Un nuevo inicio Marinette- Miraculous Ladybug

Deseos. 28

Layla Rosi miraba a sus compañeros con fastidio, solo a ella se le ocurría decir que participaría en esa molestia que planeaba la universidad, Alya en cierta forma comenzaba a generarle fastidio pero se hacía la que no le importaba, desde que se fue Marinette, Alya mantiene detrás de ella como una ratoncita que se encuentra totalmente perdida, pero no dice nada para quedar bien con Adrien el chico era inteligente para algunas cosas y no se dejaba engañar o bueno no al menos en todo lo que ella decía porque algunas veces parecía caer redondito en su trampa y otras no tanto, con el tiempo había logrado lo que tanto había deseado una relación con el rubio pero era tan empalagoso que hasta ella misma se comenzaba a casar de soportare cada capricho de niño mimado, pero al menos tenía a Gabriel Agreste comiendo de su mano, Gabriel estaba encantado de tener a su musa y cómplice con él en cierta forma la presencia de ella calmaba a Adrien ya que él ha estado raro últimamente por lo que dejaba que la chica paseara por dónde deseara, por lo que una cosa llevó a la otra, una relación un poco extraña se fue generando por lo que llegaron a ser novios por un lado poco le importaba si esa relación era viable pero al menos contaba con alguien que lo vigilará cuando él no podía por estar pendiente de sus planes malvados para lograr obtener los miraculous y alcanzar el poder absoluto y regresarle la vida a su esposa, sabe que va ser complicado pero jura que lo va a lograr, no tiene miedo de arriesgar a nada con tal de cumplir su más anhelado deseo, en cuanto lo cumpla sabe que Adrien lo va a comprender y va apoyar sus decisiones sin importar qué, en algunos momentos se pone a pensar en Nathalie ella siempre dispuesta a ayudarle sin importar el costo que tenga que pagar por cumplir sus deseos incluso aún sabiendo que su vida corre un gran peligro ella no deja de apoyarlo en algunos momentos se siente mal pero al recordar la mirada de su esposa se le pasa, por lo que despeja toda duda y sigue con su cometido, por una extraña razón la noche anterior había dejado el libro de los miraculos en su guarida pero no lo lograba encontrar esta mañana, había revisado sus cámaras de seguridad sin encontrar ni una pista eso era extraño, le pregunto a Nuroo y a Dussu pero no supieron contestarle simplemente no lo habían visto.  

    Por otro lado, se encontraba practicando algunos poderes se había dado cuenta de que podía obtener algunas cosas con materializarlo en su mente por lo que en forma de prueba había intentado recuperar los miraculos fallando en el intento por lo que lo intento con el libro de los miraculous, grande fue su sorpresa ver el libro en frente de ella, se encontraba con su-han en su habitación practicando meditación y algunos trucos en los diferentes miraculous, al verlo Su-han la felicito por haber recuperado algo tan valioso, trataros de seguir el flujo de energía de donde había llegado el grimorio pero les fue imposible, pero al menos ya habían recuperado una parte, después de un rato Su-han comenzó a enseñarle ha entender el idioma en el que estaba el grimorio no era tan difícil después de todo, el maestro Fu en su Tablet había dejado una gran guía, por lo que Su-han le comenzó a explicar para que era cada formula, ya la hora de la tarde como siempre se despidieron para ella partir a estudiar en medio del camino iba comprando algunas especies que dejaba en una nevera especial que llevaba consigo, las clases eran normal hasta que varios ataques de Lepidotero ese día hicieron que cancelaran todo y se fuese a su casa por lo que todos debieron usar dos miraculos de forma de que cuando acaba una trasformación podrían dejar descansar a sus respectivos Kuamis eso incluyendo a Tikki, para luego Marinette sin destrasformarse unificaba los miraculos y regresaba el akuma a lo que era antes, estaban agotados pero eso no era impedimento para seguir, hasta altas horas de la noche que Gabriel frustrado se fue a dormir, decir que se sintieron aliviados es poco en cuanto llegaron todos alimentaron a sus respectivos Kuamis y Marinette a todos los que quedaban en la caja para así todos en sus respectivas casas caer rendidos hasta el otro día.