02/11/1919
Veo por mi gran ventanal, que se encuentra en mi habitación, un cielo gris, un amargo día, algo parecido a mi estado de ánimo de aproximadamente un mes o más, pero al menos algo cambio desde aquel incidente, la inspiración por mi pasión al arte volvió, como por arte de magia, mis poemas ya no eran más planos y sin color, la música aborda cada espacio en mi alma, todo volvió a tomar color, y mis sentimientos no son fríos y de colores tenues, al contrario se volvieron de cientos de colores intensos, hermosos, mi vida es hermosa.
Los periódicos llegan cada semana, siempre los hallo en el buzón del jardín, me entretengo cada mañana leyendo aquellas pésimas noticias del día a día, después de leer, para despejar mis malos pensamientos o mejor decir, llenar lo que en mi pecho siente un gran vació, salgo a caminar por todo el lugar, y al terminar entro a la misma tienda de discos, los reviso uno por uno hasta que sea el momento de ir alistarme para la universidad, hoy fue el último día de mi pequeño descanso de invierno, debo volver a mis estudios.
Prácticamente empecé a correr, de repente la lluvia caía en mi rostro mis cabellos estaban tan mojados que caían pequeñas gotas de mi cabello, visualizaba todo mi alrededor, ¿Por qué odiamos cuando llueve?, ¿Debo seguir corriendo?, el paisaje era uno de los mejores que había visto en toda mi vida, mis pasos apresurados, perdían velocidad, ahora me encontraba caminando tan paciente por las calles, disfrutando el momento, y vaya que lo disfrute.
Mi cabello perfectamente peinado hacia atrás, mis calcetines perfectamente blancos, mis pantalones cafés claros, hasta más arriba de mi cintura, una camisa de tela blanca, mi suéter de lana color café oscuro, sin mangas sobre mi perfecta camisa planchada, mi abrigo largo de color negro, y mis lustrados zapatos de charol, un buen atuendo para el regreso a mi labor.
La lluvia no cesaba, opte por llevar un paraguas, y caminar tranquilo hasta llegar a mi facultad, no debería desperdiciar este paisaje tan divino.
Algo que capturo mi atención en esos instantes fue unos amantes, amándose tal cual sin ningún temor a que dirán los demás, ¿Pero porque mi pecho duele?, debería sentirme feliz por ellos, pero no es así, yo.. Solo logro envidiarlos, y mi pecho estruja al verlos tan felices, yo también quiero aprender a amar, mis ojos de repente pican, y allí estaba una gota cálida entre toda esta lluvia fría, resbalando por mi pálido rostro, yo también quiero decir, "te amo", solo espero hacerlo algún día.
Avance, deje de lado mi tristeza, y apresure mis pasos, al llegar sacudí muy bien mi paraguas y lo puse en las casillas que se encontraba en una equina fuera de la facultad de arte.
Entre, y salude a mi maestro, continúe a mi asiento, el maestro prosiguió con la clase sin interrupción alguna, hasta que la puerta fue abierta abrupta mente, todos nos sorprendimos, "Yo lo siento mucho la tardanza, pero me perdí y al fin logre encontrar la facultad de arte", dijo el muchacho que estaba empapado, "No se preocupe pero lo mejor será que primero seque sus prendas y su cabello, no queremos que usted capture un resfriado", ordeno el maestro, "G-gracias, ahorita vuelvo", y casi corriendo salió aquel muchacho, después de aquello la clase siguió hasta que termino.
Hoy aprendí mucho acerca de las pinturas en óleo y por qué no solo debemos hacer esto con las manos sino con el corazón, entiendo lo que quiso explicar, pensé que el muchacho que estaba empapado no volvería, o al menos eso creí hasta que lo vi con otras pendas, el cabello seco y bien peinado, sentí que lo conocía, ¿Dónde lo había visto?, no lo recordaba, o tal vez estaba volviéndome loco por el abundante frió que hacía, lo vimos hablar con el maestro, "Señores, atiendan un momento antes de que se puedan retirar, por favor", cuando capturo la atención de todo el alumnado, "Él es un nuevo integrante en la facultad de arte, recíbanlo bien, ahora preséntate, por favor", hizo una señal con su mano para proseguir, "Buenas tardes con todos es un gusto y placer unirme a la facultad de arte, estoy ansioso de trabajar con ustedes, mi nombre es Jung Hoseok, espero sepan recibirme bien", cuando termino al fin supe que no estaba volviéndome loco por el frió, sí que lo conocía, aquel muchacho torpe al cual tuve que llevar al hospital y de vuelta a su casa, el mundo sí que es muy pequeño, o tal vez trata de decirme algo el cual no logro comprender.
Cuando termino de presentarse la clase dio por terminada, todos a pasos apresurados fueron por sus paraguas y casi corriendo salieron del establecimiento, es una pena que no sepan disfrutar el buen paisaje que se nos está presentando.
