En un salón de bodas de Seúl se encontraba Choi So-ra mordisqueándose la uña del dedo meñique por el inminente nerviosismo que recorría su cuerpo. El tiempo había transcurrido demasiado rápido para su propia comprensión y maldijo al cielo en sus adentros, quería salir huyendo de allí en cuanto fuera posible, pero debido a la cantidad de personas que entraba y salía de la pequeña habitación en la que se encontraba, le resultaba incluso difícil ir al baño.
—Señorita, la ceremonia está por iniciar. Es momento de que se prepare —dijo una de las asistentes del lugar avisándole de que era el momento de recorrer ese diminuto pasillo y enfrentar a su destino. Cuando se levantó de su puesto, sintió las piernas temblorosas y respiró profundo varias veces hasta lograr calmarse.
Al llegar a la puerta por la que debía hacer su gran aparición, su estómago se revolvió y sus pulmones no procesaban todo el aire que recibían. Intentó calmarse contando hasta diez, también tocó su nariz y masajeó sus sienes, pero nada de ello resultó; el solo pensar que su vida daría un giro de 180 grados apenas pasara por aquel arco la asustaba por completo. Suspiró con fuerza y se dio unos golpecitos en el pecho mientras susurraba un "Yo puedo hacerlo".
[...]
—Y ahora con ustedes, damas y caballeros, nuestra hermosa novia, ¡la señorita Choi So-ra! Denle un fuerte aplauso —comentó el locutor con emoción fingida en su voz mientras las grandes puertas de madera se abrían de par en par dejando ver la figura femenina de nuestra protagonista.
So-ra sonrió de la forma más creíble posible mientras caminaba sola por el largo pasillo hasta llegar al altar y tomar la mano de aquel hombre que convirtió su adorada vida en una montaña rusa de confusión.
—Sonríe más, esposa mía.
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An unlovely love
عاطفيةCuando escucho la palabra "amor" siempre se me viene a la mente el recuerdo de haber visto una horrible película de romance totalmente Cliché de Dasney, el canal de TV que solía ver todos los días después de volver del colegio y es por eso que, desp...
