II

14 5 1
                                    

20/10/1919

Algunas semanas se han vuelto parte del pasado, ahora no son más que simples recuerdos que se encuentran vagando en alguna parte de mi memoria, a excepción de mis obras divinas que los tengo grabadas en mi corazón.

El pasar de los días, el transcurrir de las horas, minutos, segundos, me están volviendo literalmente loco, mis padres en sí, están hartos de mí, nunca aceptaba las invitaciones para algún futuro compromiso con una delicada dama, pero acaso ¿Algo estaba mal conmigo?, me rondaba esa pregunta por mi mente a cada instante hasta el punto de volverse insoportable, la música ya no ayudaba mucho, mis hermosas palabras en mis poemas o novelas perdían su encanto, mi valiosa guitarra estaba empolvada, deje todo de lado por un tiempo, solo para pensar mejor y despejar la mente.

Un día normal, un espectacular paisaje adornaban las afueras de Daegu, digno de admiración, pero, no fui capaz de hacer la instantánea en mi mente, para luego expresarla mediante mis sentimientos en acrílicos, me adentre de nuevo en mi habitación, un silencio incomodo se sintió en el espacio, vi mi toca discos tan solitario al igual que mis demás objetos preciados, opte por colocar una pista en ella, una suave melodía resonaba mi habitación y mi corazón, "Je te laisserai des mots", era una música en Francés, magnifica para mi estado de ánimo, sus letras, cada una de ellas, trataba sobre la tristeza al no tener a tu amante a tu lado, o haberlo perdido, no lo comprendo del todo pero ¿Acaso necesito a alguien a mi lado?, algo muy estúpido, que acabo de decir, pero en si es un hermoso y melancólico mensaje.

Los altos y bajos de aquella melodía estaban impregnados en mí ahora solo tarareaba, parara rara , pa rararara.. pararara ra raaa, cada que lo hacía algo dolía en mi pecho.

Al menos lograba distraerme en la Universidad, no tenía amigos, pero si una compañera que me apoyaba en todo, mi preciada compañera Sally, era mi compañera de clases en arte abstracto y en Literatura, ella escuchaba cada una de mis palabras cuando algo no andaba bien, más bien eran quejas hacia mis padres, siempre eran sobre que me querían llevar a citas con muchachas, para crear un contrato entre familias, y si eso era lo que era al fin y al cabo, un contrato porque ni nos conocemos, ni nos amamos, ni nada, simples desconocidos, mi compañera solía aconsejarme, pero recientemente le contaba mis penas, y solo respondió ¿Seguro que atraen las muchachas?, como debería haber respondido, no lo sabía nunca estuve con nadie.

¿Me gustan los muchachos?, ahora dudaba de mi sexualidad, nunca lo había propuesto así como lo hizo Sally, gracias a ella ahora estaba debatiendo entre si soy homosexual, o, heterosexual, ¿Qué debería hacer?, solo lo averiguare después.

Si después..

Mañana...

Pasado...

Los días pasaban y no sabía qué hacer, solo estaba evitando algo que no debería, sin más casi corriendo me dirijo a la sala de estar y me senté en el sofá, alce el teléfono tipo vela que se encontraba en el centro de un pequeño mueble café, gire los botones, llamar a Sally sería lo mejor para saciar esta ansiedad, un "Familia Kim, con quien tengo el gusto "sonó al otro lado del aparato, "Está hablando con Min Yoongi", "Oh Min, que se te ofrece, casi un siglo sin comunicarte con tu compañera", "Lo siento mucho Sally pero debo hablar contigo, en mi cabeza merodea tu pregunta sabes y no sé qué hacer", deje salir un gran suspiro.