Fui por mi paraguas pero no estaba, acaso lo tomaron mal, lo robaron o se confundieron, vaya broma, ahora debía esperar a que la lluvia bajase un poco su intensidad, me dirijo al salón y espere paciente, mis ojos empezaron a pesar un poco, sin darme cuenta me quede dormido, no sabía cuántas horas había esperado, pero no fue en vano, la lluvia había parado, un alivio, estaba a punto de salir, pero qué diablos hacia aquí, acaso mi compañero también paso por lo mismo, estaba por oscurecer así que decidí que lo mejor sería despertarlo, y lo hice pero vaya sueño tan pesado, no se despertaba lo moví varias veces pero seguía allí respirando con tanta calma, me estaba impacientando así que mis débiles movimientos ahora eran un poco bruscos, él se estaba despertando o eso pensé hasta que en un mal movimiento el muchacho ahora me estaba abrazando, ¿acaso creía que yo era su almohada?.
"Oye ya suéltame, y despierta si no quieres quedarte y dormir aquí", le grite ya no tuve más alternativas hasta que me soltó, al ver su rostro supe que era el, aquel torpe muchacho, su rostro estaba tan pálido, "Hey, ¿te encuentras bien?", pregunte algo preocupado, "S-siento mi cara arder, mi garganta duele, mi cuerpo esta tan débil, mucho frió se posa en mi cuerpo", sus palabras salían cada vez más débiles hasta que no pudo más se desplomo tal cual en su asiento, "Aguarda un poco te llevare a casa", sin pensarlo dos veces me quite mi gran abrigo negro y se lo puse a él, lo cargue en mi espalda y empecé a correr, gracias a dios ya no llovía y sabia donde vivía, fui lo más rápido que pude hasta que mi último aliento salió de mi boca, llegamos y desesperado toque varias veces la puerta, al fin la abrieron una mujer adulta me atendió y se horrorizo al ver a su hijo en aquel estado, "PERO QUE LE HA PASADO A MI PEQUEÑO", empezó a llorar, "Yo esperaba en el salón de la facultad a que la lluvia cesara, pero al salir lo vi tumbado en su asiento, yo solo lo traje, ahora me marcho espero que se componga", la mujer agradeció, me dio un gran abrazo y salí del hogar del muchacho torpe.
No podía conciliar el sueño, de verdad me preocupaba por un desconocido, no sabía si estaba bien o tal vez algo verdaderamente malo le sucedió, no lo aguantaba más corrí descalzo a la bocina del teléfono, y ya me encontraba con la bocina a un lado de mi oreja, "Buenas noches maestro, disculpe las molestias pero, me podría dar el número del nuevo estudiante Jung Hoseok, por favor", "Hey Min te encuentras bien, sucedió algo, estas muy agitado", "Se lo explicare mañana después de la clase, pero por favor me ayuda con el número, lo necesito, por favor", "Está bien, es ********", le agradecí inmensamente y colgué, tan desesperado, mi pecho subía y bajaba, gire los números, sentí desesperación al notar que nadie atendía al teléfono, estaba por rendirme, "Aló, familia Jung, quien habla", mis manos sudaban, "Soy Min Yoongi el compañero de Jung Hoseok, que lo fue a dejar en su casa, llamaba a preguntar por cómo se encontraba", de verdad estaba siendo tan patético, pues si, " Oh si, de verdad que te agradezco por lo de hoy, salvaste a mi hijo, él se encuentra mucho mejor, si no hubiera sido por ti, n-no sé qué hubiera pasado, gracias", "No es nada señora, ahora me siento más aliviado, gracias tenga una buena velada, hasta luego", estaba por colgar la bocina, "Eres bienvenido en mi hogar, si es de tu agrado puedes visitar a mi hijo cuando gustes, hasta luego", "G-gracias", estaba por rechazar la oferta, pues ni sabía qué tipo de personas eran, al menos no era mala gente, pero debería al menos pensarlo, debería dormir.
"Algo bueno espera por mi detrás de este cielo gris, espero pronto descubrirlo".....
𝚃𝚘 𝚋𝚎 𝙲𝚘𝚗𝚝𝚒𝚗𝚞𝚎𝚍....
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𝒥ℯ 𝓉ℯ 𝓁𝒶𝒾𝓈𝓈ℯ𝓇𝒶𝒾 𝒹ℯ𝓈 𝓂ℴ𝓉𝓈
Romance𝙴𝚗 𝚕𝚘𝚜 𝚊𝚗̃𝚘𝚜 1900 𝚎𝚗𝚊𝚖𝚘𝚛𝚊𝚛𝚜𝚎 𝚎𝚛𝚊 𝚞𝚗𝚊 𝚍𝚎 𝚕𝚊𝚜 𝚌𝚘𝚜𝚊𝚜 𝚖𝚊́𝚜 𝚑𝚎𝚛𝚖𝚘𝚜𝚊𝚜 𝚢 𝚗𝚊𝚝𝚞𝚛𝚊𝚕𝚎𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚞𝚌𝚎𝚍𝚒𝚊𝚗 𝚊 𝚍𝚒𝚊𝚛𝚒𝚘, 𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚙𝚊𝚜𝚊𝚋𝚊 𝚜𝚒 𝚞𝚗𝚘𝚜 𝚊𝚖𝚊𝚗𝚝𝚎𝚜 𝚗𝚊𝚝𝚘𝚜 𝚍𝚎𝚕...