallado por el beso.

No fue un beso como el de aquella vez, este era mucho más tranquilo, mucho más cariñoso y cálido, y sólo duró lo que sus pulmones aguantaron.

Al separarse, Jungkook ronroneaba fuertemente, miró con sus brillantes y grisáceos ojos a Taehyung, sus ojitos estaban algo húmedos, aunque no supo porqué, de lo que menos tenía ganas era de llorar.

Con una sonrisa, el peliazul acomodó a Jungkook más cerca de su cuerpo, con su rostro descansando sobre su pecho mientras sus brazos lo rodeaban, en un cómodo y lindo abrazo.

Y así finalmente, ambos pudieron dormir.



(^o^)

Holi, ¿como están? Ojala que muy bien, bueno aquí les tengo otor capítulo de esta hermosa historia, quería subir otro capítulo más tarde pero mi mamá me dijo que saldría y que tenía que acompañar la, a si que no podre subir otro capítulo, lo lamento, pero bueno no olviden dejar su ★ si les gustó y si quieren, l@s quiero mucho, cuídense.

:3

Bad Luck ‹‹Taekook››Donde viven las historias. Descúbrelo ahora