Lo último que escuche decir fue un "Comprendo nos vemos en el parque cerca de la Universidad", me mataba la curiosidad y fui tan rápido al instante en que dije "Si me parece bien allí te veo", mordía mis uñas, estaba tan confundido conmigo mismo, que mi ansiedad se apoderaba de mí, después de eternos minutos Sally estaba sentada a mi lado, "Entonces no sabes a cerca de tu sexualidad", sin tabú alguno salieron sus palabras, "C-como decirlo sabes,.. Nunca estuve con nadie", cada que salía una palabra de mi boca, esta salía tembleque, "Deberías aceptar alguna de las citas a las que tus padres se esfuerzan en conseguir cada día hahaha", se burló de lo dicho, no me molestaba que fuera tan sincera después de todo por ello mismo congeniamos, y además era cierto, "Lo haré y si no me gustan las muchachas?", Sally se tomó un segundo para responder a lo dicho, "Simple entonces te gustan los chicos", a veces me sorprendía su honestidad, lo bueno es que ella me apoyaría en todo a pesar que sea gay tal vez lo sea, bueno no lo sé aún pero había un cincuenta por ciento de posibilidad, "T-tengo miedo Sally", me miro un tanto confundida, tal vez sea porque nunca me mostré tan débil ante ella, "No deberías, yo te apoyare en todo el proceso, y si bien son mal vistos los homosexuales, entonces callaremos y no diremos nada", palmeo mi espalda dándome a entender que lo que decía era cierto, "No sabría que hacer sin ti", después de aquello la fui a dejar en su casa.

La noche estaba tras mis pasos, veía los coches, como el sol de apoco se ocultaba tras la luna para ser protegida, algo desconcentrado iba con pasos torpes pensando en como diría a mis tediosos padres que me den una de esas patéticas invitaciones para reunirme con alguna muchacha, tan confundido, iba solo centrado en mí, hasta que escuche un "Auch", nuestras frentes en un gran impacto se juntaron y un sonido hueco se hizo escuchar y al instante caímos al piso.

Al parecer aquella persona también iba distraído, sentí un gran dolor en mi frente, y más mis pesados pensamientos, se fusionaron ocasionando un fuerte dolor de cabeza, mi estado de ánimo no era para nada bueno, mi ira se apoderaba de mí, "Acaso no sabes ver por donde caminas", dije casi gritando, no hubo respuesta, solo se oían quejidos de dolor, "Auch", "Mi tobillo duele mucho", "Auch", no lo pensé demasiado y me levante tan rápido como pude, "Te llevare al hospital", aquel distraído muchacho no podía ponerse de pie entonces no tuve ora opción más que cargarlo en mi espalda, no era tan pesado muy liviano después de todo, al menos no dañaría mi columna, pero, genial mi día estaba yendo de maravilla, se suponía que ya debía estar en casa con la cabeza gacha observando aquella invitación, pero no todo lo contrario, ya estaba oscuro y estaba en el hospital con alguien el cual no se ni su nombre, una enfermera llamo por los familiares del muchacho el cual estaba lesionado el tobillo, fui hacia la habitación blanca en la cual se encontraba, "Usted es el familiar de Jung Hoseok", pregunto la enfermera, "N-no soy, bueno si, yo solo soy con quien tropezó y cayó, yo lo traje", un poco confusas mis palabras, tan torpes, pero aun así me entendió a la perfección aquella profesional, "Eh, bueno entonces deberá firmar esto para poder dar de alta al paciente Jung", al menos ya se el nombre de aquel torpe muchacho, Jung Hoseok, "Está bien", después de firmar el acta, tuve que ir a verlo para poderlo llevar, no lo dejaría allí después de todo no era un ser tan maligno y sin corazón, y además no solo fue su culpa si no también la mía, al entrar en aquella habitación lo vi, un chico alto cabellera negra, delgado, piel trigueña, un muchacho apuesto, al ver su rostro note el intenso color rojo que posaba en su frente junto a un chichón, quede impactado al parecer él fue el más afectado, un "Hola", me hizo salir de mi trance, "Um, Hola mucho gusto soy Min Yoongi, lam...", "lamento, t-todo es-sto", al parecer hablamos al mismo instante pero lo deje continuar, "también lo lamento", dije, "Casi lo olvido soy Jung Hoseok", sonrió mostrando sus labios en una forma tan peculiar un corazón apareció al reír, algo no visto antes, impresionante, "Bueno, debo llevarte a casa", "¿Dónde vives?", era lo menos que podía hacer en una situación como esta, el chico torpe con una sonrisa de corazón me dio la dirección, lo lleve, y al parecer apenas se había mudado a Daegu, y para sorpresa mía vivía a tres cuadras de mi humilde morada.

"Que día tan impresionante, no puedo esperal el mañana.."

𝚃𝚘 𝚋𝚎 𝙲𝚘𝚗𝚝𝚒𝚗𝚞𝚎𝚍....

𝒥ℯ 𝓉ℯ 𝓁𝒶𝒾𝓈𝓈ℯ𝓇𝒶𝒾 𝒹ℯ𝓈 𝓂ℴ𝓉𝓈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora